SUDÁN: Ahfad University, un ejemplo muy rentable

Pilar Ramos/Jfa/ Fotos: Guilermo López

Pie de foto: El presidente de Ahfad University, Gasim Badri, con un grupo de estudiantes

- 7.000 mujeres estudian en un centro modélico en África

- Gasim Badri, presidente de Ahfad University: “No es segregacionista, es darles mayor libertad fuera del dominio de los hombres sin tener que competir con ellos”

- “Que esta universidad sea reconocida por su prestigioso programa académico y su compromiso con la investigación”

- “La posición de la mujer en Sudán es mucho más avanzada que en otros países árabes”

Entradilla

Sudán está luchando por ser reconocido a nivel internacional como un país de progreso en el continente africano. Esto se está logrando gracias al esfuerzo y afán de superación de sus gentes, que ven en la educación la llave para un futuro mejor. En este sentido, la Universidad “Ahfad” juega un papel muy importante al ser la más antigua escuela privada para mujeres de África.

Esta universidad, ubicada en Omdurman, una de las tres partes de la capital Jartum, es fruto del proyecto puesto en marcha por el pionero de la educación de mujeres en Sudán, el jeque Babiker Badri. Sus nietos desarrollaron el sueño que comenzó tres generaciones atrás. De ahí el nombre de esta Escuela “Ahfad”, en árabe significa “nietos”. Ellos han conseguido que esta universidad sea reconocida por su prestigioso programa académico y su compromiso con la investigación.

Desde  sus inicios como una escuela para niñas en 1907, la universidad ha visto varias fases diferentes en su historia. Tras la muerte de Babiker Badri, su hijo Yusuf Badri se hizo cargo de la administración de la escuela. En 1966 la escuela pasó a convertirse en Universidad.

Primero se desarrollaron estudios de Ciencias de la Familia y de Secretariado. Más tarde se añadió una escuela de Psicología y de Desarrollo de la Niñez. Actualmente ofrece una serie de especialidades que no se encuentran en otras instituciones de educación superior en Sudán, como un Centro de Desarrollo Infantil Temprano, un Centro de Nutrición e Investigación, y una Escuela de Extensión Rural, Educación y Desarrollo. La Universidad Ahfad también tiene facultades de Medicina, Farmacia, Dirección y Administración de Empresas y Ciencias Tecnológicas.

 

Yusuf Badri es considerado el verdadero fundador de la universidad. A su muerte, en 1995, su hijo Gasim Badri asumió y amplió el plan de estudios.

Cuando “Ahfad” comenzó su andadura en 1966 las mujeres que cursaban estudios universitarios eran muy pocas y únicamente existían tres instituciones dominadas por hombres. “En ese momento” dice Gasim Badri, “las mujeres que estudiaban en la universidad constituían entre el 5% y el 10%, ahora constituyen entre el 60% y el 65% del total. Había que dar una oportunidad de estudio a las mujeres”. En la actualidad Ahfad imparte clases a 7.000 alumnas.

La particularidad de esta Universidad, que la diferencia de otras en África, es que está dirigida exclusivamente a mujeres. Esto en un principio puede parecer segregacionista, sin embargo, Badri despeja cualquier tipo de duda al respecto al afirmar categóricamente que “la sociedad sudanesa no es segregacionista como ocurre en el sur de Arabia, por ejemplo, donde hombres y mujeres están separados. Esa es su cultura. Nosotros no aceptamos esa segregación”.

La razón de que esta institución esté especializada sólo en mujeres,  según el presidente de Ahfad, es darles mayor libertad fuera del dominio de los hombres sin tener que competir con ellos, “esto les hace sentirse más relajadas y tener un mayor desarrollo”. Sudán otorga un grado de libertad a la mujer que no se da en otras zonas de África. Esto se debe, según Gasim Badri, a que “a pesar de ser un país islámico tiene una marca diferente. No es un país musulmán como la mayoría. Sudán tiene un origen cristiano y las ideas del Islam fueron penetrando de manera suave y progresiva, sin conflictos, por eso la posición de la mujer en Sudán es mucho más avanzada que en otros países árabes”.

Pero a pesar de ser un país liberal en el que  la mayoría de los empleados son mujeres, éstas aún no han alcanzado los puestos de mayor responsabilidad. El presidente de la Universidad afirma que las mujeres constituyen un 60% del personal de las oficinas “si las mujeres trabajadoras decidieran un día quedarse en casa, se produciría un colapso en todos los departamentos del Gobierno”, pero reconoce que “muy pocas mujeres lideran bancos o ministerios, tienen cargos intermedios. Esto se debe a que hace unos años apenas había mujeres en las universidades”.

Sudán ha registrado un gran progreso en educación para las mujeres, pero uno de los obstáculos con el que tiene que lidiar el Gobierno es el abandono de los estudios por parte de niñas adolescentes que son casadas a edades tempranas, sobre todo en zonas rurales. “El Gobierno se muestra sensible ante este problema, pero teme la reacción de la gente”, asegura Gasim Badri, “estos asuntos son de especial sensibilidad social al tratarse de prácticas tradicionales, aunque se sigue trabajando con campañas para evitar que se lleven a cabo”.

Las alumnas de la Universidad “Ahfad” opinan que las mujeres en Sudán tienen más libertad que en la mayor parte de África, pero no es suficiente para ellas.

Faidia Salah, 20 años, estudia Management y Tecnología

Me gusta mucho esta universidad porque puedo encontrarme a mi misma, confiar en mí. La mujer en Sudán tiene talento, pero no puede ejercerlo. A mí me gusta dibujar y cuando acabe espero abrir mi propio negocio y trabajar en una gran empresa de diseño”.

Argo Akinagui, 20 años, estudia Dirección de Sistemas de Información

“Quiero empezar a trabajar en Sudán y después salir al extranjero. Mi abuela estudió en España, en La Coruña, le gusta mucho la cultura española. Quiero dirigir una empresa de sistemas de información. En Sudán las mujeres no tenemos mucha libertad, pero tratamos de ser independientes”.

Omnia Nasser, 20 años, estudia Management y Tecnología

“Estudio por el dinero, pero también porque me gustaría trabajar como mujer de negocios. Quiero construir en Sudán o algo parecido. Estudio en Ahfad porque esta universidad es muy buena en todos los sentidos”.

Doha Hussein, 20 años, estudia Dirección de Sistemas de Información

“La mujer en Sudán es libre, aunque los hombres lo controlan todo. La libertad de la mujer depende de la sociedad, de la familia, de su forma de pensar, pero en la ciudad tenemos más libertad. En las zonas rurales la educación de la mujer no es así, la mujer está controlada por el marido, tiene que estar en casa. La educación es la llave de nuestra libertad, te hace más independiente”.

Sarah Ossama, 20 años, estudia Management y Tecnología

“La Universidad Ahfad favorece el desarrollo personal y eso nos permite contribuir al desarrollo del país. Ahfad te hace igual a los hombres. Aquí encontramos comprensión y libertad. Es cierto que hay chicas que se casan y abandonan las clases, pero también hay chicas que se han casado, tienen hijos y completan sus estudios”

Doha Mahmud, 20 años, estudia Management y Tecnología

“Estudio Dirección porque me gusta y me puede permitir moverme por el mundo. La educación es importante, te da trabajo, conocimiento, te permite educar a tus hijos. Mi familia me apoya. Me gusta ganar dinero, pero quiero hacer algo por mi país. El conocimiento permite el desarrollo de un país”.

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