Sudán niega las acusaciones libias de “armar a grupos terroristas”

Por Mohamed Sahli
Foto: Una columna de humo provocada por el incendio de un depósito de gasolina en Trípoli.
Las autoridades libias acusaron a Sudán, situado en el noreste de África, de entregar armas a las milicias islamistas que han combatido durante semanas a grupos rivales en el aeropuerto internacional de Trípoli.Los dirigentes de Jartum negaron las acusaciones y afirmaron que “Sudán no tiene ningún interés en intervenir en los asuntos internos de Libia”, según dijo el Ministerio sudanés de Asuntos Exteriores. Jartum hizo saber que el avión sudanés interceptado en Libia realizaba una misión de apoyo a las fuerzas sudanesas y libias que controlan la frontera común y no se dirigía al aeropuerto de Trípoli. “El Gobierno acusa a Sudán de injerencia en los asuntos del Estado libio y de armar a grupos terroristas. Y pide a Jartum la repatriación de su agregado militar en Libia, porque lo considera una persona non grata”, hicieron saber las autoridades libias a través de un comunciado oficial. Libia se ha visto en la obligación de pedir ayuda internacional para hacer frente a la violencia desatada por grupos armados rivales y al terrorismo. El Gobierno libio denunció la entrada de un avión sudanés en su espacio aéreo que no pidió previamente autorización a la Oficina Libia de Aviación Civil. Además, Trípoli aseguró que el avión sudanés interceptado iba cargado de municiones destinadas a las milicias islamistas que no reconocen la legitimidad de las autoridades del país. Según el comunicado oficial, el avión interceptado por las autoridades libias se dirigía al aeropuerto de Maitiga, en Trípoli, que está en manos de grupos islamistas armados desde el pasado 22 de agosto. Los dirigentes de Jartum negaron las acusaciones y afirmaron que “Sudán no tiene ningún interés en intervenir en los asuntos internos de Libia”, según dijo el Ministerio sudanés de Asuntos Exteriores. Jartum hizo saber que el avión sudanés interceptado en Libia realizaba una misión de apoyo a las fuerzas sudanesas y libias que controlan la frontera común y no se dirigía al aeropuerto de Trípoli.
 
Unidad contra el Estado Islámico
Por otra parte, el jefe de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, hizo un llamamiento a los dirigentes árabes para que impulsen un frente común contra los terroristas yihadistas del Estado Islámico (EI), que siembran el terror en Irak y Siria y se han convertido en un grave peligro para la región y el mundo occidental. “Los ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes se han puesto de acuerdo para tomar las medidas necesarias para hacer frente a los grupos terroristas y también al Estado Islámico”, comunicó Nabil al-Arabi durante una rueda de prensa celebrada en El Cairo. Según la Liga Árabe, las medidas tienen que ser policiales y judiciales, para también políticas e ideológicas, porque el EI y otros grupos yihadistas compaginan el terror con la intoxicación y la manipulación de sectores sociales  descontentos con su situación, sobre todo en la juventud. El organismo regional no contempla, sin embargo, una alianza de los países árabes con Estados Unidos y Europa para combatir el yihadismo. 
 
 
 
 

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