Un colectivo saharaui se solidariza con jóvenes de Tinduf en huelga de hambre y denuncia al Polisario

Paco Soto 

Pie de foto: Instalaciones del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

La Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH), un colectivo crítico con los dirigentes del Frente Polisario, que defienden la independencia del Sáhara Occidental, manifestó en un comunicado su solidaridad con un grupo de 54 jóvenes saharauis que se encuentran en huelga de hambre desde el 29 de agosto, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Según un portavoz de este grupo, la mayoría de los jóvenes llegaron a Madrid procedentes de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Sáhara argelino), y solicitaron asilo político a las autoridades españolas. La ASADEDH mostró su “solidaridad con los saharauis solicitantes de asilo político o estatuto de apátridas retenidos desde el pasado día 25 de agosto 2017 en el aeropuerto madrileño Madrid-Barajas y que desde el martes 29 de agosto se encuentran en huelga de hambre”. Asimismo, el colectivo pro derechos humanos denunció “que en el plazo de 48 horas pueden ser repatriados en contra de su voluntad, lo que supondría un grave riesgo a su INTEGRIDAD física si son devueltos al aeropuerto de origen Houari Bumedian de la capital Argelina, Argel”.

Según esta organización, “el éxodo masivo de la población saharaui, sobre todo de la juventud residente en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), es fruto de la política del Polisario y del país de acogida (Argelia), que hasta ahora han rechazado cualquier censo de esta población por parte de ACNUR para que tengan un estatuto de refugiados de dicha población internacionalmente reconocido”. “El otro motivo de este éxodo –recalcó la ASADEDH- es la desesperación, sobre todo en la juventud”. El colectivo condenó a “los dirigentes del Polisario” que se han beneficiado del “desvío de las ayudas humanitarias destinadas a los habitantes de los campamentos, tal como ha sido constatado y denunciado en varios informes de entidades neutras, entre ellas la misma Comisión Europea”. Por todos estos motivos, la ASADEDH hizo “un llamamiento a todas las entidades y organismos defensores de los derechos humanos y en especial al Defensor del Pueblo, a la Oficina de Atención al Refugiado y ACNUR para que se paralicen las deportaciones forzosas ya que los solicitantes corren un verdadero peligro a su regreso a Argel”.

Pie de foto: Una vista de los campamentos de Tinduf, en el Sáhara argelino.

Amenazados en Argelia

Lo saharauis, que tienen entre 18 y 35 años, iniciaron la huelga de hambre porque a 41 de los mismos les fue denegado el asilo y uno fue expulsado. “Somos 54 saharauis que llevamos en huelga de hambre desde ayer [el 29 de agosto] al mediodía hasta el momento, sin comida y sin agua”, explicó a EFE uno de los demandantes de asilo, Saad Asman, quien precisó que hasta ahora nadie se ha interesado por el estado de salud del grupo. El mismo saharaui declaró que las condiciones de retención son muy precarias, y lamentó que la Policía les hubiera dicho: “Así no van a resolver nada”. 52 de estos saharauis proceden de los campos de refugiados de Tinduf, y los otros dos provienen de Cuba, donde se han graduado en Medicina. “Muchos de ellos son estudiantes que prefieren estar en huelga de hambre, aunque lo pasen mal y sean detenidos en España, antes que arriesgar su vida y ser devueltos a Argelia, donde están amenazados”, contó Saad Asman. En España, los colectivos de apoyo al Polisario niegan categóricamente que este movimiento amparado por Argel viole continuamente los derechos humanos de la población saharaui refugiada en Tinduf, impida la existencia de otras fuerzas políticas y gobierne los campamentos de manera arbitraria y antidemocrática. Estos colectivos tienen el apoyo incondicional de Podemos e Izquierda Unida (IU) en el terreno político, y gracias a la complicidad de algunos periodistas han conseguido crear un manto de silencio sobre las tropelías cometidas por los jefes del Polisario en los campamentos de Tinduf. Cualquier crítica es interpretada por los amigos del Polisario como una campaña de intoxicación de los servicios secretos marroquíes.

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