Una mujer se hace cargo del liderazgo de la revuelta del Rif

Paco Soto

Pie de foto: Nawal Ben Aïssa, la nueva líder de la revuelta del Rif, en compañía de Nasser Zafzafi.

La revuelta popular que estalló hace seis meses en la ciudad de Alhucemas y se extendió después a otras poblaciones del Rif, en el norte de Marruecos, ya tiene otro líder. Tras la detención de Nasser Zafzafi, acusado de “atentar contra la seguridad del Estado” y otros delitos graves, una mujer, Nawal Ben Aïssa, se ha hecho con las riendas del descontento social rifeño, que se expresa a diario, sobre todo por las noches tras la ruptura del ayuno del Ramadán, con manifestaciones, sentadas y otros actos de protesta. En muchos casos, los protagonistas de las protestas, en su mayoría jóvenes víctimas del desempleo, la pobreza y la ‘hogra’ (el desprecio y la arbitrariedad de los poderosos), se enfrentan a las fuerzas de seguridad. Para el diario francés ‘Le Monde’, Nawal Ben Aïssa es “una figura que se consolida en la contestación en el Rif marroquí”.

Esta mujer de 36 años, rubia y de pelo largo, se ha convertido en muy poco tiempo en una líder que arenga a la población de Alhucemas, sobre todo en el barrio de Sidi Abed de la ciudad rifeña. “Me dirijo a todos ustedes los marroquíes; el Rif está sangrando. El Estado nos oprime. Todos los derechos de los rifeños están pisoteados”, declaró Nawal Ben Aïssa en una marcha. Los asistentes al acto de protesta aplaudieron y corearon consignas contra el poder más reaccionario del país, el majzén, la miseria, la opresión que ejercen los poderosos y a favor de la libertad y la autonomía del Rif, territorio rebelde desde hace décadas. La activista femenina anunció a los manifestantes: “Vamos a seguir luchando contra esta injusticia. Pueden detener a todos los militantes, jóvenes y mujeres que quieran, pero no vamos a bajar los brazos”.

Origen social humilde

Muchos observadores políticos se preguntan si esta joven carismática es el nuevo líder del ‘hirak’ (movimiento) que se extiende por el Rif. Es muy probable. Nawal Ben Aïssa no es una revoltosa de origen burgués de Rabat o Casablanca, sino una rifeña que pertenece a las capas populares. Es madre de cuatro niños que tienen entre 4 y 13 años; es una luchadora que no se asusta ante las dificultades. En la práctica, se ha convertido en portavoz del movimiento popular rifeño. También quiere ser la portavoz de las mujeres del Rif, según dijo a varios periodistas en una rueda de prensa celebrada en Alhucemas el pasado 31 de mayo. En el Rif, como en el resto de Marruecos, las mujeres sufren mayores problemas que los hombres por el mero hecho de su condición. Siglos de opresión han convertido a las mujeres marroquíes en seres de segunda clase que tienen que aguantar muchas injusticias.

Pie de foto: Nawal Ben Aïssa en una protesta en el Rif.

Admiradora de Abdelkrim

Nawal Ben Aïssa es consciente de esta dramática situación, y se rebela contra dicha realidad. “No pertenezco a ningún partido, asociación o sindicato”, aseguró la nueva líder del Rif ante un nutrido grupo de periodistas marroquíes y extranjeros que no paraba de hacerle preguntas. Viste como cualquier mujer de su edad en un país europeo: pantalón vaquero y camiseta. Admira a Abdelkrim El-Khattabi, jefe político y militar rifeño que fundó y dirigió la República del Rif entre 1923 y 1926 y peleó valientemente contra los colonialismos español y francés en el norte de su país, donde España estableció un Protectorado. La joven activista se unió al movimiento de protesta durante las movilizaciones de mujeres enfermas de cáncer. En la rueda de prensa del 31 de mayo contó que en Alhucemas “no tenemos hospitales capaces de curar a mujeres con cáncer de mama. He conocido a muchas mujeres en esta situación. Mujeres que para cualquier análisis tienen que pagar 100 dirhams (unos nueve euros). Por eso he querido ser la voz de estas mujeres, para ayudar a mis conciudadanas”.

Pie de foto: Una manifestación por las calles de Alhucemas.

Un territorio conservador y machista

Sabe que “el Rif es un territorio conservador y machista”, lo que no significa que “las mujeres no puedan salir a la calle y reivindicar” una vida mejor. Y esta vida mejor para las mujeres y todos los rifeños pasa por conseguir más trabajo e inversiones de tipo social: escuelas, universidades, hospitales... Hija de una familia de seis hijos, Nawal Ben Aïssa, que no pudo ir a la universidad y está casada con un taxista, sabe de lo que habla cuando se refiere a los problemas sociales y económicos que sufren los rifeños y el resto de los marroquíes de las capas populares más desfavorecidas. También sabe que muchos hombres han sido detenidos por la Policía, y por eso mismo destaca la activista que “las mujeres no tenemos otra opción que participar activamente en las protestas callejeras. Tenemos que apoyar a nuestros maridos y ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos”. Su esposo y sus padres apoyan su lucha, pero sufren por ella, porque no quieren que acabe en un calabozo.

Apoyo familiar

“Mi marido y mis hijos saben que estoy luchando por una vida más justa en el Rif”, recalca la nueva líder del movimiento popular. En su página de Facebook, Nawal Ben Aïssa llama a la huelga general en el Rif y pide la liberación de todos los detenidos. Son una veintena, según la fiscalía provincial de Alhucemas; unos 40, sostiene la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). La joven activista está convencida de que “los medios del mundo entero nos miran”. Por eso mismo, esta mujer de principios firmes ha pedido más de una vez a los contestatarios que no utilicen la violencia, que sean pacíficos y den buena imagen del ‘hirak’. De momento, actúa en libertad. ¿Hasta cuándo? Esta es la pregunta que se hacen muchos analistas y periodistas marroquíes y extranjeros. 

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