Amor y poder, motores de la historia
Además de los grandes historiadores e investigadores de los múltiples hechos, aspectos y facetas del pasado de los pueblos, hay que agradecer siempre la labor de los divulgadores.
Estos siempre han colmado las legítimas ansias de todo tipo de gentes por saber detalles de la vida de quienes regían y condicionaban su destino, con especial hincapié en lo que podrían llamarse sus “debilidades” o, simplemente, aquellas peripecias personales que pudieron influir más o menos decisivamente en el devenir de toda la nación.
La literatura está repleta de poesías, romanceros y novelas sobre tantos y tantos detalles de la vida de los personajes más poderosos. En un pasado más reciente, uno de los grandes “monstruos” de la radio, el leonés Luis del Olmo, encumbró a un pionero en la renovación de la divulgación, Carlos Fisas, cuyo espacio dentro de aquel mítico programa llamado “Protagonistas”, “Historias de la Historia”, se convertiría en una larga colección de libros.
A esa saga de divulgadores se incorpora ahora el gallego Santiago Ogando, autor de “Romances y Cuernos Reales” (Ed. Harper Collins, 253 págs.). Aunque su campo profesional es la Medicina, acumula ya un trienio de su popular cuenta de Instagram @historiasporlahistoria, desde la que está consiguiendo despertar la curiosidad, la afición y hasta la adicción de jóvenes generaciones por adquirir el conocimiento de la historia de su país a través de los personajes que la encabezaron.
Componen el libro seis relatos, que abarcan a muy grandes rasgos quince siglos de la historia de España, comenzando por Gala Placidia, hermana del emperador romano Honorio, y Ataúlfo, el primer rey visigodo, secuestrador y esposo de aquella. La España goda se vería también sacudida por las tensiones entre Leovigildo, Gosvinta, Hermenegildo e Ingunda, una lucha sin cuartel por el poder entre abuela y nieta.
El libro obvia los casi ocho siglos de presencia y dominación musulmana en la Península, una veta que a buen seguro el autor explotará en futuros relatos, y se planta en el matrimonio prohibido entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, relación que marcará los destinos de España y el mundo, al menos durante los siguientes tres siglos.
El amor imperial de sus nietos, Carlos I e Isabel de Portugal, llevaría el poder y la influencia de la Corona española a todos los confines de la Tierra. El quinto relato lo dedica a Fernando VII y las cuatro desdichadas esposas del que fuera llamado por el generoso pueblo español El Deseado. “El desamor marcado por la sangre” de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, bisabuelos del actual rey Felipe VI, compone el sexto y último capítulo que, como en las novelas, series o relatos por entregas, deja al lector con ganas de que llegue la próxima temporada.
Santiago Ogando, médico especializado en neurología, descubrió la historia al colmar su curiosidad por su propia historia familiar, el pasado y las costumbres de la zona en torno a su Vigo natal. Y confiesa haber ido comprendiendo, a partir de esa investigación, la importancia que sobre todo ello tuvo la deriva histórica de España entera, y, por ende, la de su monarquía y la de los reinos que la precedieron. “Y así fui descubriendo aspectos cada vez más cautivadores sobre la vida y obra de los reyes y reinas de nuestro país”. Son historias de amor y poder, a fin de cuentas, los dos motores que impulsan y definen la historia de los pueblos.