Atrapar el espíritu… sin segundas intenciones

Testigos de la discriminación, el racismo y el apartheid, Consuelo Kanaga y David Goldblatt muestran sus instantáneas en la Fundación Mapfre dentro de la sección oficial de PHotoESPAÑA 

La norteamericana Consuelo Kanaga (1894-1978) “fue la primera fotógrafa de prensa, una persona muy adelantada a su tiempo”. Así la definió su amiga y también fotógrafa Dorothea Lange, que, al igual que Imogen Cunningham, Louise Dahl-Wolfe, Alma Lavenson, Tina Modotti y Eiko Yamazawa, buscó consejo y ayuda profesional en una sociedad en la que si ya era difícil para los negros, lo era aún mucho más si a ello unías la condición de mujer.  

Kanaga está considerada una pionera del fotoperiodismo, al dotar de un contenido más amplio que el meramente testifical a sus documentos gráficos para el San Francisco Chronicle o el Daily News desde 1915. 

En Estados Unidos, como respuesta al racismo imperante, comenzaron a surgir desde finales del siglo XIX, en ciudades como San Francisco, Washington o Nueva York, revistas y novelas creadas por hombres y mujeres negros. Este auge literario supuso el precedente de lo que se conoce como movimiento “Nuevo Negro”, que surge en Harlem, Nueva York, entre 1920 y 1930, y que dio también nombre a la antología más completa sobre esta corriente cultural, realizada por Alain Locke, considerada en su momento como “el fundamento del canon negro”. A él se vinculó Kanaga a través de sus relaciones personales y de su trabajo fotográfico, reivindicando una redefinición de la identidad afroamericana.  

Su exposición en la Fundación Mapfre de Madrid, bajo el título “Consuelo Kanaga: atrapar el espíritu”, recorre las seis décadas de esta figura fundamental en la historia de la fotografía moderna. Organizada a partir de la colección del Brooklyn Museum, que ha velado por la conservación de su archivo, su comisario, Drew Sawyer, ha seleccionado 180 fotografías y diverso material documental. A la vez que recorre y contextualiza el trabajo de Kanaga y presenta algunas de sus imágenes icónicas, incide también en el papel de la fotografía en la representación del mundo afroamericano, con una espléndida galería de retratos y una buena muestra de lo que ha dado en llamarse fotografía obrera.

Simultáneamente, la Fundación presenta también una gran exposición del sudafricano David Goldblatt (1930-2018), que dedicó toda su vida a documentar su país y sus gentes. Conocido por sus sutiles retratos de la vida bajo el apartheid, la total segregación por razas, su obra, de una amplia diversidad temática, resulta hoy imprescindible para entender lo que, sin duda, representa uno de los procesos y periodos más dolorosos de la historia contemporánea.  

Nieto de refugiados judíos lituanos, David Goldblatt fue el primer sudafricano en exponer de forma individual en el MoMA de Nueva York, y está reconocido como uno de los grandes artistas por Alemania, Francia, EE. UU. y su propio país, Sudáfrica.

Destaca en la exposición una de sus cualidades más apreciadas, la aparente tranquilidad que muestran sus imágenes. Goldblatt huyó de los aspectos más escabrosos que se producían cada día bajo el régimen de apartheid. Y así, en esa representación de la vida cotidiana “donde no pasaba nada”, se incitaba al espectador a que sacara sus propias conclusiones. El contenido estaba implícito en la aparente tranquilidad y en los pies de foto tan precisos que acompañan a la imagen, y en donde se muestran las manifestaciones cotidianas de racismo, así como el expolio económico, social y político de la población negra bajo el dominio blanco.  

Ciertamente, la condición de Gooldblatt de hombre blanco le permitía mayor libertad de movimientos. A principios de los años 1970 publicó un anuncio por palabras: “Me gustaría fotografiar gratis a personas en sus casas (…) Sin segundas intenciones”. Sin embargo, esta imparcialidad profesada por el autor escondía una perspectiva crítica hacia el pueblo, la historia y la geografía de su país.  

La muestra reúne unas 150 obras de varias de sus series para mostrar la continuidad del trabajo del artista. También ofrece por primera vez un diálogo con la obra de otros fotógrafos sudafricanos entre una y tres generaciones posteriores al autor, como Lebohang Kganye, Ruth Seopedi Motau y Jo Ractliffe.

Comisariada por Judy Ditner, Leslie M. Wilson y Matthew S. Witkovesky, la exposición está coorganizada por The Art Institute of Chicago y la Yale University.  

Ambas exhibiciones forman parte de la sección oficial del Festival PHotoESPAÑA, y estarán colgadas hasta finales de agosto.