Ciudad Adentro en la Galaxia Rural
Es muy posible que remita el gran éxodo de la ciudad al pueblo y al mundo rural desencadenado por la pandemia. El teletrabajo propició este masivo desplazamiento, del que al final quedará su esencia tras los retornos y ajustes que ya se están imponiendo. Pero, no cabe duda de que aquel fenómeno creó nuevos nexos entre ideas y personas, espacios y tiempos, proponiendo intuiciones que nos adentran en la experiencia de la ciudad en el escenario distópico postpandemia que caracteriza la llamada Galaxia Rural de la Tecnociudad.
Pero, aquel periodo se caracterizó sobre todo por un aumento desaforado del control sobre las personas, sometidas a menudo a la paradoja de creerse más libres que nunca merced a las posibilidades y dominio de la tecnología. Así lo refleja la vida Adentro en la Tecnociudad, donde la máxima libertad convive con la pérdida de toda intimidad, como si el dios de la tecnología pudiera penetrar hasta el más secreto rincón de nuestra mente, y que ha sido traducida a conceptos.
La exposición sigue el simbolismo del número 3, como hizo Dante Alighieri en su Divina Comedia, y así el visitante recorre la muestra apoyado en las trayectorias ejemplares de tres magisters: un filósofo, un músico y una escritora, los guías/gurús/sherpas que nos conducen ciudad adentro. Ellos son Javier Echeverría (Pamplona, 1948), Llorenç Barber (Aielo de Malferit, Valencia, 1948) y Noni Benegas (Buenos Aires, Argentina, 1947).
Todo gira en torno al concepto de interactividad social y cultural en los procesos de innovación política y de comunidad, pero esta vez revisado desde la perspectiva de la expresión cultural como motor de la formalización de dichos procesos. Todo ha sido brutal: el escenario post COVID-19 y sus secuelas de bio-tecno-vigilancia y establecimiento de controles sobre el ciudadano antes nunca vistos; la crisis del cambio climático y nuestra relación con el planeta; el fantasma de la guerra que cabalga de nuevo junto a otros jinetes del apocalipsis, todo ello nos sitúa de lleno en un entorno tecnológico paradójico.
“Ciudad Adentro es una exposición de nuevo tipo, que nos ofrece la oportunidad de rediseñar nuestro tiempo, donde la osadía del arte público tal vez consista en ralentizar nuestro ritmo”, nos manifiesta José Tono Martínez, comisario de la misma, que cree que también es un tiempo de oportunidad para recuperar espacios olvidados de intensidad y de intimidad, de lectura y escucha, e incluso para recobrar nuevas alternativas de creación y realización personal, de convivencia y de trabajo, construyendo desde abajo hacia arriba, desde lo pequeño hacia lo grande.
A su juicio, el rasgo más original de la exposición es sin duda que no se centra en la obra per se, sino en una alegoría que permite establecer mapeos de sentimientos en la vida ciudadana, incorporando reflexiones que incluyen los conceptos de bienestar, disonancia, tecnonomadismo, disfrute y creación, inspiración y éxtasis, felicidad y celebración como fiesta comunal. Una exposición que al fin y a la postre “nos permite ver de dónde venimos y hacia dónde vamos”.
La muestra, que ocupa la primera galería norte del Palacio de Comunicaciones en la Plaza de Cibeles de Madrid, permanecerá expuesta hasta el 18 de diciembre.