El director del Instituto Cervantes cierra su viaje a Líbano con una "emocionante" visita a la base Miguel de Cervantes
El director del Instituto Cervantes visitó este jueves visitó en Marjayoun (Líbano) la base Miguel de Cervantes, cuyos militares imparten clases de español a la población libanesa, para lo cual reciben formación previa por parte del Instituto. Como broche final a un viaje de trabajo de cuatro días por el país de los cedros, Luis García Montero conoció in situ la labor humanitaria que desempeña esta base, integrada en la Fuerza Internacional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), tras lo cual declaró sentirse "orgulloso de ser español y de representar una lengua con más de 500 millones de hablantes".
Casi 600 militares formados por el Instituto Cervantes han enseñado la lengua española a unos 6.000 alumnos libaneses desde que empezaron con este cometido humanitario en el año 2007. El Programa Cervantes llega a más de 30 centros diferentes (colegios, ayuntamientos, lugares de culto, centros sociales, etc.) repartidos por una veintena de localidades del sur del Líbano.
Antes de enseñar lengua española (y también los valores y costumbres de nuestra cultura), los militares reciben unos cursos formativos del Instituto, ya que seis de cada 10 (oficiales, suboficiales y tropa) carecen de experiencia docente previa.
García Montero agradeció el trabajo que llevan a cabo en la base para enseñar la segunda lengua de comunicación internacional. "Hoy es especialmente emocionante", dijo. "Gracias a esta colaboración, un idioma es un lugar para sentir, para convivir". Por eso, declaró sentirse "orgulloso de ser español y del trabajo que se está realizando en este lugar del sur del Líbano que es el centro del mundo, como todos los lugares lo son por el hecho de ser humanos".
Para el máximo responsable del Cervantes, "la idea de colaborar con el Ministerio de Defensa fue muy buena y hay muchos motivos para continuarla". "Es emocionante ver los frutos prácticos del programa", agregó.
El general de Brigada José Antonio Miragaya, jefe del sector Este de UNIFIL, y el comandante Romero, encargado de cooperación cívico-militar, explicaron a la delegación del Instituto la misión que desempeñan. Destacaron su importancia, no solo por enseñar español, sino porque permite tener interacción y mejorar la comunicación con la población local.
Los profesores y alumnos han ido aumentando año tras año, y en 2019 se alcanzó la cifra de 481 estudiantes libaneses de español (212 hombres y 269 mujeres). En 2020 las clases presenciales se suspendieron por la pandemia y las restricciones de movilidad, pero prevén que puedan reanudarse el próximo verano.
Los militares españoles reciben desde 2016 la formación en España antes de desplegarse por aquel país, ya que esto resulta logísticamente más eficaz. Antes, hasta 2015, la formación se realizaba en el propio Cervantes de Beirut y en la sede de la institución en Alcalá de Henares (Madrid). En 2020 y 2021 la formación se ha realizado en línea debido a la pandemia. Una vez en la zona, los militares pueden seguir recibiendo apoyo del equipo docente del Instituto Cervantes de Beirut.
Los estudiantes aprenden español de forma gratuita (normalmente sin conocimiento previo alguno) con los militares voluntarios, y los que pueden, se matriculan después en los cursos que ofrece el centro beirutí del Cervantes. También hay intérpretes de la base de la ONU que han aprendido español con el Programa Cervantes, que el Ministerio de Defensa creó en 2005 para promover la enseñanza del español en los países no hispanohablantes donde España tiene destacamentos en misión internacional de paz, como es el caso del Líbano.
La visita a la base Miguel de Cervantes incluyó una charla con profesores y alumnos de español llegados de diferentes pueblos y escuelas. Todos ellos agradecieron la posibilidad de aprender un idioma que les interesa y el intercambio cultural que esto genera entre España y el Líbano.
García Montero inauguró además la exposición fotográfica presencial ‘En primera línea’, del reportero gráfico Diego Ibarra Sánchez, que asistió al acto. La muestra reúne imágenes relacionadas con el lema "Cómo afectan las guerras a la educación", fruto de su trabajo en países como Afganistán, Nigeria, Libia, Tanzania, Nepal, Colombia, Siria, Turquía, Ucrania o Irak. La exposición se pudo ver de manera virtual en el Instituto Cervantes beurutí la pasada primavera, y puede verse en este enlace.
Con este acto se cierra el viaje de trabajo que han realizado al Líbano el director del Instituto Cervantes, acompañado por la secretaria general, las directoras Académica y de Cultura y el director de Relaciones Internacionales.
El interés por el español está registrando una notable expansión en el pequeño país de Oriente Medio, donde el Instituto Cervantes cuenta con el centro situado en Beirut, más un aulario en Kaslik y una extensión en Trípoli. Además, se abrirá otra extensión en la localidad de Baalbek, según anunció el martes García Montero.
En el curso 2019-2020, el Cervantes en Líbano sumó 943 alumnos y 1.856 matrículas para estudiar español en alguno de los 204 cursos generales o especiales que se impartieron.
En cuanto a la docencia reglada (en colegios y universidades, la mayoría de los cuales son privados y bilingües), el español es una de las lenguas extranjeras más enseñadas en el Líbano.
En la enseñanza media y secundaria, la asignatura de lengua española figura en los planes de estudio de la mayoría de los centros educativos privados, sobre todo en el sistema educativo francés, donde es posible estudiar español en todos sus niveles y etapas. En la mayoría de las escuelas libanesas con bachillerato francés, el español es la lengua más demandada en la secundaria. De hecho, el número de alumnos matriculados en español duplica o casi triplica al de alumnos de otras lenguas como italiano o alemán. Respecto al ámbito universitario, la mayoría de las universidades ofrecen lengua española como asignatura optativa.
España es un país que goza de simpatías y buena imagen entre la población libanesa. Es muy apreciado como destino de vacaciones privilegiado y se valoran tanto su cultura mediterránea como su gastronomía, deportes de masas, moda, las series españolas de televisión, que son muy populares, o la música, principalmente el pop, salsa o reguetón.
Enviado por José Antonio Sierra, asesor de Hispanismo