Eterna candidata al Nobel de Literatura, pionera en la lucha por la igualdad y activista contra la violencia amparada en la tradición o la religión murió a los 89 años

Muere Nawal El Saadawi, la voz del feminismo árabe más destacada del último siglo

Muere Nawal el Saadawi la voz del feminismo árabe más destacada del último siglo

La escritora, militante feminista y doctora egipcia Nawal El Saadawi, figura destacada de la emancipación femenina en el mundo árabe, falleció el domingo a los 89 años tras una larga enfermedad, fue durante décadas una figura controvertida en Egipto, pero reconocida internacionalmente por su prolífica carrera como escritora y su incasable lucha por los derechos de la mujer, que la llevaron incluso a la cárcel y al exilio. 

El Saadawi nació en 1931 en el seno de una acomodada familia en la pequeña localidad de Kafr Tahla, en el Delta del Nilo, donde empezó a desarrollar su pensamiento y escribió sus primeros textos feministas a los 13 años en un diario que guardaba debajo de su cama, al ver la discriminación entre alumnos y alumnas en su colegio. Se licencio en Medicina en la Universidad de El Cairo en 1955. Considerada la “Simone de Beauvoir árabe”, dedicó buena parte de su vida a trabajar como psiquiatra y lectora universitaria. El Saadawi libró un feroz combate contra la mutilación genital femenina en Egipto y el mundo, desatando una tormenta de críticas y condenas de la clase política egipcia. 

Su temperamento férreo contrastaba con su frágil figura, su elegante cabello blanco y su cálida sonrisa, hablaba sin tapujos criticando abiertamente tanto el sistema patriarcal como el capitalista. La prolífica obra de El Saadawi, cuya parte más destacada gira en torno a una profunda crítica del patriarcado, el capitalismo y la religión y su activismo político han tenido una honda influencia en las últimas cinco décadas y ha sido reconocida en numerosos premios nacionales e internacionales. La autora egipcia también abordó cuestiones sensibles, como la sexualidad, la identidad o el colonialismo.

Autora de más de cincuenta libros, traducidos a unos treinta idiomas, en los que se pronunció contra la poligamia, el uso del velo, la desigualdad de derechos de herencia entre hombres y mujeres en el islam y, sobre todo, la ablación femenina, que afecta a más del 90% de las mujeres egipcias. luchó durante mucho tiempo por los derechos de la mujer y contra el patriarcado en el mundo árabe. 

Su franqueza y su atrevimiento en cuestiones consideradas tabú por una sociedad egipcia mayoritariamente conservadora le han acarreado problemas con las autoridades, las instituciones religiosas y los islamistas. En el pasado, fue acusada de apostasía y de socavar el islam. 

Su primer libro, titulado "La mujer y el sexo", fue una de sus obras más controvertidas, en la que abordó el "miedo" de la sociedad hacia el cuerpo de las mujeres y el intento continuo de controlarlo bajo pretextos religiosos o políticos. Esa obra fue censurada en Egipto y El Saadawi fue despedida de su trabajo y la Asociación de Cultura Sanitaria que fundó fue clausurada: "Todo ello por atreverme a escribir sobre las desgracias privadas y públicas, corporales e intelectuales de las mujeres", según relata en uno de sus libros. En 1981 fue encarcelada y acusada de "crímenes contra el Estado", después de criticar el régimen del expresidente Anwar al-Sadat y el sistema capitalista. Entre rejas escribió su novela más destacada; "La caída del Imán", en la que denunciaba como los hombres utilizan la religión, la política y la moral para controlar a las mujeres. 

Eterna aspirante al Premio Nobel de Literatura, la polémica autora de “Mujer en punto cero: los dos lados del poder”. Fue directora de Salud Pública en su país, consejera de la ONU para el programa Mujeres en África, fundadora y líder de la Asociación de Solidaridad con las Mujeres Árabes y cofundadora de la Asociación Árabe para los Derechos Humanos. Pero tuvo que publicar sus libros en el Líbano cuando fueron censurados en Egipto y exiliarse tras ser encarcelada y acusada de revolucionaria. Aunque volvió al país en 2011, su obra sigue prohibida en Egipto. En el 2005 fue premiada con el Inana International Prize en Bélgica, un año después de que recibiera el premio Norte-Sur del Consejo de Europa. En el 2020, Time Magazine la incluyó en su edición de las 100 Mujeres del Año.

Abandonó Egipto en 1993, tras recibir amenazas de los islamistas, se refugió en Estados Unidos, donde trabajo como escritora residente durante tres años en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, y donde creó la asignatura "Creatividad y Rebeldía". Regresó a Egipto, en 2005, tratando de postularse a las elecciones, pero sin mucho éxito. 

La persecución de las ideas de El Saadawi no se detuvo tampoco con su regreso a Egipto en 2007, tuvo que enfrentarse a otro juicio tras ser acusada de apostasía y herejía por la Universidad de Al Azhar, considerada una de las instituciones teológicas más prestigiosas del islam suní. 

Poco antes de que estallara la revolución que en 2011 derrocó al exdictador Hosni Mubarak participó en las protestas de la primavera árabe, y en los últimos años se dedicó a seguir difundiendo su pensamiento. Más tarde fue criticada por apoyar el golpe de Estado militar de 2013, y por brindar su apoyo, al hoy presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi. 

La vida de Nawal El Saadawi estuvo marcada por un sinfín de piedras que fue esquivando en un arduo camino del que no pretendió nunca desprenderse, puesto que reforzaba su convicción de que "las mujeres deben movilizarse en defensa de los derechos humanos". Y es que para El Saadawi "la revolución empieza en la mente" y "necesita conocimiento". En su opinión el movimiento feminista tenía que ser global: "Las mujeres estamos todas en el mismo bote", reivindicaba, "la opresión a la mujer es universal; la ejerce el sistema patriarcal, económico y religioso". El Saadawi es reconocida como una de las mujeres que más ha batallado, con influencia real, tanto por la libertad femenina como por la justicia y la democratización de la sociedad musulmana.