El enfrentamiento de las selecciones viene marcado por el no reconocimiento de España del país kosovar

España-Kosovo: un partido con tensiones diplomáticas

AFP/ARMEND NIMANI - Los jugadores de la selección nacional de fútbol de Kosovo en una sesión de entrenamiento en Pristina

La selección española de fútbol se enfrentará mañana miércoles al equipo nacional de Kosovo en un partido que servirá para acercarse o no al Mundial que se celebrará en Qatar en 2022. El conjunto de Luis Enrique viene de ganar a Georgia en un partido que dejó malas sensaciones, a pesar de los tres puntos logrados gracias a los goles de Ferrán Torres al inicio de la segunda parte y, sobre todo, al golazo de Dani Olmo – con la inestimable ayuda del guardameta georgiano, Giorgi Loria – sobre la bocina para poner el 1-2 definitivo en el marcador. Un juego aburrido y horizontal que no permite ser optimista acerca de una selección que aspira a pelear de tú a tú con las mejores selecciones del continente en la Eurocopa que tendrá lugar en menos de tres meses. 

El seleccionador tiene una tarea complicada no sólo de cara al partido de Kosovo, sino al futuro de un conjunto que todavía no tiene las piezas necesarias para jugar a lo que quiere Luis Enrique, ni el propio entrenador sabe del todo a qué quiere hacer jugar a sus jugadores. Talentos del nivel de Pedri, Bryan Gil o Ansu Fati, en el caso de que consiga superar su lesión de menisco, necesitan un proyecto que pueda competir con las mejores selecciones del mundo. Estos jóvenes que parecen destinados a protagonizar las portadas de la prensa deportiva internacional de aquí a no mucho tiempo, necesitan un equipo que explote al máximo sus virtudes y, de momento, la España de Luis Enrique no parece ser el conjunto más indicado ni para ellos, ni para pelear con las Francia, Alemania, Portugal o Inglaterra que tan fuerte vienen pisando. 

El partido contra la selección kosovar tiene una doble complejidad. El enfrentamiento entre España y Kosovo no queda dentro del terreno de juego. Desde el Gobierno español no se ha reconocido al país que logró su independencia de forma unilateral en el año 2008. Dentro de la Unión Europea son cinco países los que aún no han reconocido Kosovo como un Estado independiente: Grecia, Rumanía, Eslovaquia y Chipre, además de España. La declaración unilateral de independencia a Serbia por parte de los kosovares hace imposible que un país como el español reconozca su soberanía, debido al conflicto catalán. 

El hecho de reconocer a Kosovo desataría un nuevo terremoto político en España ya que, desde los sectores separatistas de Cataluña, las exigencias de independencia sufrirían una escalada que agitaría más aún – y mira que es difícil – el panorama político del país. Si ya la situación en las últimas fechas se ha venido complicando a causa de las mociones de censura de la Región de Murcia y Castilla y León, el reconocimiento de un país que logró su independencia de forma violenta y unilateral terminaría por dinamitar una situación que, con el paso de las semanas, continuará tensándose a medida que se acerquen las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid convocadas por la presidenta Isabel Díaz Ayuso para el próximo martes 4 de mayo. 

La división en cuanto al reconocimiento de Kosovo es un debate que supera cualquier frontera. A pesar de que dentro de la Unión Europea casi todos los países lo hayan reconocido, hay más de 50 en todo el mundo que aún no lo han hecho – entre los que están todavía China y Rusia –. Eso sí, en el panorama internacional hay un amplio margen entre los que no lo reconocen y los que sí. Más de 100 son los que han dado el visto bueno a la independencia de Kosovo, teniendo como gran aliado a Israel. De hecho, el pasado jueves 25 de marzo, la Eurocámara volvió a pedir a los cinco países que aún no han reconocido la independencia de Kosovo que lo hicieran argumentando que “la independencia de Kosovo es irreversible y su reconocimiento sería beneficioso para la normalización de relaciones entre Kosovo y Serbia y mejoraría y consolidaría la estabilidad en la región y facilitaría la integración europea de ambos”. Sin embargo, España continúa sin reconocerlo por los votos en contra del Partido Popular y de Unidas Podemos, las abstenciones del PSOE y de Ciudadanos, y a pesar de los votos favorables de ERC, En Comú Podem, Junts per Cat y, sorprendentemente, Vox.