Esto ya no puede ser suerte, lo han vuelto a hacer: nuevo milagro en el Santiago Bernabéu y el equipo blanco a la final de la Champions

Fórmula Real Madrid: creer hasta el final, esfuerzo, compañerismo, calidad y una afición extraordinaria

AFP/GABRIEL BOUYS - El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema (Derecha) es felicitado por el entrenador italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti (Izquierda) y el centrocampista croata del Real Madrid Luka Modric tras el partido de fútbol de vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League entre el Real Madrid CF y el Manchester City

Primero fue el París Saint Germain de Mbappé, Messi, Neymar y demás jugadores extraordinarios. Eliminatoria a priori totalmente favorable a los parisinos.

Todo perdido hasta que, fruto de la presión y del empuje blanco, un error de Donnarumma cambia todo. Se pone en marcha la aprisionadora ante la incredulidad de Pochettino.

De nada sirve tener las estrellas más valiosas económicamente hablando si no son capaces de terminar el trabajo que dura 90 minutos.

Primer club-Estado que se relaja en el Santiago Bernabéu y lo paga.

Segundo asalto, el actual campeón de Europa, el Chelsea, un equipo muy superior físicamente al Real Madrid y con una plantilla de 24 jugadores de primer nivel. El Madrid va a Londres como víctima, pero sale victorioso. Los de Tuchel en el estadio blanco imponen su juego, su físico y su calidad.

Además, convierten sus ocasiones, no como el PSG, que falló una tras otra. El Real Madrid parece que se ha diluido. 0-3 y ni los más optimistas piensan en la remontada. Pero vuelve a saltar la chispa. Modric da un pase magistral y el talismán Rodrygo anota. A partir de aquí vuelve a aparecer la apisonadora blanca y el equipo inglés desaparece.

Otro equipo construido a base de dinero, en este caso de un oligarca ruso, que cae derrotado en los minutos finales por el tesón y la simbiosis entre estadio, afición y un equipo unido.

Llega el más difícil todavía, como en los espectáculos circenses: otro equipo-Estado. Esta vez, con el entrenador para algunos considerado como el mejor del mundo, y con varios jugadores adquiridos por más de cien millones de euros. Campeón de la Premier League, anterior finalista de la Champions. Considerados como los máximos aspirantes este año a ganarla.

Los de Guardiola en Manchester no pueden empezar de la mejor manera. Minuto 10 de la primera parte y 2-0. El Real Madrid totalmente superado o eso es lo que ellos creían porque aparece el rey de la Champions y máximo merecedor del Balón de Oro: Karim Benzema.

Los de Guardiola aleccionados por su entrenador no levantan el pie del acelerador sabedores que no hay renta suficientemente grande para visitar el templo blanco. Ganan 4-3, pero es una victoria con sabor a derrota tras el penalti convertido a lo Panenka por Karim. La cara de Guardiola al final del partido es de preocupación.

La vuelta en el Bernabéu no es ni mucho menos de superioridad del City como lo fue en el Etihad, pero aun así los de Ancelotti no consiguen marcar en las pocas ocasiones que tienen.

Llega el mazazo con el gol de Mahrez. Quince minutos más descuento para anotar dos goles y empatar la eliminatoria. Tres para superarla.

Ancelotti sustituye a su centro del campo, Kroos, Casemiro y Modric.

Volviendo al símil circense: “El más difícil todavía”

Pero esta vez los salvadores son dos chavalines: Rodrygo, 21 años y Camavinga, 19. Salta la chispa en el minuto 89 y la apisonadora se pone a doscientos kilómetros por hora. Afición y jugadores, da igual cuales, pasan por encima a un Manchester City incrédulo. Guardiola no da crédito a lo que ve.

La prórroga es del Santiago Bernabéu y de Nacho, Vallejo, Ceballos, Lucas Vázquez, Carvajal, Jugadores que en teoría ni se acercan con mucho al valor de los millonarios del City.

Guardiola no comprende lo ocurrido. Sabe lo que es el Bernabéu. Lo ha preparado a conciencia. 

Cuando se enciende la chispa y la apisonadora del Bernabéu se pone en marcha es imparable.

Una victoria de un club de sus socios, de unos jugadores comprometidos con su escudo y afición. Frente a clubs millonarios, sin historia, sin valores y sin compromiso fuera del económico.

Jugadores luchadores, disciplinados, compañeros y respetuosos con su entrenador. Sobre todo, madridistas.

Respecto a los mercenarios, algunos se fueron, los que quedan se van en junio. 

Que pena Sergio, Cristiano, Gareth o Raphael, lo que os habéis perdido.