El entrenador y el capitán redujeron el partido a un supuesto penalti de Mendy sobre Braithwaite

Koeman, Piqué y la mala educación

PHOTO/AFP-JAVIER SORIANO - Ronald Koeman

Koeman es el entrenador perfecto para el Barça. Y Piqué el mejor capitán que puede tener el club catalán. Los dos son útiles y dan más valor al equipo del que le pueden quitar. Dos figuras que se transforman delante de los medios. Saben lanzar el mensaje que les interesa que cale en la opinión pública. Dominan el escenario. 

#VitaminaK

La vitamina Koeman ha llegado para quedarse en el Barça. Un exjugador con ADN de la casa que marcó el gol de una Champions. El Zidane del Barça. Se erigió como portavoz del club durante la etapa de la Junta Gestora. Habló de todo y defendió a su club por encima de todos. No le importó que el futuro presidente pudiera ponerle en la calle al día siguiente. Se ha revelado como un tipo templado, pero transparente en las ruedas de prensa. 

#Necio

Tras el Clásico de Valdebebas, Koeman mostró su versión más incorrecta y más necia. Es verdad que sus primeras palabras fueron para criticar el mal juego de su equipo en la primera parte. Pero no tardó en pasear la crítica arbitral con dos situaciones: el penalti de Mendy a Braithwaite y el tiempo añadido por Gil Manzano en la segunda parte. Fue terco en su queja. Acabó preguntando de malas formas al periodista Ricardo Sierra qué opinaba él del penalti y abandonó la entrevista sin esperar a la siguiente pregunta. 

#ElVAR

El Barça de Koeman ha devuelto cierta ilusión al aficionado culé. Con los mimbres que tiene ha tejido un fútbol interesante y Messi ha vuelto a sonreír. Laporta confía en el neerlandés y hasta hay títulos por ganar en el horizonte. Ronald Koeman tira por tierra todo ese trabajo cuando gimotea tras los partidos porque los árbitros no han pitado lo que él hubiera pitado a favor de su equipo. En su descargo hay que decir que la aplicación del VAR esta temporada es un enredo continuo que acaba volviendo locos a los actores y al público. 

#Piqué

Piqué es el eterno llorón del Barça. Un capitán, canterano y de los jugadores más inteligentes dentro y fuera del campo. Un referente para su club. Un empresario de éxito que acabará presidiendo el Barcelona algún día. 

Cuando el brazalete le corta la circulación tras alguna derrota, aparece el Piqué más vulgar. El que insulta a Tebas en El Madrigal, el que llama cono-cido a Arbeloa o el que pone en duda la Liga que ganó el Real Madrid tras el confinamiento. Por no hablar de sus deslices en Twitch asegurando que los árbitros son del Real Madrid. El complejo de inferioridad del capitán azulgrana no tiene límites. Provocador e incauto a partes iguales. 

#Modric

En Valdebebas, Piqué vivió el Clásico en la grada. Se fue calentando con el paso de los minutos y tras el partido saltó al césped. Felicitó a los jugadores del Real Madrid, pero cuando llegó a Modric el croata olió su verdadera intención y le afeó que bajase a quejarse al árbitro. No falló. Piqué se puso delante de Gil Manzano y le recriminó su actuación. Hasta se encaró con un empleado de su club que intentaba detenerle. 

#Penalti

El Barça sigue en la pelea por la Liga. Fue parte activa de un partido muy intenso ante el Real Madrid. Tiene un título esperando en la final de Copa del Rey. Y quién sabe si Laporta hará que Messi se quede en el club. El presente hacía bueno el futuro hasta que llegaron Koeman y Piqué. Dos puntales del Barcelona culpando al árbitro de la derrota por un penalti que ellos saben que no es. Que ese braceo de Mendy no sirve para derribar a un rival. 

Y lo peor de todo es que ante otro rival hubieran guardado silencio por esa jugada. No hubieran derramado ni una sola lágrima por algo tan insuficiente. Ellos estropearon el Clásico para el Barça. Otro partido más señalando al árbitro. Otro partido más pisando su escudo.