La Liga sigue igual después de un polémico derbi
Soto Grado era el árbitro del derbi. De Burgos Bengoetxea su asistente en el VAR. Toda España sabía quiénes eran los verdaderos protagonistas del partido que enfrentaba al primero y al segundo de la Liga española. Las dianas puestas en los colegiados por parte del Real Madrid, pero también la presión gracias a los tuits del Atlético de Madrid.
La alineación de Ancelotti volvía a dejar una defensa a medias. Pone a Asencio casi por obligación y a Tchouaméni por devoción, aunque en su descarga hay que decir que Militao, Alaba y Rüdiger no estaban disponibles y no era el partido de alinear al canterano Jacobo en un partido de este nivel. Pero el italiano se empeña en alinearle y, después, en decir en sala de prensa que ha hecho un buen partido para justificar sus errores.
Ceballos ha tomado el control del centro del campo del Real Madrid. Se jugó la roja tras un pisotón criminal sobre el tobillo de Barrios que el árbitro saldó con amarillas porque el balón estaba en juego entre ambos.
El Atlético de Madrid buscó los ataques por Tchouaméni. El centrocampista no se acaba de reconvertir en central y carece de los movimientos propios de ese tipo de jugador. No es la primera vez que se perciben sus carencias hasta que las costuras se rompieron en pistón sobre Lino que activó al VAR y Soto Grado señaló el punto de penalti mientras Ancelotti se llevaba las manos a la cabeza.
Un pisotón en el área. Sin mirar al balón. Es un gesto impropio de un central. Un penalti de libro. Pero, para ser justos, habría que decir que el balón había pasado de largo y Lino ya no representaba un peligro para el Real Madrid. Tocaba interpretar y eso significa que hay que agarrarse con fuerza al reglamento. Nada de aplicar el sentido común.
Penalti que Julián Álvarez clavó un disparo a lo Panenka para disfrute de Orbán, primer ministro húngaro que ocupaba un puesto en el palco junto a otras personalidades como Martínez Almeida, alcalde de Madrid. Por allí también estaba Marcelo que, retirado ya del fútbol, recibió un merecido homenaje de manos de Modric como el jugador que más títulos ha ganado vestido de blanco.
En la segunda parte el Real Madrid salió a morder a su rival. Oblak paraba todo, hasta que una jugada de Vinicius acabó en un mal remate de Bellingham que Mbappé empujó a la red. Vinicius sufrió fuera de la banda y se nota que esa delantera no está trabajada, tres maestros que son incapaces de trenzar jugadas de gol.
Los de Simeone se sacudieron el dominio blanco gracias a una defensa perfecta como las de las grandes temporadas del Atlético. Un cabezazo de Bellingham al palo y un disparo de Vinicius que acabó en córner fueron las dos ocasiones más claras de los locales.
Simeone movió el banquillo con cinco cambios incluido el de Sorloth buscando el gol. Ancelotti tardó en mover el banquillo y fue en 80 cuando Camavinga, Brahim y Modric entraron al césped ya sin tiempo.
El derbi acabó en un empate insulso que no cambia nada. El Real Madrid sigue líder y el Atlético segundo. El Barcelona entra en juego con su victoria en Sevilla y los tres se jugarán la Liga en las últimas jornadas, aunque con más desgaste blanco tras esa batalla contra el City en Champions.