Los motivos del presidente del Nápoles para criticar la Copa de África
Aurelio De Laurentiis es el peculiar presidente del Nápoles que asegura que, año tras año, rechaza una media de 900 millones de euros de fondos de inversión norteamericanos por comprar su club. Aquel equipo en el que jugó Maradona y que ha puesto contra las cuerdas a los grandes de Italia en las últimas temporadas gracias a españoles como Benítez, Albiol o Callejón.
De Laurentiis no tiene problema en alzar la voz contra la FIFA y la UEFA a los 73 años y ya de vuelta de todo. Ha visto cómo la pandemia le ha llevado al Nápoles a dejar de ingresar 200 millones de euros mientras el PSG o el City siguen manejando el mercado desde un presupuesto adulterado.
Tal es el enfado del presidente del Nápoles que ha tomado una postura diferente contra la Superliga. “Basta de estas competiciones falsas como Champions, Europa League y Conference League. Necesitamos crear competiciones que se jueguen durante una semana entre los cinco mejores campeonatos europeos”, aseguró al medio Wall Street Italia.
Algo se mueve al sur de Europa a favor de una competición nueva que no tenga la supervisión ni los intereses de UEFA y FIFA. Mientras Real Madrid, Barcelona y Juventus siguen a la espera de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) del mes de diciembre, otros equipos se posicionan en contra del sistema que impera desde hace más de 30 años y que en los años posteriores a la pandemia está dejando un panorama desolador para los clubes.
El Mundial de Qatar que se disputará en noviembre y diciembre de 2022 rompe la regularidad de las competiciones y De Laurentiis ha sido tajante, “es el Estado de Qatar el que paga los salarios galácticos del PSG porque sigue extrayendo petróleo. Y por lo tanto tenían el poder para aplazar el Mundial a noviembre, poniendo muy difícil la vida del club. Este año será como jugar dos campeonatos”.
La Copa de África de Naciones (CAN) ha sido la gota que ha colmado el vaso del mandatario italiano, una competición que también criticó de manera mucho menos directa el Sevilla la temporada pasada. Un torneo que se disputa entre enero y febrero y que debido a la pandemia se va a disputar dos años seguidos en lugar de en años alternos como hasta ahora.
La última CAN se disputó en 2022 y era la correspondiente a 2021. Senegal ganó a Egipto en los penaltis, pero lo más revelador de ese torneo fue que los de Salah jugaron prórrogas y penaltis desde octavos de final hasta la final con el desgaste y el riesgo de lesión que eso supuso para los clubes que cedieron a sus jugadores para el torneo africano. Este año se repetirá el torneo con sede en Costa de Marfil, aunque se disputará entre junio y julio porque las fechas habituales las tiene ocupadas el Mundial de Qatar.
El Nápoles tiene una nómina de jugadores africanos que han aportado mucho al equipo durante las últimas temporadas. De Laurentiis, al igual que otros presidentes, sabían a lo que se exponían si les fichaban, pero dos CAN seguidas más un Mundial han acabado con su paciencia.
“No me habléis de jugadores africanos, o firman una carta renunciando a su derecho a participar en los torneos de la Copa Africana de Naciones o la AFCON y los campeonatos de Sudamérica... o no los ficharé. Nunca los tengo disponibles. Se van a jugar fuera mientras les pagamos nosotros”, ha explicado el magnate.
Tras la salida de Koulibaly al Chelsea la lista de africanos la componen Victor Oshimen, de Nigeria, Zambo Anguissa, de Camerún, y Karim Zedadka y Adam Ounas, de Argelia, es decir, jugadores de menor presencia en el equipo titular de la escuadra del sur de Italia.
La situación se ha vuelto insostenible estos últimos años y ha culminado con la queja de uno de los presidentes que menos inconvenientes tiene para expresarse públicamente. No será el único de aquí a finales de 2022, la famosa sentencia del TJUE puede ser el comienzo de un nuevo fútbol mundial.