Pau Gasol llegó al Draft de la NBA de 2001 sin muchas opciones de rescindir su contrato en el Barcelona. Atlanta Hawks dio la sorpresa al elegir al pívot de Saint Boi en la tercera ronda y cederle a Memphis a cambio de los derechos de Shareef Abdur-Rahim. Empezaba la historia más brillante de un jugador español en la NBA.
De Memphis a Los Ángeles para ponerse dos anillos de campeón de la NBA junto a su amigo Kobe Bryant. Después pasó por Chicago, San Antonio, Milwaukee hasta llegar a Portland. Al norte del Pacífico le tocó parar y reconocer que las lesiones estaban ahí para intentar acabar con su carrera. El pie izquierdo le ha tenido apartado de las canchas el último año. Mientras se recuperaba, ha sufrido la muerte de Kobe Bryant, ha vivido la pandemia que azota al mundo y se ha emocionado con el nacimiento de su primera hija.
Gasol no se esperaba acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por su lesión. Nunca ha faltado a una cita desde Atenas 2004. Fue medalla de plata en Pekín y en Londres y bronce en Río 2016. Ahora se abre una pequeña esperanza de estar en una nueva cita olímpica 17 años después. El liderazgo de Pau Gasol en el combinado de Sergio Scariolo va mucho más allá de su presencia en la pista y eso lo firma cualquier seleccionador.

El Barça se mueve en la incertidumbre. Un club poderoso sufre una crisis económica histórica que dejará muy tocado su proyecto deportivo. El fútbol mueve al club catalán y el resto de las secciones se alimentan de lo que ganan Messi y compañía. Mientras el argentino decide qué hace con su futuro, el baloncesto va tejiendo una plantilla homogénea y ganadora. La victoria en la Copa del Rey ante el Real Madrid fue una llamada de atención sobre lo que pueden hacer los de Sarunas Jasikevicius en la ACB y, sobre todo, en la Euroliga.
Los directivos de Nike se frotan las manos. Los del Barça, también. La marca de ropa tendrá a uno de sus iconos de gira por Europa con sus modelos. El futuro presidente del club azulgrana podrá renegociar y firmar nuevos contratos con el reclamo de Pau Gasol.

La recuperación de Gasol pasa por rebajar la intensidad deportiva y centrarse en su pie. La ACB no es la NBA. El pívot catalán ha jugado casi 1.400 partidos en 20 años en Estados Unidos. La exigencia de un club como el Barça es algo menor, aunque el rendimiento en España y en la Euroliga le ayudarán a ponerse a punto para Tokio. Menos partidos, menos minutos. Tiempo de calidad en cada partido para volver a competir poco a poco.
En la pista, Gasol también pondrá a prueba a Jasikevicius para que saque lo mejor de él. El Barça tiene más poste bajo y ahora podrá jugar abierto para aprovechar el tiro de tres de Gasol. Los bloqueos de apertura y de continuación también mejorarán mucho por su visión de juego. Mirotic, Higgins… grandes jugadores que se van a beneficiar de un pívot solidario en el juego.

Queda la gran duda de cuánto ganará Pau Gasol en el Barça. Los limites salariales, las deudas y todo eso que desangra al club en los últimos años. Su contrato no será el de la NBA, pero tampoco podrá jugar gratis por ética y respeto al deporte que le ha dado todo. Es lo de menos. Un tipo que ha ido más allá del baloncesto. Un emblema nacional. Un referente social y deportivo. Uno de aquellos deportistas a los que la Casa Real consultó por videollamada en aquella vuelta a la normalidad que nunca fue.

A lo que no viene Gasol a España es a un retiro dorado. Que nadie piense que desembarca en el Barcelona para probar ni para demostrar nada. Un ganador no conoce estar en activo con el freno de mano. Si el Barça gana, España gana.