El francés falló un penalti en un partido incómodo que les coloca empatados a puntos con el Barcelona

Osasuna y Benzema evitan que el Real Madrid siga líder

PHOTO/AFP-JAVIER SORIANO - Karim Benzema y David García

Carlo Ancelotti ya ha comentado que esta temporada va a ser atípica, que el Mundial les va a alterar la primera parte de la Liga y que hay que rotar todo lo posible. 

Con esa idea salió el Real Madrid al Bernabéu un domingo de esos en los que, horas antes, su presidente había tenido su particular baño y masaje con los socios elegidos para decidir los designios del club. Entre Superliga, palos a Al-Khelaifi, críticas a las palancas y algún socio despistado que pide que el estadio se renombre a Bernabéu-Florentino, las cuentas se aprobaron y hasta el año que viene. 

El once inicial del Real Madrid ante Osasuna ya descontaba los minutos jugados de muchos de sus internacionales con sus selecciones, lesiones incluidas como la de Modric. Lunin fue el portero titular y en el banquillo esperaba la segunda generación de uno de los grandes porteros que ha tenido España, Lucas Cañizares, hijo de Santiago Cañizares. 

Tchouaméni y Ceballos acompañaron a Kroos y arriba, Benzema, ya recuperado, junto a Vinicius y Rodrygo para marcar goles. Ancelotti tiene una plantilla muy competitiva y las rotaciones obligadas le harán contar con 15 futbolistas hasta mayo de 2023 y, lo mejor de todo, que estarán motivados porque tendrán minutos. 

El juego del Real Madrid fue más espeso que de costumbre. El equipo se vuelca por instinto al lado de Vinicius esperando que el brasileño haga todo y meta goles o los ponga en bandeja. Los rivales lo saben y no les cuesta poner dos marcas para evitar el desborde. 

La inercia blanca tuvo recompensa en el 43 con un disparo lejano de Vinicius. La rosca fue llevando el balón al palo largo de Sergio Herrera al que pudo despistar Rüdiger. La jugada apenas fue protestada por Osasuna y el final de la primera parte fue lo que terminó de convencer a los jugadores de que el trabajo estaba hecho. 

A los cinco minutos de la reanudación, Kike García tiró un desmarque al centro del área para que Unai García le pusiera un centro perfecto. El remate de espaldas pilló algo adelantado a Lunin y el gol hizo justicia a un partido que el Real Madrid no terminaba de cerrar. 

Otra vez la inercia blanca le llevó arriba en busca del segundo gol. Arrasate dijo tras el partido que fue en ese momento de ataque de los blancos cuando creyó en marcar el segundo y ganar el partido, pero otro desmarque perfecto y un pase de Camavinga a Benzema dentro del área desequilibraron el partido. 

Los García fueron protagonistas, del pase, remate y gol al empujón a Benzema dentro del área que Cuadra Fernández tuvo que revisar en el VAR porque en directo no apreció nada y así lo demostró con el gesto de sus brazos. 

El VAR le enseñó que era penalti claro y expulsión de David García como consecuencia evidente de esa jugada. Sergio Herrera se hizo grande ante Benzema que estrelló el balón en el larguero y no pudo deshacer el 1-1. 

El resto del partido fue un asedio blanco, aunque con poca fortuna. El balón no se movía tan rápido como debería. Valverde, Asensio, Militao y Mariano no le cambiaron tanto la cara al equipo. Osasuna defendía ya sin Ez Abde sobre el césped que sigue cuajando buenos minutos de rojillo.

Si Ancelotti quiere tener preparado a Mariano debería darle más minutos y no esperar que resuelva el partido desde el 85 con el rival metido debajo de la portería esperando el pitido final. El delantero tiene ganas de marcar, pero lo podría demostrar mejor con tiempo. 

Al final, el líder dejó de serlo porque el Barça ha encajado menos goles en las primeras jornadas. Los de Xavi ganaron 0-1 a Mallorca y todo el mundo piensa ya en el Clásico de dentro de 15 días. Antes, al Real Madrid recibe al Shakhtar y viaja a Getafe. El Barcelona se desplazará a Milán para jugar contra el Inter y recibe en el Camp Nou al Celta de Vigo.