Rodri gana un histórico Balón de Oro para España ante el desplante del Real Madrid
El madrileño Rodrigo Hernández levantó un Balón de Oro para el fútbol español 64 años después de que lo hiciera el gallego Luis Suárez, que en paz descanse. Entre esos dos jugadores ningún español ha logrado esa gesta.
Por el camino se han quedado Raúl, Casillas, Xavi o Iniesta que veían cómo Owen o Cannavaro levantaban el trofeo bajo la extraña mirada del fútbol mundial.
Un chaval “con valores”, como dijo hasta en dos ocasiones en su alocución tras ganar el premio. Sin tatuajes, sin estridencias, sin formar parte de ese otro espectáculo del que forman parte los jugadores.
Rodri no tuvo reparos en mandar un mensaje a los niños para que sepan que “otro fútbol es posible” en alusión a su absoluta normalidad en una carrera que lo llevó de Madrid a Villarreal y de allí al Manchester City y a la selección española. Un camino duro, que estuvo a punto de finalizar en el submarino amarillo cuando llamó a su padre para decirle que todo había terminado, que no podía más ni con el fútbol ni con la distancia que le separaba de su familia. Pero al otro lado del teléfono había alguien que le dijo que no habían llegado hasta allí para tirar la toalla ahora que estaban tan cerca de la élite, esas palabras de un padre fueron el faro de guía en las oscuras noches lejos de casa.
Una grave lesión de rodilla hizo que Rodri recibiera los 12 kilos de Balón de Oro en muletas. Al menos, ahí estaba George Weah para ayudarle y hacerle entrega de un trofeo que devuelve a España a la élite del fútbol mundial gracias a un medio centro, esa figura que luce tan poco en los partidos, pero que trabaja sin descanso. Lo vimos en la Eurocopa donde no dio un pase mal en los siete partidos y eso que se lesionó en la final. Y lo ven los aficionados del City cada semana en la Premier League porque es un jugador “irremplazable”, como dijo Guardiola el día que su rodilla saltó por los aires.
Rodri decidió hablar en español, aunque respondió a algunas preguntas en inglés. Es un tipo preparado, que no necesita hacer campañas ni apologías de nada en una gala de ese nivel. Un señor del fútbol que bendijo a Lamine Yamal como futuro Balón de Oro. El jugador del Barça tuvo su reconocimiento como mejor jugador joven y nadie duda de que su futuro también será dorado.
El Balón de Oro 2024 estuvo marcado por la ausencia del Real Madrid. El club blanco no asistió y dejó a Ancelotti sin trofeo a mejor entrenador. Tampoco estuvieron Lunin, Bellingham, Carvajal, Mbappé o Vinicius. El avión que iba a despegar a las 14:00 de Madrid con 50 pasajeros se quedó en tierra porque desde L’Equipe no quisieron filtrar el nombre del ganador, aunque el domingo aparecieron quinielas con el nombre de Rodri que nadie se creyó.
Desde el medio galo han atacado duramente al club que dirige Florentino Pérez. “El club madrileño optó, sin clase, por pisotear este valor del deporte que consiste en respetar a sus ganadores”, decía el editorial. Al parecer, cuando Vinicius supo que no sería el ganador decidió no ir a París. Entonces, la maquinaria blanca tuvo que recomponer su plan y filtrar a los periodistas afines que no reconocían el premio y que tampoco entendían los motivos para no premiar a Rodrigo. Lo tuvo que hacer antes de saber, no después. Eso deja muy tocada la imagen del Real Madrid que no encontró apoyos en la prensa española tras el boicot. De ser así los hechos, el Madrid vive secuestrado por Vinicius, un jugador polémico que ha llevado al extremo de defensa del racismo poniendo a su club en una posición complicada.
Con este desplante, el Real Madrid aprovechó para ajustar las cuentas una vez más con la UEFA. Impedir a sus grandes figuras estar en la gala también suponía un golpe duro a la organización que mantiene su pulso por la Superliga con los blancos. En todo caso, el Real Madrid ensució su imagen con un gesto impropio y mal gestionado ya que no ha explicado oficialmente al seguidor los motivos de la ausencia. Las votaciones son públicas y, en ningún momento, se puede acusar a los periodistas que votaron, a L’Equipe o a la UEFA de castigar al club o a Vinicius porque el brasileño fue segundo y Bellingham, tercero.
Según cuentan desde Francia, el Real Madrid quería saber el resultado del premio antes de la gala. Querían organizar festejos y Nike tenía previsto vestir su tienda de Madrid de colores dorados en homenaje a Vinicius. La negativa gala y la posterior filtración sentó mal al club o a Vinicius, está por ver, y derivó en una decisión que empañó el histórico premio a un jugador español como Rodri que, por otro lado, figura en la agenda blanca para los próximos años.