El tridente blanco no falla y el Real Madrid respira en la Champions League
El vaho que salía de la boca y de la cabeza de los jugadores del Real Madrid auguraba un partido calentito. Había que entrar bien en calor en la falda de los Alpes y con apenas un grado de temperatura para hacer frente a un equipo que tenía la misión de hacer marcaje al hombre al Real Madrid.
La alineación de Ancelotti dejaba señalado a Asencio. El central volvía a no ser titular por alguna razón extraña que podría ser la falta de galones ante Tchoauméni, que ocupó su lugar.
En cualquier caso, el francés cometió un absurdo penalti al borde del descanso que puso el 1-1 en el marcador. A los 10 minutos Mbapeé recibió un balón medido de Brahim y anotó el primer gol después de que el central estuviese más tierno de lo que se espera.
En la segunda parte solo les hicieron falta dos zarpazos a los blancos para ponerse 1-3 y respirar. Primero Vinicius y luego Bellingham marcaron distancias con goles dentro del área fruto de la insistencia en pisar esa zona del campo donde pasan cosas.
Lookman acortó distancias y sembró de dudas a los de Ancelotti que no se lo pensó dos veces a la hora de sacar un defensa más como Asencio y poner a Modric a dirigir el partido.
Vinicus volvía tras una lesión y jugó los 90 minutos. Endrick no disputó ni un minuto y Güler salió cuando apenas quedaban 5 minutos para el final. Ancelotti tiene una gestión de los cambios y de los minutos extraña. En los últimos años ha dejado atrás la experiencia para dar paso a los jóvenes por pura lógica. Había más chavales y menos veteranos.
Ahora altera las posiciones de sus jugadores para encajar a perfiles como Tchouaméni en la defensa y no le da continuidad a Güler ni minutos a Endrick cuando hace falta un delantero.
Todo podría salir bien en mayo. Ancelotti dijo en rueda de prensa que esta victoria era un soplo de aire fresco y que su intención era llegar vivo en enero a todas las competiciones, algo que parece que así será.
Es un misterio lo que el estado físico de los jugadores blancos tiene preparado para 2025. Con todos recuperados, con un punto más de concentración y en plena forma, la máquina blanca podría alcanzar el liderato el 3 de enero, ganar la Intercontinental el 18 de diciembre y meterse en los cuartos de Copa del Rey.
El calendario es un despropósito y hasta Mbappé se ha quejado. Porque en junio llegará el Mundial de Clubes si es que la salud de los jugadores les permite disputar otros tantos partidos más en Estados Unidos y estar concentrados casi un mes cuando deberían estar de vacaciones.