Arabia Saudí refuerza sus alianzas en el Sudeste Asiático tras la gira del príncipe heredero
Raúl Redondo
Pie de foto: El príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudit, con el presidente indio Ram Nath Kovind y el primer ministro indio Narendra Modi durante la recepción ceremonial en el palacio presidencial en Nueva Delhi. Photo by Prakash SINGH / AFP
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, finalizó su gira por el Sudeste Asiáticocon la última visita realizada a China, donde se reunió al más alto nivel con el presidente chino, Xi Jinping. La Ruta de la Seda y la lucha antiterrorista fueron los principales asuntos sobre los que llegaron a acuerdos los dos mandatarios y las autoridades de ambos países que se dieron cita en la cumbre.
China mostró su fuerte interés por potenciar esta nueva Ruta de la Seda haciendo partícipe también al reino saudí. La nueva ruta comercial supone un gran espaldarazo económico para los países involucrados en la misma, unos 80 en total, que se verán beneficiados de contactos comerciales que reportarán unos 117.000 millones de euros este mismo año. El proyecto en sí abarca un área que representa el 36% del PIB mundial, el 68% de la población total y el 41% del comercio mundial global.
Dentro del campo económico y comercial, dirigentes saudíes y chinos también llegaron a un acuerdo para desarrollar una refinería y una planta petroquímica en la provincia china de Liaoning.
Pie de foto: El príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita se reune con el presidente chino Xi Jinping en la Gran Sala del Pueblo en Beijing el 22 de febrero de 2019. Photo by HOW HWEE YOUNG / POOL / AFP
En total, Arabia Saudí firmó con China más de 30 acuerdos de índole económica por un valor de unos 28.000 millones de dólares. El propio líder chino Xi Jinping terminó declarando que “China y Arabia Saudí son buenos amigos y socios”, muestra del buen entendimiento entre ambas naciones.
El apartado de la lucha antiterrorista sí quedó más bajo un halo de misterio porque ambos socios tienen entre manos temas espinosos, como es el de la represión en China sobre los uigures, una población islámica de lengua turca que habita en la región autónoma de Xinjiang, y como es el de de las veladas acusaciones que recibe desde varios puntos del mundo Arabia Saudí sobre la supuesta promoción de grupos terroristas por parte del país árabe, que ha pretendido también con este contacto con el gigante asiático hacer frente en el plano internacional a uno de sus máximos rivales, que es Irán.
Pie de foto: El príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita durante su visita a la Gran Muralla de China en Beijing, China, el 21 de febrero de 2019. Bandar Algaloud/Courtesy of Saudi Royal Court/Handout via REUTERS
Además de oponer una alianza importante como la china ante Irán, los saudíes han pretendido también superar un poco la atmósfera enrarecida que se ha originado con Occidente tras el caso de Jamal Kashoggi, periodista saudí que apareció muerto en extrañas circunstancias en el consulado saudí en la capital turca de Estambul tras haber huido de su país en 2017 por haberse mostrado muy crítico con las autoridades nacionales.
Esta gira por el Sudeste Asiático ha permitido a la monarquía saudí mostrar músculo en el plano de las relaciones internacionales tras la mala imagen entre los principales países occidentales por la polémica muerte del citado periodista hace unos meses.
Pie de foto: El príncipe heredero Mohammed bin Salman inspecciona a la guardia de honor durante una recepción en el palacio presidencial de Nueva Delhi. - El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, recibió una cálida bienvenida en la India el 20 de febrero de 2019. AFP PHOTO / Indian Ministry of External Affairs
India y Pakistán, paradas previas
En la etapa que discurrió por India, Mohamed Bin Salman trató principalmente el asunto del terrorismo mediante la cumbre con el primer ministro de India, Narendra Modi. Arabia Saudí e India acordaron presionar a aquellos países que fomentan o auspician el terrorismo, aunque Bin Salman evitó en la medida de lo posible referirse a Pakistán, país enfrentado duramente a India. “El extremismo y el terrorismo son nuestras preocupaciones comunes. Queremos decirle a la India que cooperaremos en todos los frentes, incluida la inteligencia”, aseguró el príncipe heredero. Por su parte, Modi señaló que “es necesario aumentar la presión sobre los países que apoyan el terrorismo”. “Es importante destruir la estructura del terrorismo, poner fin a su apoyo y castigar a los terroristas”, remarcó Modi.
Asunto el del terrorismo que también fue tocado en la primera visita real por Pakistán ya que de hecho existe un conflicto diplomático entre Pakistán, Irán e India precisamente. Tanto iraníes como indios acusan a las autoridades pakistaníes de albergar grupos terroristas responsables del último ataque contra la Guardia Revolucionaria de Irán en Sistán y Baluchistán, que dejó 27 muertos y que fue reivindicado por el comando anti-chiita Jaish al-Adl, y del atentado cometido contra la policía india en Cachemira, que provocó 40 muertos y que fue asumido por el grupo terrorista Jaish-e-Mohammad.
Tanto Teherán como Nueva Delhi denuncian que Islamabad no actúa con contundencia contra organizaciones terroristas que operan en zonas fronterizas, algo que niegan de pleno las autoridades pakistaníes.
Pie de foto: El príncipe heredero de la corona saudí Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud y Han Zheng, viceprimer ministro del Consejo de Estado de la República Popular China, durante la firma de memorandos de entendimiento .
Photo: SPA/dpa
En la visita oficial también se trataron asuntos económicos y Bin Salman anunció que el reino saudí prevé una inversión de unos 100.000 millones de dólares en varios sectores de la economía en India.
Por otro lado, en la primera etapa en Pakistán se rubricaron acuerdos económicos de gran importancia por valor de unos 20.000 millones de dólares tras los contactos entre el príncipe heredero saudí Bin Salman y el primer ministro de Pakistán, Imran Khan. Pactos que versaron principalmente sobre materia energética, teniendo principal relevancia del sector del petróleo y sus derivados, con un aumento del suministro desde territorio saudí y el desarrollo de una refinería y un equipamiento petroquímico en la ciudad costera portuaria de Gwadar, perteneciente a la provincia de Balochistán. También se valoró el desarrollo de la minería y energías renovables en suelo pakistaní.