Argelia y Túnez proponen un desarrollo compartido
Pedro Canales
Túnez atraviesa un momento particular de crisis socio-económica que sitúa al país cercano a un colapso. Su vecino Argelia, con quien mantiene relaciones sólidas ancladas en la historia común, ha decidido hacer del desarrollo compartido una prioridad estratégica.
A pesar de la reactivación del turismo, que ha vuelto a acercarse a los índices de antes de la Revolución del jazmín de 2011, con cifras cercanas a los siete millones y medio de turistas en 2017, de un aumento de la producción agrícola y de un ligero repunte de la industria manufacturera destinada a la exportación principalmente a Europa, los movimientos incesantes de protestas sociales tienen prácticamente paralizada la producción minera y de hidrocarburos. Debido a las huelgas, las exportaciones de fosfatos y derivados prácticamente se han paralizado; y la extracción de gas natural se encuentra en mínimos.
El déficit público tunecino no deja de crecer, y la financiación de los Presupuestos sólo ha sido posible gracias a las aportaciones exteriores, unos 800 millones de euros por parte del emirato de Catar, y unos 260 millones de euros de la Unión Europea.
El primer ministro argelino Ahmed Ouyahia y su homólogo tunecino Youssef Chahed, se han reunido estos días en la conmemoración del 60 aniversario del bombardeo por el Ejército colonial francés de la ciudad tunecina de Sakiet Sidi Youssef en represalia por el apoyo que Habib Burguiba otorgaba al Ejército de Liberación Nacional argelino.
Ouyahia y Chahed han acordado varios proyectos, entre ellos un aumento de las exportaciones de gas argelino a Túnez, destinado a satisfacer las necesidades de cuatro regiones fronterizas. Túnez producía hasta ahora unos 3.100 millones de metros cúbicos anuales de gas; pero su consumo ha aumentado hasta los 7 mil millones de M3. La mayoría del gas importado procede de Argelia. Las perturbaciones en la producción local causadas por las protestas laborales obligan a Túnez a aumentar sus importaciones.
El gasoducto Argelia/Italia que atraviesa el territorio tunecino permite el suministro de una parte del gas que necesita el país de tránsito, pero no es suficiente. El gobierno de Ahmed Ouyahia ha acordado duplicar el aprovisionamiento a partir de finales de 2018.
Entre los proyectos discutidos por los dos gobiernos está el de constituir una Zona Común de Desarrollo Económico, según el comunicado común de la reunión bilateral. Se trata de una Zona de libre desarrollo que deberá beneficiar a los dos países, “en particular a las zonas fronterizas”. El espectacular aumento del turismo argelino hacia Túnez, unos 2 millones de los 7,5 millones de turistas registrados en 2017, está beneficiando no sólo a las zonas costeras del turismo tradicional, sino a las regiones limítrofes, donde se implementan proyectos comunes de desarrollo e inversiones productivas.