El Banco Mundial invertirá 5.000 millones de dólares en África
El organismo internacional invertirá más de 5.000 millones de dólares durante los próximos cinco años para ayudar a restaurar paisajes degradados, mejorar la productividad agrícola y promover el desarrollo en 11 países africanos mientras se recuperan de la pandemia de la COVID-19. Los países que recibirán los fondos se extienden desde Senegal hasta Djibouti.
El presidente del Banco Mundial, el estadounidense David Malpass, dijo que la inversión ayudará a mejorar los medios de vida de los países beneficiados a la vez que afrontan el impacto de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Cuestiones tratadas en la Cumbre One Planet, una reunión de alto nivel organizada juntamente con Francia y la ONU, en la que Malpass anunció la inversión.
“Esta inversión, que llega en un momento crucial, ayudará a mejorar los medios de vida a medida que los países se recuperen de la COVID-19 y, al mismo tiempo, lidiarán con el impacto de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático en sus personas y economías”, afirmó Malpass.
Además de para proteger la biodiversidad, mejorar la productividad agrícola y la restauración del paisaje, los 5.000 millones de dólares servirán para el desarrollo comunitario, garantizar la seguridad alimentaria, la creación de empleo, construcción de nuevas infraestructuras y facilitar el acceso a energía renovable.
“Restaurar los ecosistemas naturales en las tierras secas de África beneficia tanto a las personas como al planeta”, dijo Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, defendiendo los esfuerzos de organismos internacionales en esta cuestión.
Al monto anunciado por el Banco Mundial hay que añadir los 14,5 millones de dólares que PROGREEN, un fondo global del mismo organismo destinará a cinco países del Sahel (Burkina Faso, Chad, Níger, Mali y Mauritania) para luchar contra la degradación del paisaje.
El Grupo del Banco Mundial es el mayor financiador multilateral de inversiones climáticas en países en desarrollo. En diciembre de 2020, anunció el ambicioso objetivo de que el 35% de su financiamiento tenga beneficios colaterales climáticos durante los próximos cinco años.
Otro de los anuncios clave en la Cumbre One Planet está precisamente relacionado con la Gran Muralla Verde del Sahel, proyecto que recibió el compromiso de recibir 14.326 millones de dólares para el período 2021-2025 para fomentar el desarrollo económico sostenible.
El plan es crear una banda ininterrumpida de vegetación y tierras cultivadas en la región del Sahel para frenar el avance del desierto del Sáhara. En 2030 el proyecto prevé haber restaurado con vegetación un total de 100 millones de hectáreas de tierras degradadas. Algo que sería sumamente beneficioso en tanto que crearía 10 millones de empleos y absorbería 250 millones de toneladas de carbono de la atmósfera.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión del evento, destacó que estos objetivos “muestran la capacidad que tiene África de ser un actor en la lucha contra el cambio climático” y se congratuló por la cantidad de dinero recaudada.
Macron anunció que habrá un seguimiento del proyecto en la cumbre Francia-África que tendrá lugar en la localidad francesa de Montpellier el próximo mes de julio, y en la próxima Asamblea General de la ONU, en septiembre.
En la Cumbre, 50 países se comprometieron a la movilización de fondos y a la actuación de gobiernos, empresas y ciudadanos para proteger el 30% de los océanos y la tierra en la próxima década, así como restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas. Brasil, Rusia, India y Estados Unidos fueron los grandes ausentes.
Los datos son alarmantes, y es que resulta que el 60% de los ecosistemas del mundo están degradados y más de un millón de especies, tanto plantas como animales, en amenaza de extinción, según datos ofrecidos por Naciones Unidas.
Acelerar la protección de la biodiversidad es el motivo de esta cumbre que ya va por su cuarta edición. En la actualidad, se estima que solo el 15% de la tierra de todo el planeta y el 7% de los océanos tienen algún grado de protección.
"Sabemos aún más claramente en medio de la crisis que atravesamos que todas nuestras vulnerabilidades están interrelacionadas. La presión sobre la naturaleza ejercida por las actividades humanas está aumentando las desigualdades y amenazando nuestra salud y nuestra seguridad (…) Podemos cambiar la historia si decidimos hacerlo", aseguró Macron.
La cumbre se centró en cuatro temas: protección de ecosistemas terrestres y marinos; promoción de la agroecología; aumento de la financiación para proteger la biodiversidad; e identificar los vínculos entre la deforestación y la salud de los seres humanos y animales.
El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que, según el Foro Económico Mundial, las oportunidades comerciales resultantes de estos programas de desarrollo y protección de la naturaleza podrían crear 191 millones de puestos de trabajo para 2030.
Con motivo de la pandemia generada por la COVID-19, la Cumbre aprovechó para lanzar el llamado plan Prezode, que se encargará de prevenir la aparición de enfermedades zoonóticas, es decir, enfermedades que saltan de animales a humanos. El presidente francés anunció que ya está movilizando a más de 400 investigadores y expertos en todo el mundo.