El ciudadano que busque un depósito a plazo bajo el paraguas del fondo de garantía de depósitos español se enfrenta a un casi imposible. Si es mucho dinero el que dispone para colocar, podrá encontrar con mucha dificultad a algún banco dispuesto a contratarle un depósito a medida por el 0,01% o como mucho el 0,02%. Lo justo para cubrir el expediente con los clientes de más alto potencial económico que no quieren otro producto.
Pero si el ciudadano es de a pie chocará contra un muro. Hace mucho que la banca española tradicional se quitó de en medio en bloque, sin excepciones. Los últimos mohicanos han sido los jugadores de nicho como Wizink -protagonista en el polémico negocio de las tarjetas 'revolving' con tipos superiores al 20% ahora bajo vigilancia- o EBN Banco, que sí han entrado la batalla de los depósitos de alta rentabilidad con el objetivo de captar liquidez.
El primero dio un paso atrás en la segunda parte de este año reduciendo de forma sensible el rendimiento de sus depósitos. Y el segundo, que hace campañas a medida desde hace un par de años, acaba de cerrar sus depósitos para nuevos clientes. Por lo tanto, en el bazar de los depósitos con DNI español hay menos que nunca donde picotear unas rentabilidades dignas de ser llamadas con ese nombre. Pero hay más.
Las entidades extranjeras que llevan años sosteniendo en España la bandera de las altas rentabilidades también están en pleno repliegue. Ahí está la italiana BBF, que sigue marcando distancias con los competidores pero cuyos depósitos han recibido un enorme tijeretazo en octubre. Hay poco, muy poco donde elegir para la legión de españoles que se niega a asumir los riesgos -crecientes, por cierto- de la Bolsa o la renta fija a medio y largo plazo.
"Tenemos muchos clientes que no están dispuestos a dar el paso a los activos de riesgo. Prefieren perder poder adquisitivo año a año antes que enfrentarse a la posibilidad de sufrir minusvalías potentes en el mercado. Que el Ibex 35 esté perdiendo cerca de un 30% este año es un elemento clave para entender por qué los perfiles más conservadores quieren mantenerse a toda costa en su zona de confort", señalan en un banco mediano español.
Muchas de estas personas ni siquiera quieren oír hablar de los depósitos de entidades extranjeras que dependen de fondos de garantía que no son españoles. "Hay un problema cultural no resuelto. Muchos ahorradores tradicionales no quieren saber nada de contratar un depósito de un banco hecho o italiano, porque simplemente no se fían, señalan fuentes financieras que recuerdan que hay un grupo muy pequeño (cada vez menor) de entidades foráneas que sí permiten ganar incluso más del 1% en plazos largos.
Quienes mantienen su dinero a buen recaudo -los depósitos bancarios suman cerca de 900.000 millones de euros- sin remuneración alguna y esperan un gesto de su banco español de toda la vida, tendrán que esperar. La banca española no está dispuesta a sacrificar sus ya muy dañados márgenes remunerando los depósitos en el actual escenario de tipos de interés. Los expertos están de acuerdo en que su reaparición en este mercado va para largo, muy largo.
"Hay quien ya prevé tipos negativos hasta el año 2025. Por lo tanto, buscar rentabilidades atractivas obligará a tomar algún tipo de riesgo, quizá en fondos de renta fija de mucha calidad y comisiones razonables o en fondos mixtos de renta fija. La propia banca es la primera interesada en que se produzca un gran trasvase desde depósitos a fondos, señalan fuente del sector que reconocen que el camino será largo.