La Cámara de Comercio de Madrid acerca la inversión en Arabia Saudí a las empresas españolas
Las empresas españolas cuentan con grandes oportunidades en los mercados internacionales. El escenario originado por la COVID-19 ha forzado a muchos Gobiernos a fomentar la inversión extranjera en sus respectivos países para paliar los efectos negativos de la pandemia y regenerar su tejido productivo. En este sentido, la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid ha organizado este miércoles una conferencia virtual con el objetivo de acercar el mercado de Arabia Saudí a las compañías españolas con intereses sobre el terreno.
La nómina de ponentes ha estado dividida entre profesionales del sector privado y representantes de la administración saudí. Entre ellos han participado José Diego Manzanera, director ejecutivo de Gulf Business Consulting; el director general de Salud y Ciencias de la Vida en el Ministerio de Inversión y el director de la Unidad de Desarrollo de Asuntos Sanitarios del Ministerio de la Guardia Nacional saudí, Basel al-Qahtan, y Ahmed al-Zahrani; Luis Ortega, director general para Oriente Medio, África y Asia de Pagero; y, por último, Pablo Lamas, director de ventas comparativas de Qatar Airways España.
Las primeras notas introductorias han puesto de relieve la fértil situación económica que atraviesa el Reino a pesar del lastre pandémico. Arabia Saudí es la mayor economía de Oriente Medio, y espera un crecimiento del PIB del 3,7% para 2021, según datos del FMI. La previsión del PIB anual para este curso asciende hasta los 790.000 millones de dólares, y el PIB per cápita supera los 20.000, el segundo más elevado de la región por detrás de los Emiratos Árabes Unidos.
Arabia Saudí es también el mayor productor de petróleo a nivel global, sin embargo, la crisis de la COVID-19 ha obligado a las autoridades a lanzar el Plan Visión 2030. Un ambicioso proyecto de diversificación económica que pretende reducir al mínimo la dependencia económica del sector de los hidrocarburos. El causante de este nuevo impulso al programa gubernamental ha sido una contracción de la hacienda saudí del 2,9% interanual.
La demanda de petróleo sufrió un fuerte descenso a principios de 2020, sin embargo, el Reino recupera paulatinamente los niveles previos a la COVID-19, rondando los 66 dólares a pesar de la guerra de precios con Rusia. Además, el sector petrolero representa aproximadamente el 80 % de los ingresos del país y supone casi un 45 % del PIB. En materia de exportaciones, el 80% de los ingresos del país proceden del ‘oro negro’.
Las medidas impulsadas desde Riad para paliar la reducción de ingresos del petróleo fueron agresivas. Entre ellas destacó el aumento del IVA del 5 al 15% en julio de 2020, así como el lanzamiento conjunto de paquetes de apoyo dirigidos al sector privado por valor de 61.000 millones de dólares. Estos incluyeron exenciones fiscales y aplazamiento de impuestos y ayudas directas al sector bancario y a las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, también se incluyeron subsidios salariales del 60% para los empleados del sector privado, aplazamiento de pagos y descuento en servicios públicos.
En la introducción del evento, el presidente honor del Club Cámara de Madrid, Juan José Sánchez Puig, ha instado a los asistentes aprovechar las buenas relaciones económicas y políticas entre el reino wahabí y España para acometer los planes de inversión. El plan de Visión 2030 constituye una gran oportunidad para las compañías españolas, sobre todo para aquellas especializadas en el sector de la digitalización y la inteligencia artificial, un ámbito codiciado por Riad.
Entre los objetivos de la Casa de Saúd para el plan de Visión 2030 se encuentran el aumento de la inversión extranjera directa del 3,8 al 5,7% del PIB, integrar el top 10 del Índice de Competitividad Global, acrecentar la contribución del sector privado al PIB del 40 al 65% o el reconocimiento de al menos tres ciudades saudíes entre las 100 mejor clasificadas del mundo, entre otros. Para ello, Riad ha financiado 11 programas distintos para acometer las reformas.
Las oportunidades de la empresa española pasan por ámbitos como el tratamiento de aguas residuales, según ha indicado el director ejecutivo de Gulf Business Consulting, José Diego Manzanera. La infraestructura de distribución de agua está obsoleta y se está deteriorando. Arabia Saudí, además, ostenta el mayor consumo de agua per cápita, que ronda los 278 litros por persona al día. El plan Visión 2030 pretende construir 16 nuevas plantas desalinizadoras, 3.600 kilómetros de nuevas canalizaciones y siete plantas de tratamientos de aguas residuales.
Otro de los sectores que promete ser clave en el futuro es el de las energías renovables, por lo que debe ser tenido en cuenta por la empresa española. Los sectores principales que conforman las principales aspiraciones del régimen saudí son el turismo, el transporte y la logística, y, en última instancia, el tic esto es el desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación.
Sin embargo, el sector principal, según el propio Basel al-Qahtan, es el de la sanidad. Arabia Saudí planea invertir 66.670 millones de dólares en infraestructura sanitaria e impulsar la participación del sector privado del 40 al 65% para el próximo 2030. Los planes pasan por privatizar 295 hospitales y 2.259 centros de salud para las próximas dos décadas, por lo que se necesitarán 2.700 médicos y dos 20.000 camas adicionales. Un incentivo para la inversión es que los inversionistas extranjeros del sector de salud podrán constituir sociedad con el 100% de la propiedad, según Riad.
En definitiva, Arabia Saudí se erige como una de las oportunidades más interesantes para la inversión a nivel global, y un mercado donde las empresas españolas tienen mucho que decir. De momento, el plan de diversificación económica impulsado por las autoridades saudíes no ha surtido el efecto deseado, por lo que se espera que el Reino siga en la misma dirección de aperturismo económico.