La alianza occidental de Estados Unidos y Europa lucha contra la dependencia del gas ruso a través de sus alianzas con El Cairo

Egipto, aliado clave de Estados Unidos en la guerra energética contra China y Rusia

PHOTO/WHITE HOUSE - Los presidentes de Estados Unidos y Egipto, Joe Biden y Abdel Fattah El Sisi, se reúnen en el marco de la COP27

La búsqueda de la estabilidad energética está a la orden del día de todas las potencias mundiales. Tras la invasión rusa en Ucrania, Occidente desespera por la adquisición de alternativas al gas de Moscú. Mientras tanto, Rusia y China tratan de diezmar cualquier oportunidad de países como Estados Unidos de acceder a los preciados recursos que poseen los países de Oriente Medio y el norte de África.  

Egipto es el enclave imprescindible para el gigante norteamericano y su búsqueda por este control energético en Oriente Medio, en particular, como compensación al impacto que el bloque chino-ruso ha ejercido sobre su aliado saudí. Simon Watkins, analista para el medio de OilPrice, explica que, “al traer de su lado a este líder del mundo árabe, Estados Unidos espera compensar, al menos en parte, el impacto geopolítico negativo de la pérdida de un aliado a largo plazo, Arabia Saudí, frente al bloque China-Rusia. Política e históricamente, Egipto es al menos tan líder en el mundo árabe como lo ha sido Arabia Saudí”.  

PHOTO/ARCHIVO - Bandera de Egipto sobre El Cairo

Sin embargo, Estados Unidos también enfrenta desafíos y competencia en sus relaciones con Egipto, especialmente de otros actores energéticos importantes como Rusia, China, Turquía e Israel. Estos países también han invertido en el sector de petróleo y gas de Egipto, ya sea a través de la participación directa en proyectos de exploración y producción, o mediante la oferta de préstamos, subvenciones o asistencia técnica. Algunos de estos países también han seguido agendas geopolíticas que pueden chocar con los intereses de Estados Unidos en la región, como apoyar a facciones rivales en Libia, Siria o Yemen. 

La república popular asiática no es ajena a la influencia de Egipto en la zona. Su alianza con Irán le ha permitido realizar un acercamiento e intentar atraer a Egipto con su idea de una “red eléctrica unificada”, sin embargo, esta tentativa parece ser en vano, la influencia de las potencias estadounidense y europeas ya se han establecido en el país norteafricano.  

Estados Unidos tiene un interés estratégico en el sector de petróleo y gas de Egipto, ya que busca diversificar sus fuentes de energía, mejorar su seguridad energética y apoyar a sus aliados en la región. Estados Unidos es el mayor mercado de exportación de Egipto en África y un importante importador de su gas natural y petróleo. El país estadounidense también proporciona a Egipto una importante asistencia económica y militar, que ha ayudado al país a desarrollar su infraestructura energética y aumentar su capacidad de producción. 

PHOTO/EUCO - La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, durante la firma del acuerdo energético

Tras el hallazgo de un yacimiento de gas al este del delta del Nilo, el gigante petrolero Chevron, junto con su socio europeo Eni, comenzará las actividades de extracción de gas en la primera mitad del 2024. Ambas empresas poseen el 45% de participación en la concesión de 1.800 kilómetros cuadrados de Nargis en el área. La empresa británica Shell, también posee las concesiones de 17 campos de gas ubicados en la costa egipcia. De esta forma el frente occidental formado por los países europeos y Estados Unidos se consolida como aliado clave en el nuevo orden mundial energético.  

Estados Unidos necesita mantener y fortalecer sus lazos con Egipto, y apoyar sus esfuerzos para convertirse en un centro energético regional y un líder en la transición energética. Puede hacerlo ampliando sus oportunidades comerciales y de inversión con Egipto, como el reciente acuerdo con Chevron, o proporcionando más asistencia técnica y financiera para sus proyectos energéticos, mejorando su cooperación en cuestiones de seguridad y estabilidad regional y promoviendo el diálogo y la cooperación entre los actores regionales involucrados en el foro de gas del Mediterráneo Oriental. Al hacerlo, Estados Unidos puede asegurar su influencia e intereses en el sector de petróleo y gas de Egipto, así como en la región en general, y combatir de esta manera el aumento exponencial de influencia china y rusa en la zona. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra