El Fondo de Inversión Pública saudí se consolida como una potencia financiera para los activos europeos

Yasir Al-Rumayyan, gobernador del Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí - PHOTO/PIF
Las inversiones saudíes en Europa ya impactan con 52.000 millones de dólares en el PIB europeo, y han generado 254.000 empleos directos e indirectos en Europa

El Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí está incrementando estratégicamente su presencia en Europa. Como uno de los fondos más poderosos del mundo, el cual administra más de 941.000 millones de dólares, es parte clave del proyecto nacional más importante del país: Vision2030. 

Es en este contexto, de una competencia cada vez más intensa con otros estados del Golfo, como los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, donde el PIF quiere posicionarse como el principal inversor de Europa. 

La apuesta por el bloque europeo no solo es una cuestión de rentabilidad, sino una declaración de intenciones sobre el nuevo papel geoeconómico que Arabia Saudí busca desempeñar en los próximos años. 

Durante la Cumbre Prioritaria Europea celebrada en Tirana, capital de Albania, el gobernador del fondo, Yasir Al-Rumayyan, trasladó a los medios la intención de duplicar las inversiones saudíes en activos europeos, alcanzando un volumen de hasta 170.000 millones de dólares, partiendo de los 85.000 millones acumulados entre 2017 y 2023; y pretende alcanzar los 1.000 millones de dólares en inversiones, antes del 2030. 

Este plan, como hemos señalado anteriormente, forma parte de la visión estratégica del gigante árabe: Vision2030, cuya hoja de ruta, impulsada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, busca diversificar la economía nacional, históricamente dependiente del petróleo. 

El PIF, que actualmente es el segundo más grande del Golfo y gestiona más de 941.000 millones de dólares en activos, actúa como principal entidad financiera en esta transformación, con inversiones que abarcan desde el turismo, el deporte y el entretenimiento hasta la tecnología, defensa y automoción.  

Al-Rumayyan, figura clave en la arquitectura financiera saudí y quien a su vez es presidente de Aramco y del club inglés Newcastle United, destacó que “Europa es una pieza fundamental en su estrategia global debido a su estabilidad regulatoria y su potencial a largo plazo”. 

Este amor por la economía europea se debe a que en nueve años las inversiones internacionales del PIF representan el 30 % de su cartera, frente a solo el 2 % hace nueve años. La expansión internacional también responde a la necesidad de compensar la caída de la inversión extranjera directa, el déficit fiscal persistente y los precios fluctuantes del crudo. 

Instalación de Aramco en Abqaiq, Arabia Saudí - PHOTO/REUTERS/MAXIM SHEMTOV

No obstante, el fondo ha tenido un papel crucial en la creación de empleo y el impulso económico en Europa. Arabia Saudí ha creado 103 empresas en sectores como turismo, Inteligencia Artificial y entretenimiento. Además, las inversiones saudíes han generado aproximadamente 254.000 empleos y aportan unos 52.000 millones de dólares anuales al PIB europeo, cifras que esperan duplicarse antes del 2030. 

Por otro lado, la diversificación sectorial del PIF está invirtiendo muy fuerte en el sector privado. En los últimos años, el Fondo ha adquirido participaciones en empresas clave como el aeropuerto de Heathrow y el fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Lucid, además de una participación del 30 % en el fabricante italiano de superdeportivos de lujo Pagani. 

Sin embargo, uno de los cambios más significativos en el rumbo del Fondo es la inversión en sectores emergentes. Industrias como el turismo y la Inteligencia Artificial, ocupan una tercera parte de las inversiones del fondo, cuando el pasado año representaban una quinta parte. 

Príncipe Heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, hablando durante la Cumbre de Asia Central-CCG en Jeddah - PHOTO/SPA

Este aumento en la confianza de los inversores en estos nuevos sectores demuestra el giro hacia inversiones estratégicas que impulsen sectores considerados vitales para el crecimiento económico a futuro. 

A pesar de desafíos como la caída de dividendos de Aramco, de la cual posee el 16 %, Arabia Saudí confía en el PIF para sostener sus ambiciones, incluyendo la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2034, a través de la cual el Gobierno confía en el fondo de riqueza, que pretende aumentar su contribución y la creación de aproximadamente 1,8 millones de empleos directos e indirectos.