Irán busca impulsar la producción de gas reactivando yacimientos abandonados
Irán no tiene intención de quedarse de brazos cruzados a pesar de las sanciones occidentales y las amenazas de ampliarlas por parte de Estados Unidos. Hace menos de una semana, Teherán anunció un proyecto que quiere elevar la producción de gas iraní hasta el punto de alcanzar un nivel que les haga competitivos en el mercado energético, eludiendo, además, las restricciones impuestas.
- Aumentar un 30% la producción de aquí a 2029
- La imposibilidad de llegar a acuerdos con empresas extranjeras, una de las motivaciones clave de este proyecto
Aumentar un 30% la producción de aquí a 2029
La séptima sesión de la cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas, que tuvo lugar en Argelia, fue el escenario elegido para anunciar un megaproyecto que, de llevarse a cabo de forma exitosa, se extenderá durante los próximos cinco años. Jawad Oji, ministro de petróleo iraní aseguró que “la producción de gas iraní alcanzará alrededor de 1.300 millones de metros cúbicos por día dentro de cinco años, frente a los niveles actuales de 1.070 millones de metros cúbicos por día”.
La idea que tiene Teherán es “asegurar el papel central de Irán en el campo de la energía global”. La tarea es tremendamente complicada debido a las sanciones que arrastran desde hace años y que, en 2018 – con las sanciones de Donald Trump posteriores al abandono decidido unilateralmente por él mismo del JCPOA –, acabaron con toda esperanza de encontrar socios que pudiesen aportar músculo financiero a estos proyectos.
Tras muchos años de infructuosa búsqueda, Irán ha optado por impulsarlo con el financiamiento de sus propias arcas. Pretende invertir 80.000 millones de dólares en el desarrollo de yacimientos de gas. Contará principalmente con la colaboración de empresas locales ya que los intentos de llegar a acuerdos con empresas extranjeras siempre, al menos en los últimos años, han acabado en fracaso.
La imposibilidad de llegar a acuerdos con empresas extranjeras, una de las motivaciones clave de este proyecto
En 2021, Irán se vio obligado a firmar un acuerdo con el grupo Petropars (filial de NICO y filial de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán) por un valor de 1.780 millones de dólares. El contrato estaba enfocado en el desarrollo de bloque B del campo de gas de Farzad, y lo que motivó este acuerdo fue la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con una empresa india con la que llevaban meses de negociaciones.
Algo similar a lo que ocurrió en 2019 con Corporación China de Petróleo (CNPC, por sus siglas en inglés). La compañía china se retiró de un proyecto que consistía en desarrollar un yacimiento de gas conjunto con Qatar. La CNPC se iba a enfocar únicamente en trabajar en el lado iraní, pero finalmente no se llevó a cabo, lo que terminó por ampliar el monopolio de Doha sobre la inversión de las reservas del mayor yacimiento de gas del mundo, dejando muy poco espacio de decisión a Irán.
En vistas de estas dificultades, la compañía petrolera estatal iraní (NIOC) reveló su intención de cerrar acuerdos por un valor que ascendería hasta los 14 mil millones de dólares “para desarrollar campos de petróleo y gas iraníes a finales de marzo”. De esta forma, Irán quiere mejorar el abastecimiento de energía en su país, al tiempo que se hace hueco en el mercado energético mundial, a pesar de las tremendas dificultades que aún tienen por delante.