La Fed moderará las subidas de tipos a 50 puntos básicos ante la mejora de la inflación
Ebury cree que la tregua en las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal llega al fin. “La Reserva Federal se encuentra en medio del ciclo de subidas de los tipos de interés más agresivo desde la presidencia de Jimmy Carter a principios de los años ochenta, aunque se espera que levante ligeramente el pie del acelerador” en la reunión del miércoles 14 de diciembre, la última de 2022.
“Desde el pasado mes de marzo, el FOMC ha subido los tipos de interés más que casi todos los demás bancos centrales del G10 para intentar hacer frente a la inflación de EE.UU. y enfriar un mercado laboral muy tenso. En noviembre, el banco llevó a cabo la cuarta subida consecutiva de 75 puntos básicos (ampliando el actual ciclo de subidas a 375 puntos básicos), al tiempo que advertía de que el tipo de interés de los fondos federales podría tener que ‘subir más y mantenerse más alto'”, argumenta la Fintech especializada en divisas.
“Este tono agresivo envió dos mensajes claros a los mercados: en primer lugar, que probablemente serían necesarias más subidas de tipos de las que la Fed había indicado inicialmente y, en segundo, que la posibilidad de recortes de tipos en 2023 es más remota de lo que los mercados habían creído”, añade.
Sin embargo, desde la reunión celebrada a principios de noviembre se han empezado a ver señales de una relajación de las presiones inflacionistas en Estados Unidos, lo que, según los mercados, puede llevar a la Fed a adoptar un enfoque más cauto. Tanto el IPC general como el subyacente bajaron más de lo previsto en octubre, y la tasa de inflación del PCE (la medida preferida por la Reserva Federal para medir el crecimiento de los precios) se ha estabilizado.
“Todos estos indicadores de inflación siguen siendo incómodamente elevados y es evidente que la Fed aún no ha terminado con las subidas de los tipos, sobre todo teniendo en cuenta la fortaleza del mercado laboral estadounidense”, apuntan en Ebury. Porque el último informe sobre las nóminas no agrícolas “resultó mejor de lo esperado y seguimos observando un desajuste entre el número de ofertas de empleo y el de parados, lo que aumenta la presión al alza sobre los salarios”.
Durante su última comparecencia pública, el presidente del FOMC, Jerome Powell, allanó el camino para nuevas subidas de tipos. Sin embargo, también indicó de la manera más clara hasta el momento que en diciembre se volvería a una subida de medio punto porcentual. Powell señaló que “tiene sentido moderar el ritmo de nuestras subidas de tipos a medida que nos acercamos al nivel de restricción que será suficiente para reducir la inflación”.
“Creemos que los débiles datos de inflación de octubre y las declaraciones de Powell consolidan el argumento a favor de una subida de tipos de 50 puntos básicos”, señalan en Ebury, que recomienda fijarse en:
- ¿Volverá el FOMC a una subida de tipos ‘estándar’ de 25 puntos básicos en febrero?
- ¿Dónde esperan los miembros que se sitúe el tipo terminal de los fondos federales?
- ¿Para cuándo se pueden esperar los recortes de los tipos de interés en Estados Unidos?
“Creemos que la Reserva Federal volverá a subir los tipos en 50 puntos básicos y mantendrá un tono agresivo en sus comunicados sugiriendo un endurecimiento adicional tanto en febrero como en marzo. Nuestro escenario base es que se produzcan dos subidas de 25 puntos básicos en el primer trimestre del próximo año, aunque no nos extrañaría que la Fed se inclinara por algo más agresivo”, concluyen en Ebury.
Erick Muller, director de Producto y Estrategia de Inversión en Muzinich & Co, destaca que la reunión de la Fed “aportará información crítica sobre la senda de tipos de interés de EE.UU. para 2023”. “Algunos miembros de la Reserva Federal parecen dispuestos a subir los tipos hasta el 6%, pero creemos que la Reserva Federal será un poco más suave en su enfoque de esta reunión”, aunque “la resistencia económica apoyará unos tipos más altos durante más tiempo”.
“No creemos que sea probable que se desarrolle un aterrizaje suave en EE.UU.”, y que “probablemente tendremos una recesión técnica en EE.UU. en la segunda mitad de 2023”, apunta.
Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments, ‘compra’ la previsión de una subida de 50 pb. “Todo lo que no sea una subida de los tipos de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal sería una gran sorpresa. La atención se centrará sobre todo en el grado de ajuste de la Fed y en el tiempo que prevé mantener los tipos en el nivel actual, muy restrictivo”, argumenta.
“Esperamos para 2023 dos subidas más de 25 puntos básicos, lo que situará el tipo de interés oficial entre el 4,75 y el 5%. Los miembros del FOMC han reiterado su compromiso de mantener los tipos en su nivel máximo al menos hasta principios de 2024, pero este compromiso se verá sometido a una dura prueba por el empeoramiento de las condiciones económicas. Esperamos que el PIB estadounidense crezca sólo un 0,3% el próximo año, y que se contraiga en el segundo y tercer trimestre. Ante estas perspectivas, la previsión de la Fed de una tasa de desempleo de sólo el 4,4% a finales de 2023 parece demasiado halagüeña: algo por encima del 5% parece más probable”, añade.
“Por lo tanto, para evitar un aterrizaje demasiado duro de la economía, la Fed se verá obligada a recortar los tipos antes de lo previsto actualmente, y proyectamos una reducción de 50 puntos básicos en los últimos meses del próximo año. Los riesgos se inclinan hacia una postura más dura: sin pruebas convincentes de que la inflación disminuya rápidamente, la Fed podría verse empujada a subir el tipo de interés oficial por encima del 5% y mantenerlo durante más tiempo, lo que empeoraría las perspectivas de la economía”, advierte.
Audrey Bismuth, analista macro global de La Française AM, va en la misma línea de la ralentización del ritmo de subida de tipos de la Fed, lo que situaría los tipos de interés de EE.UU. entre el 4,25 y el 4,50%.
Eoin Walsh, socio y gestor de carteras en TwentyFour Asset Management, resalta que la evolución del empleo será uno de los componentes clave que determinen la trayectoria de los tipos y, en particular, la posibilidad de un “giro” de la política por parte de la Fed. “Si la tasa de desempleo se mantiene por debajo del 4,5% (actualmente es del 3,6%), no creemos que la Reserva Federal sienta mucha presión para relajar su política. Sin embargo, cabe señalar que, a pesar de la rigidez del mercado laboral, cuando la tasa de desempleo comienza a subir suele hacerlo de forma agresiva, por lo que estaremos muy atentos a los CEO de las empresas en busca de cualquier indicador temprano de que el recorte de empleo que hemos visto en varios gigantes tecnológicos se esté propagando a la economía en general”, avisa.
“Esperamos que la economía estadounidense siga siendo sólida y que, si se produce una recesión en 2023, sea relativamente leve. En general, creemos que la economía estadounidense debería conseguir crecer ligeramente el año que viene, ayudada por una pausa de la Fed mientras la inflación sigue cayendo”, razona.
“Esperamos que la inflación se mantenga relativamente estable en Estados Unidos, pero creemos que la Fed ya ha hecho el trabajo duro y, por lo tanto, esperamos que la tasa del Índice de Precios al Consumo (IPC) vuelva a caer por debajo del 5% el próximo año, quizás hasta el 4%. Creemos que la tasa mensual de inflación en el país también caerá bastante a lo largo de 2023, situándose en torno al 0,2% a finales de año”, añade.
“Creemos que hay motivos para pensar que serán necesarias otras subidas de entre 25 y 50 puntos básicos en 2023. No creemos que veamos un recorte el próximo año, ya que pensamos que la tasa de desempleo se mantendrá lo suficientemente baja como para que la Fed siga centrándose únicamente en la inflación”, sostiene.
Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, opina que “la Fed no está lista para aterrizar. Actualmente está dando vueltas alrededor de la pista de aterrizaje, intentando ver a través de una ‘niebla de datos’ si se están cumpliendo las condiciones antes de desplegar completamente el tren de aterrizaje”. “Esperamos que la ralentización a 50 puntos básicos vaya acompañada de abundantes alertas, tanto en términos de comentarios cualitativos como en las principales conclusiones de las nuevas previsiones”, subraya.
“La Reserva Federal tiene buenas razones para creer que el endurecimiento que ya ha llevado a cabo este año está teniendo un impacto en la presión inflacionista, pero también que la diferencia con respecto a su objetivo sigue siendo demasiado alta para justificar la complacencia”, ya que “si las condiciones financieras generales siguen relajándose, disminuirán las posibilidades de ver aterrizar la inflación con relativa rapidez”.
Todavía falta un dato clave, el índice de precios al consumo, que se publicará el 13 de diciembre, pero haría falta un dato mucho más alto del IPC de lo esperado para mover el dial a 75 puntos básicos”.
Christian Scherrmann, U.S. Economist de DWS, avisa que la subida de tipos de 50 puntos básicos, en vez de 75, “no debe interpretarse como un giro de la Reserva Federal hacia una política monetaria más moderada”. “La inflación sigue siendo demasiado alta, los mercados laborales demasiado fuertes y la oferta y la demanda demasiado desequilibradas para que la Reserva Federal baje la guardia. La inflación muestra algunos signos iniciales de relajación, pero los mercados laborales, sobre todo, siguen siendo un gran quebradero de cabeza para la Reserva Federal. Sigue habiendo 1,6 ofertas de empleo por cada desempleado, lo que significa que la demanda de mano de obra sigue siendo fuerte, y los salarios aumentan más de un 5% al año. Esto, por desgracia, dista mucho de ser una situación alentadora para la economía”, explica.
“La Fed está ansiosa por domar la inflación haciendo el menor daño posible a la economía y a la sociedad, pero esta lucha tendrá sus costes. Esperamos que el resumen actualizado de las proyecciones económicas de la Fed en la reunión de diciembre refleje cuáles serán, así como la voluntad de aceptar un menor crecimiento y unos tipos de interés más altos en 2023. En nuestra opinión, es probable que el gráfico de puntos de la Reserva Federal muestre una tasa máxima ligeramente superior al 5%, mientras que el crecimiento para el próximo año podría rebajarse a menos del 0,5%, justo antes de pronosticar una recesión”, apunta.
“Si los tipos de interés se mantienen elevados hasta 2023, se podría garantizar que la inflación siga siendo baja en los años siguientes. Por lo tanto, es probable que hasta 2024 los miembros del FOMC no indiquen sus expectativas de normalización de la política monetaria”, advierte.