Tras la llegada del coronavirus y el hundimiento de las economías mundiales, muy pocos se habrían atrevido a pronosticar que el año 2020 acabaría con los mercados de acciones y de deuda mundiales abiertos de par en par para las empresas. En el primero, Airbnb y DoorDash acaban de protagonizar las dos mayores operaciones del año en Wall Street. En el segundo, se han batido todos los rcords tanto en España como a nivel mundial.
Las empresas vuelven a tener una oportunidad de oro para seguir financiándose a tipos más que asequibles en el caso de los mercados de deuda. Las emisiones corporativas a nivel global se sitúan ya alrededor de los 500.000 millones de euros en lo que va de 2020. Es un récord de la década que podría seguir creciendo porque el nuevo fuego amigo del Banco Central Europeo (BCE) garantiza a las empresas buenas condiciones, muy favorables.
"Estamos estudiando realizar una última emisión de deuda este año aprovechando que el mercado está muy caliente. Hay mucha liquidez en el mercado y los inversores están dispuestos a aceptar tipos muy competitivos. El momento es perfecto, sobre todo después de que Bruselas y Londres hayan acordado una prórroga temporal para seguir negociando los términos del Brexit. Hay una enorme ventana de oportunidad", señalan en una gran compañía española.

Las empresas nacionales han hecho bien sus deberes a lo largo de 2020 (por ejemplo, Santander y BBVA han colocado directamente o a través de sus filiales en el extranjero más de 30.000 millones de euros), pero nadie quiere dejar escapar la oportunidad de llenar el zurrón a buenos precios. Hay tanta liquidez en el mercado y tan pocas oportunidades que todo lo que llega desde compañías con un buen historial se absorbe a la velocidad de la luz.
"Las empresas saben que con la pandemia muy activa aún las cosas pueden cambiar. Y ya han hecho o van a hacer de inmediato parte de los deberes previstos para 2021. La demanda ahora es muy fuerte", señalan fuentes financieras. Del enorme apetito inversor se nutren también como nunca desde hace muchos meses las bolsas. El movimiento histórico de dinero hacia los mercados de acciones de noviembre (72.000 millones de dólares en apenas dos semanas) tiene continuidad ahora.
Al menos eso demuestran las salidas a Bolsa de Airbnb y DoorDash, que la semana pasada recaudaron casi 4.000 y 3.300 millones de dólares respectivamente. Las dos operaciones han provocado un interés casi histérico de los inversores. Se trata de dos colocaciones de acciones muy grandes (las dos mayores de 2020 en Estados Unidos) que debían servir como test para el batallón de empresas de menor tamaño que esperan su turno a nivel mundial.

"Airbnb y DoorDash han demostrado que al dinero le faltan alternativas. Han podido mejorar sus valoraciones gracias a la extraordinaria demanda que han recibido. Literalmente, los inversores se han quitado las acciones de las manos. Buenas noticias para quienes planean dar el salto a la bolsa en los próximos meses", señalan en un 'broker' nacional, donde recuerdan que los mercados de renta fija ofrecen poco, muy poco, y seguirán casi secos en términos de rentabilidad durante mucho tiempo.
Lo cierto es que, contra pronóstico, el escenario ha virado muy a favor de los intereses de las empresas. En un escenario de absoluto encefalograma plano de los tipos de interés, se encuentran abiertas todas las vías de financiación en todos los mercados. Una situación idílica que los acompañará hasta el final de 2020 y que, salvo sorpresa mayúscula, se debería trasladar a todo el primer trimestre de 2021.