El plan del Reino pasa por reforzar el suministro de agua ante el futuro estrés hídrico

Marruecos construirá cinco grandes presas en 2021

photo_camera Atalayar_Tanger

Marruecos empezará el proyecto de construcción de cinco grandes presas con una capacidad total de almacenamiento de 525 millones de metros cúbicos que permitirán al Reino mejorar sus suministros de agua potable y de riego, según las declaraciones del ministro de Equipamiento, Transporte, Logística y Agua, Abdelkader Amara.

El propio Amara confirmó el pasado martes en sede parlamentaria que el presupuesto destinado a la construcción de las presas alcanzará los 4.800 millones de dirhams, unos 445 millones de euros. Estas contarán, además, con una capacidad total de 525 millones de metros cúbicos. Tres serán construidas en las provincias de Azilal, Agadir y Figuig, mientras que las otras dos restantes se edificarán en la provincia de Beni-Mellal.

Tras su finalización, las cinco nuevas presas aumentarán la capacidad de almacenamiento del país de 19.000 millones a 27.000 millones de metros cúbicos. Durante la última década, Marruecos construyó 23 grandes presas con una capacidad de almacenamiento de 6.200 millones, que costaron unos 2.555 millones de euros.

Este proyecto se enmarca en el programa nacional de abastecimiento de agua potable y de riego 2020-2027. De los 23 planes de grandes presas puestos en marcha entre los años 2009 y 2020, el ministro Amara informó de que siete están en funcionamiento, mientras que los otros 16 –5 iniciados el pasado año–, se encuentran aún en construcción.

Acerca de los avances de Marruecos en la gestión de los recursos, Amara remarcó que el país ha establecido “notables infraestructuras para la gestión del agua”. Hasta la fecha, Marruecos ha construido un total 149 grandes presas con una capacidad superior a los 19.000 millones de metros cúbicos, además de otras 133 presas de menor tamaño.

El país norteafricano se enfrenta a una grave amenaza de estrés hídrico en el futuro. El Instituto de Recursos Mundiales (WRI) situó a Marruecos en el puesto 22 de la clasificación general y en el 12 entre los países árabes en sufrir esta problemática, por lo que, desde su llegada al trono, Mohamed VI ha consolidado la política dirigida por el difunto rey Hassan II de dotar al Reino de infraestructuras hídricas para paliar las crecientes necesidades de los ciudadanos.

Para hacer frente al reto de la escasez de agua, Marruecos ha puesto en marcha un plan destinado a garantizar un suministro suficiente capaz de diversificar las fuentes de agua potable y de riego, mejorar la gestión del agua y aumentar las reservas en las zonas rurales mediante la construcción de más presas grandes y pequeñas, plantas desalinizadoras y la exploración de los recursos hídricos subterráneos, entre otros.