Marruecos planta cara al Gobierno de Benkirane con una huelga general exitosa
29 de octubre de 2014 (23:09 h.)
Por Dunia Gattiui
Foto: Un grupo de huelguistas durante la jornada de protesta en Marruecos.
Marruecos consiguió este miércoles plantar cara a la política económica y social del Gobierno del islamista Abdelilah Benkirane con una huelga general exitosa. Los tres principales sindicatos del país, la Unión Marroquí del Trabajo (UMT), la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) y la Federación Democrática del Trabajo (FDT), que finalmente tuvieron el apoyo de la organización sindical UGTM y del movimiento islamista tolerado pero no legalizado Al Adl Wal Ihsane (Justicia y Espiritualidad), consiguieron movilizar a millones de trabajadores en todo el país. Según datos sindicales, el seguimiento de la huelga fue del 83,7%. Los sindicatos aseguraron que “se ha paralizado el tráfico ferroviario, el transporte urbano, los puertos y una mayoría considerable del sector sanitario, educativo y profesional”. Por su parte, Benkirane declaró que habrá “penalizaciones salariales para los huelguistas” y calificó la huelga como “injustificable”. Hacía tiempo que un paro general de 24 horas no tenía tanto seguimiento en Marruecos. Según declararon varios líderes sindicales, la huelga general y masiva fue provocada por la política “antisocial” del Gobierno y “la ruptura del diálogo” decidida por el primer ministro Benkirane, que gobierna con el apoyo de los islamistas del PJD, los berberistas conservadores del MP, los centristas ligeramente socialdemócratas del RNI y el partido de izquierda heredero de los comunistas PPS. La huelga fue contra la reforma de pensiones, la subida del combustible, la electricidad y el agua y el consecuente deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores marroquíes. Entre sus principales reivindicaciones, los huelguistas exigieron la subida del salario mínimo, que en Marruecos en el sector público es de unos 300 euros al mes y en el privado se sitúa en torno a los 240 euros. El Gobierno prometió un aumento del 10% del sueldo mínimo.
Descontento masivo
El paro también demostró la existencia de un descontento masivo contra el Gobierno de Benkirane en el país. Una encuesta publicada por un periódico marroquí el miércoles por la mañana indicó que la popularidad de Benkirane ha caído un 40% desde que llegó al poder en 2011. Seis de cada 10 marroquíes contestaron que se sienten insatisfechos con los actuales gobernantes. Es por este motivo que la UGTM, el sindcato del PJD, también participó en la huelga. Los otros tres sindicatos están vinculados al nacionalista Partido Istiqlal (PI), a la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) y a la izquierda radical. Los tres sindicatos mayoritarios justificaron su alianza con los islamistas diciendo que “queremos contar incluso con aquellos con los que no compartimos los mismos valores para garantizar una alta participación en la huelga”. Según los sindicatos, “el Gobierno es incapaz de responder positivamente a las peticiones de los asalariados y los ciudadanos”, aunque se haya producido una “degradación de las condiciones sociales y económicas de la clase obrera”. Por su parte, el ministro de la Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Mustafá El Khalfi, consideró que la huelga “no es una solución” a los problemas sociales y económicos del país y aseguró que “el Gobierno seguirá haciendo reformas”.