La pandemia de la COVID-19 vapulea a la maltrecha economía de Turquía
Los indicadores macroeconómicos desfavorable no son una novedad en Turquía. Pero en el caso de los datos publicados este lunes por el Instituto de Estadística nacional muestran un panorama desolador para la actividad productiva otomana en marzo debido a la irrupción de la pandemia, según informa en su versión digital el diario Arab News.
El déficit del comercio exterior de Turquía ha aumentado un 180% durante el último año tras las medidas de prevención contra la COVID-19, que redujeron significativamente el volumen de las exportaciones, con una disminución del 17,8% de las mismas.
La relación entre las exportaciones y las importaciones dejó un déficit de 5.400 millones de liras turcas (766,13 millones de dólares), y los bienes importados ascendieron a 18.800 millones de liras, mientras que las exportaciones sólo alcanzaron los 13.400 millones de liras. Las importaciones crecieron sólo un 3,1% en comparación con el año anterior, y la producción industrial, especialmente los productos agrícolas y las canteras, constituyeron la mayor parte de las exportaciones. Los principales destinos de las exportaciones de productos turcos fueron Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, mientras que el país importó principalmente de Alemania y China en el mismo período.
En la última semana de abril, las autoridades aduaneras turcas intentaron retrasar las importaciones para equilibrar el déficit comercial del mes. Adoptaron una práctica de “línea roja” en las aduanas para canalizar todas las mercancías importadas a través de un examen detallado en el que cada mercancía importada era examinada y documentada estrictamente. Sin embargo, esta práctica se dejó de lado tras las reacciones negativas de los comerciantes.
Mientras tanto, la lira turca ha seguido debilitándose frente al dólar y este lunes se han intercambiado siete liras por cada dólar, el peor cambio desde la crisis monetaria de agosto de 2018. La tendencia a la baja de la lira contra el dólar siguió al último movimiento del gobernador del banco central de Turquía, Murat Uysal, al anunciar un pronóstico de inflación más bajo durante una conferencia de prensa el 30 de abril. Turquía ha rechazado cualquier acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la financiación de la asistencia, aunque la pandemia ha socavado gravemente las ya frágiles finanzas públicas del país.
Una encuesta muestra que solo el 30,8% de los turcos cree que el país debería pedir un préstamo al FMI para aliviar los efectos económicos de la crisis del coronavirus mientras que el 69,2% lo rechaza. Para Timothy Ash, analista de mercados emergentes con sede en Londres de Bluebay Asset Management, existe una incertidumbre general sobre el impacto de la COVID-19 en la balanza de pagos de la nación.
“Se suponía que la reducción de los precios del petróleo contrarrestaría la pérdida de los ingresos por turismo, pero no estaba claro en cuanto a las manufacturas”, ha explicado en declaraciones a Arab News. “Está claro que las exportaciones de manufacturas no se van a recuperar. Por lo tanto, es probable que el déficit comercial y por cuenta corriente se crezcan este año, lo que ejercerá una mayor presión sobre la lira”, ha asegurado.
Se espera que Turquía relaje las restricciones contra la pandemia este mes empezando por las pequeñas empresas, mientras que las empresas turísticas como hoteles, museos y el sector del transporte, principales motores de la economía, podrían empezar a funcionar el próximo mes. Los profesionales del turismo no esperan visitantes extranjeros en junio y preparan la vuelta de los turistas para el próximo otoño. Las líneas aéreas turcas volverán a realizar nacionales el mes próximo.
El número de visitantes extranjeros que llegan a Turquía ha registrado una disminución del 22,1% en el primer trimestre del año. El país también ha registrado una disminución del 11,4% de sus ingresos por turismo en los dos primeros meses de 2019. El índice de confianza económica de la nación euroasiática tuvo una caída en abril del 5,8% en comparación con el mes anterior, según los datos oficiales.