Continúa la tendencia al alza del petróleo Brent rozando su máximo desde finales de 2018

El petróleo supera los 86 dólares el barril tras el llamamiento a la cautela de Arabia Saudí

La crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 continúa dejando secuelas a pesar de la mejoría general de la situación sanitaria gracias a la llegada de la vacuna. Uno de los que ha sufrido mayor impacto es el mercado petrolífero que lleva tiempo viviendo un ascenso constante que situó ayer lunes el precio del barril por encima de los 86 dólares. Arabia Saudí ha advertido a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) que la demanda aún se ve amenazada por la evolución de la pandemia y la oferta mundial de crudo debe ser controlada hasta que sean capaces de asegurar el suministro del petróleo.

Esta semana, el precio del crudo de Brent ha crecido de nuevo un 0,8%, superando ligeramente los 86 dólares. Esta cifra se queda a menos de medio dólar de alcanzar su máximo desde octubre de 2018, cuando marcó un precio de 86,43. No obstante, desde el país saudí mantienen una posición cauta. El ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, aseguró en unas declaraciones a la cadena norteamericana Bloomberg TV que no se debe dar por sentado que este crecimiento de los precios seguirá así en las próximas semanas, una posición que ha sido respaldada por Azerbaiyán y Nigeria.

En los últimos 12 meses, el precio de los barriles ha crecido algo más del doble. Este aumento, impulsado por el desarrollo de la situación sanitaria contra la COVID-19, está generando cierto temor en el sector ante la posibilidad de un brusco crecimiento de la inflación. Es más, el ministro de Energía saudí ha advertido que la demanda podría verse beneficiada este invierno debido a la subida del precio del gas natural, que ya ha llevado a muchos países a buscar derivados del petróleo como alternativa.

En el caso de tener un invierno más frío del habitual en el hemisferio Norte, explica Abdulaziz bin Salman, la demanda de barriles diarios podría pasar de 500.000 a 600.000. Otro de los aspectos que están sobre la mesa es que la posición de ciertas empresas que valoran hacer la transición desde el gas natural hacia el petróleo crudo. Advierten también de que esta tendencia no sería muy favorable al objetivo de lograr un descenso de la gasolina en Europa, Asia o Estados Unidos, donde el precio del combustible sigue subiendo de forma exponencial desde hace meses.

El grupo de inversión Goldman Sachs apoya la posición de Arabia Saudí siendo incluso algo más optimista en lo que a demanda de barriles se refiere: “La demanda se mantendrá cerca de los niveles anteriores al Covid este invierno, incluso con temperaturas promedio de invierno”. Creen que, incluso con temperaturas normales, la demanda de barriles podría crecer hasta el millón diario. Por el momento, la OPEP prefiere seguir en una posición cautelosa y mantiene una producción de 400.000 barriles al día, a pesar de las presiones recibidas desde el exterior para incrementar la cantidad de cara a los próximos meses.

Warren Patterson, jefe de estrategia de materias primas de ING Group en Singapur, dice que “los comentarios sauditas refuerzan la opinión de que la OPEP+ mantendrá su enfoque cauteloso, y con un mejor aspecto de la demanda, esto significa que el mercado seguirá tensionado durante el resto del año”. Esto, unido a la dificultad con la que cuenta la OPEP+ para frenar la subida del precio del gas natural hace que muchos países comiencen a contemplar la posibilidad de utilizar los derivados del petróleo de cara a los próximos meses de invierno.