Goldman Sachs, Citi y Morgan Stanley preveían un barril a 50 dólares, lejos de los 60 dólares actuales 

Las petroleras caminan solas con el crudo cerca de los 60 dólares por barril 

PHOTO/REUTERS  - Logotipos de cinco de las mayores compañías petroleras que cotizan en bolsa: BP,Chevron, Exxon Mobil, Royal Dutch, Shell y Total 

El precio del petróleo roza ya los 60 dólares, un nivel que las multinacionales ni los propios analistas pensaban podían alcanzar, cuando en marzo de 2020, en plena eclosión de la COVID, el barril llegó a estar a 19 dólares. Los recortes impulsados por la OPEP y Rusia que mantienen el mercado en déficit, la calma que ha generado el presidente norteamericano Joe Biden, y la llegada de las vacunas, han contribuido a este despegue en el precio. 

La mayoría de los informes de las casas de análisis sobre las previsiones del precio del crudo pronosticaban para 2021 un año sin los sobresaltos de los mercados que se produjeron a partir de marzo de 2020 cuando estalló la pandemia en todo el mundo. Pero tampoco creían que se pudiera llegar a los 60 dólares el barril tan pronto. 

Casi todos los expertos prevén que en el primer semestre el barril estará de promedio en los 50 dólares para iniciar un nuevo despegue a partir del verano, cuando se espera que una gran parte de las poblaciones de los países europeos y Estados Unidos esté vacunada. Goldman Sachs, Citi y Morgan Stanley, sitúan sus pronósticos por encima de los 50 dólares el barril. 

AFP/ ANDY BUCHANAN -El barril de crudo Brent subió hasta los 60 dólares el 8 de febrero de 2021  
Previsiones al alza 

Goldman Sachs es uno de los bancos de inversión que en sus pronósticos es más optimista. En el último trimestre de 2020, pronosticaba para este ejercicio un repunte del crudo por encima incluso de los 59 dólares, impulsado por un mercado del petróleo más ajustado, con menos demanda, y por una mejora en la economía impulsada en parte por las vacunas. Pronosticaba incluso que el petróleo Brent podría alcanzar los 65 dólares/barril a partir del tercer trimestre de este año. 

Citi, por su parte, aventuraba que la demanda aumentará este ejercicio en más de siete millones de barriles, con lo que el Brent alcanzaría de media los 54 dólares y el West Texas Intermediate (WTI) se situaría en el entorno de los 49 dólares. El banco se basa para su previsión en que la presidencia de Biden reforzará la alianza de Arabia Saudí y Rusia, fortaleciendo la gestión de los mercados internacionales a través de la OPEP+. 

La firma Morgan Stanley es más conservadora en sus análisis. Su diagnóstico es que el petróleo Brent estará en el entorno de los 50 dólares y el WTI en los 47,50. En los análisis que realizó para este año, preveía un déficit sostenido en el suministro de petróleo durante 2021 y que los inventarios se normalizarían para finales del ejercicio, siempre y cuando se recupere la economía global. 

Lo que sí es cierto es que el comportamiento del barril Brent del Mar del Norte ha sido mejor de lo previsto en lo que va de año. La última cotización de la semana se situó en 59,79 dólares/barril, con lo que se sitúa por encima de la media de febrero del año pasado que fue de 56 dólares y se aproxima a los 63,65 dólares de media en enero del pasado año. 

AFP/AFP- Fluctuaciones del precio del petróleo, Brent Crude y West Texas, durante 2020, impulsadas por la pandemia del Covid-19 
Optimistas, de momento 

Con este precio, las grandes multinacionales petroleras se dan por más que satisfechas, aunque la demanda de combustibles se mantenga estancada. Sus grandes cifras proceden de las ventas de crudo y en menor medida del negocio del marketing. La mayoría tiene asegurado sus resultados -caso de Repsol- con el petróleo a 50 dólares. Todo lo que baje de ese precio, la situación es más complicada. 

Debido al hundimiento del precio del crudo, los resultados de las petroleras correspondientes a 2020 van a estar muy a la baja. La multinacional Shell ha anunciado unas pérdidas de 21.700 millones de dólares (más de 18.000 millones de euros) por el deterioro que han sufrido sus activos. En 2019, la compañía angloholandesa obtuvo unos beneficios de 15.842 millones de dólares (13.214 millones de euros). 

Pese a todo, el consejero delegado, Ben van Beurden, ha reiterado el compromiso de la compañía con la política de dividendos y confía en poder elevar el pago por acción en el primer trimestre de 2021. La multinacional ha anunciado que abonará un dividendo provisional correspondiente al cuarto trimestre de 2020 por importe de 0,1665 dólares y otro trimestral con cargo a los tres primeros meses de este año de 0,1735 dólares. 

British Petroleum ha presentado también pérdidas de 20.305 millones de dólares (16.812 millones de euros) frente a unos beneficios en 2019 de 4.026 millones de dólares (3.330 millones de euros). Los ingresos totales alcanzaron los 183.500 millones de dólares (151.938 millones de euros), con una caída del 35%. 

Las pérdidas de la norteamericana Chevron ascendieron a 5.543 millones de dólares (4.576 millones de euros), frente a los 2.924 millones de dólares de beneficios (2.414 millones de euros) registrados en 2019. Los ingresos cayeron un 35,4% anual, hasta los 94.692 millones de dólares, unos 78.184 millones de euros. 

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