El presidente de la Reserva Federal abre la puerta a una bajada de tipos en su discurso anual en Jackson Hole
Los mercados han reaccionado con subidas inmediatas a la sugerencia del presidente de la Fed de que ha llegado la hora de volver a bajar los tipos de interés
Como cada año, la Reserva Federal de Kansas City organiza la reunión de banqueros centrales en el resort de Jackson Hole, en las montañas de Wyoming (Estados Unidos). Un evento al que acuden los gobernadores de los bancos centrales más importantes del mundo, entre ellos el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
Bajo el título “Un mercado laboral en transición: demografía, productividad y política macroeconómica”, la edición de este año se desarrolla entre los días 21 y 23 de agosto, con la sombra de las malas cifras de empleo en los Estados Unidos y la incertidumbre que se cierne respecto al futuro de los tipos de interés y del propio Jerome Powell, quien finaliza su mandato el próximo mes de mayo.
Tipos de interés
La intervención de Powell en Jackson Hole ha abierto la puerta, como preveían los analistas, a una nueva bajada de los tipos de interés. En el mismo escenario en el que, hace exactamente un año, Powell anunció que había llegado el momento de comenzar a bajar los tipos de interés, el presidente de la Fed ha indicado que “puede ser adecuado empezar a ajustar nuestra posición monetaria”, lo que podría confirmar que en septiembre se iniciará el recorte.
Sin saber cómo va a afectar la política de aranceles de la Administración Trump a la economía estadounidense, con la inflación por encima del objetivo de la Fed del 2 % (2,7 % en julio) y con unos datos de empleo en Estados Unidos cada vez más preocupantes (los peores datos de contratación desde la pandemia), la Reserva Federal se ha debatido, durante los últimos meses, entre bajar los tipos de interés o mantenerlos.
La bajada de tipos se presenta como la única opción de impulsar el crecimiento económico, aun a riesgo de provocar que el índice de inflación se dispare aún más. Ésta es la propuesta que defiende en presidente Trump, mientras que Powell ha optado por una postura más prudente, de esperar y ver, manteniendo los tipos como están. Una postura que se impuso en las últimas cinco reuniones del Consejo de la Fed, pese a contar con los primeros votos discordantes en tres décadas en la última de ellas.
En su discurso, Powell también ha hecho referencia al impacto de los aranceles en la economía estadounidense, con una posible subida de los precios: “esa subida de precios puede ser puntual. Puntual no significa 'toda de golpe'. Las subidas de precios se seguirán notando durante meses, según las empresas y los consumidores digieren el impacto de los aranceles”.
Respecto al peligro de que la inflación se descontrole, el presidente de la Fed ha señalado que “no permitiremos que una subida de precios puntual se convierta en un repunte general de la inflación”.
Apuestas de los mercados
De momento, los analistas han pronosticado que la Reserva Federal bajará los tipos de interés, que actualmente se encuentran en el 4,25 %/4,50 % un cuarto de punto en su próxima reunión de septiembre; otro cuarto de punto en la de diciembre; y un cuarto de punto más en la de enero, cumpliendo las sugerencias de Trump.
Unas bajas que constituirán un incentivo para la economía y el dólar, pero que pueden comprometer el objetivo de inflación de la Fed, que en julio ya se superaba por un 0,7 %.
En el caso del Banco Central Europeo, las previsiones apuntan a que los tipos actuales (situados actualmente en el 2,00 %, 2,15 % y 2,40 %) bajarán un 0,25 % en septiembre y se mantendrán sin cambios durante las siguientes reuniones.
Repercusión en las bolsas
Mientras, los mercados de capitales de todo el mundo han reaccionado de forma positiva a los indicios de bajada de tipos apuntados por el máximo responsable de la Fed. En España, el IBEX 35 seguía manteniéndose por encima de los 15.000 puntos, mientras que el EuroStoxx 50, que ha cotizado en un rango estrecho durante los últimos días, en torno a los 5.450 puntos, rozaba los 5.500 puntos a la hora de escribir este artículo.
No hay que olvidar, además, que Christine Lagarde está entre los invitados al simposio de Jackson Hole. La presidenta del Banco Central Europeo comparte panel, en la sesión de clausura, el sábado 23 de agosto, con el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y con el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda.
Habrá que esperar a ver cómo reaccionan los mercados las declaraciones de Powell y el resto de banqueros centrales en la apertura de la sesión del lunes.
Bajo la sombra de Trump
Más allá de los indicios sobre la evolución de la política monetaria estadounidense, la última participación del presidente de la Fed en esta reunión viene marcada por su enfrentamiento con el presidente de estadounidense, Donald Trump, quien ha criticado públicamente a Powell y ha llegado a pedir su dimisión por no haber emprendido una bajada de tipos de interés que, a juicio del presidente, es lo que necesita la economía estadounidense.
Lo cierto es que sus últimos meses al frente del banco central estadounidense no han sido un camino de rosas, especialmente desde el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump. La visita sorpresa que el presidente estadounidense realizó a las obras que se están acometiendo en la sede de la Reserva Federal en Washington (la primera de un presidente estadounidense en casi 20 años), el pasado 24 de julio, no sirvieron para suavizar las tiranteces entre ambos, sino al contrario. El presidente ha criticado el gasto excesivo (2.500 millones de dólares) en una reforma que incluye mármoles de primera calidad, jardines en la azotea y ascensores y comedores privados.
Su habitual prudencia a la hora de enfrentarse a decisiones como la bajada de los tipos de interés no la ha sentado bien al presidente, quien ya ha maniobrado para colocar a elementos afines en el Consejo de la Fed.
De hecho, en la reunión de política monetaria que el Consejo de la Fed celebró el pasado 30 de julio, dos miembros votaron en contra de la propuesta de Powell de mantener los tipos de interés, algo que no sucedía desde el año 1993.
La hipótesis de una posible destitución de Powell por parte del mismo presidente que le nombró en 2017 se ha enfriado en los últimos meses, después de que el Tribunal Supremo estadounidense fallara el pasado mes de mayo sobre la autoridad de Trump para destituir a los miembros de las agencias gubernamentales independientes.