En la guerra energética se perfilan dos grandes ganadores: China y Estados Unidos

Rusia se vuelca hacia China e India para vender el gas y el crudo que deja de exportar a la UE

PHOTO/AP - El presidente ruso Vladimir Putin (derecha) y el presidente chino Xi Jinping (izquierda) en el Kremlin de Moscú, en esta fotografía de archivo

Con un conflicto en el este de Europa que se prolonga más de lo previsto que cuando se inició en febrero, el uso de la energía como arma bélica adquiere mayor importancia. Rusia pierde gradualmente compradores para su petróleo y gas, Alemania ya ha reducido a la mitad las compras de crudo en las últimas semanas, y ahora el proceso irá a más con el veto por la UE del que Moscú transporta por oleoducto. Como reacción a las sanciones comunitarias a la energía, que empezó con el carbón, el Kremlin amplia su estrategia de represalias.

Países Bajos se une al colectivo de naciones comunitarias a las que Rusia cortará la venta de gas. Un grupo formado por Polonia, Bulgaria y Finlandia, ante la decisión del Ejecutivo neerlandés de no pagar el hidrocarburo en rublos. La energética de ese país GasTerra ha informado de que no cumplirá con las demandas de Rusia de efectuar el pago de gas en la citada moneda. La respuesta de la gasista rusa Gazprom no se ha hecho esperar y ha anunciado el corte del transporte de gas. El próximo a entrar en ese club será Dinamarca que ha avanzado que actuará en esa misma dirección, y Moscú también lo ha hecho. 

GasTerra no parece muy preocupada por la acción de Moscú por las circunstancias de los Países Bajos que forma parte del sistema europeo del gas que está muy integrado y que es extenso, si bien alerta de las derivadas de la política rusa.

Ante está perdida de mercados hacia Occidente, Moscú se vuelca hacia China e India. A estos países multiplica la venta de hidrocarburos, más de gas natural, si bien a precios más reducidos de los que recibe de Europa excepto de Serbia, con la que ha firmado esta semana un acuerdo muy beneficioso para Belgrado. Si bien, este pacto es casi una anécdota por el tamaño del comprador, la cuestión relevante es la exportación a los dos grandes países asiáticos.

Los analistas internacionales destacan que Pekín está llenando sus infraestructuras de almacenaje de gas, con lo que contaría con las reservas más relevantes del mundo. No obstante, dudan de la rentabilidad de esta estrategia para Gazprom, al tiempo que añaden que las redes de gasoductos no pueden absorber ni ahora ni en años todo el gas que pueda dejar de vender en Occidente.

En paralelo Estados Unidos también multiplica las exportaciones de gas natural licuado (GNL) a Europa, entre ellos a España. Como consecuencia del conflicto energético entre la UE y Rusia emergen dos ganadores: China y Estados Unidos. Uno compra más barato, otro vende más.