La invasión rusa contribuye a que el carburante se eleve hacia máximos históricos

Se esperan importantes subidas en el precio del combustible en Marruecos

PHOTO/PETROM.MA - Estación de servicio en Marruecos de Petrom

Las subidas del combustible en Marruecos podrían llevar el precio del gasóleo hasta los 1,47 euros (15,5 dirhams), mientras que la gasolina alcanzaría los 1,71 euros (18 dirhams). Máximos que se prevén según los cálculos de los expertos de la Federación Nacional de Propietarios, Comerciantes y Gestores de Estaciones de Servicio de Marruecos (FNPCGS).

El conflicto internacional entre Rusia y Ucrania no es ajeno a la economía marroquí, de hecho es uno de los principales aceleradores de estas subidas. Los recursos energéticos, desde los bloqueos rusos, son cada vez más escasos, algo que unido al mantenimiento de la demanda hace que los precios de disparen. 

El Gobierno marroquí se ha negado varias veces a apoyar a sus ciudadanos con diferentes medidas que pudieran estimular una bajada del combustible. Nadia Fettah, ministra de Economía y Finanzas, se excusó ante el Parlamento el pasado 6 de junio, argumentando que “no tenemos el presupuesto para subsidiar los precios de los combustibles…No hipotequemos el futuro”.

Así mismo, reconoció que el Gobierno está llamado a manejar esta situación, pero explicó que la imposibilidad de conocer las posibles fluctuaciones futuras de los precios, así como la duración de esta crisis internacional, dificultan enormemente esta tarea. 

A pesar del alto consumo de hidrocarburos en Marruecos, en torno a los 12 millones de toneladas al año, estos están sujetos a múltiples impuestos. El TIC (impuesto al consumo doméstico) y el IVA (impuesto sobre el valor añadido) gravan de forma importante el precio del combustible. Pero de momento el Gobierno no valora su posible reducción o suspensión para disminuir el coste de los carburantes

Una de las medidas que sí se plantea Marruecos es relanzar su refinería “La Samir” lo antes posible. Esto permitiría aumentar la capacidad de almacenamiento de carburantes, que favorecería la estabilización, en la medida de lo posible, de los precios. 

Otra fórmula que algunos expertos sugieren es la de estimular a las gasolineras a reducir sus márgenes de beneficios, lo que disminuiría significativamente la factura de los consumidores. Pero la realidad es que es muy poco probable que el Gobierno tome algún tipo de medida en este sentido, ya que el sector de los hidrocarburos está liberalizado en Marruecos desde 2015.

Uno de los sectores más perjudicados con las subidas del precio del combustible es el de los taxis, lo que ha provocado la amenaza por parte del colectivo nacional de taxistas con llevar a cabo una huelga el próximo 29 de junio frente a la wilaya de la gran Casablanca. Y es que creen que las subvenciones destinadas por el Gobierno a su sector son insuficientes para hacer frente al coste de los carburantes.

Pero esta difícil situación no parece que se vaya a solucionar, al menos a corto plazo. El banco de inversión Goldman Sachs pronosticó que el barril de Brent podría llegar hasta los 140 dólares a lo largo del verano, frente a los 120 dólares actuales. 

“Los importadores occidentales han anunciado prohibiciones de importación de petróleo ruso”, explicó Goldman, algo que, según el propio banco, “dará como resultado un desplazamiento significativo e imperfecto de barriles, debido a las restricciones contractuales y de transporte”. 

Una de las soluciones que se inducen del informe que publicó dicha entidad serían los aranceles, lo que supondría gravar las exportaciones rusas significativamente, reduciendo los ingresos del país gobernado por Putin, pero permitiendo la normalización de los flujos comerciales.  

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) también ha tomado cartas en el asunto, comprometiéndose a aumentar la producción de barriles diaria, que pasará en julio de 42,56 millones de barriles por día a 43,2 millones de barriles diarios. A pesar de esta subida en la producción, esta sigue siendo insuficiente para cubrir el déficit producido por el embargo del petróleo ruso.

Dicho embargo se refiere al petróleo transportado por barco, lo que suponía dos tercios de las importaciones europeas de crudo ruso, algo que a finales del año aumentó hasta el 90%. Este incremento tras la invasión rusa ha sido repartido entre el resto de los miembros de la OPEP, pero algunos de ellos no ha sido capaces de hacer crecer el ritmo de producción de su infraestructura al mismo tiempo que crecía la demanda. 

Todo esto hace que el precio del petróleo siga disparado, y, lo peor de todo, sin haber alcanzado aún su máximo. Por ello los marroquíes buscan fórmulas que reduzcan, en la medida de lo posible, la factura del combustible, a pesar de las reticencias del Gobierno de reducir los impuestos sobre los carburantes