Volkswagen garantiza a Soria que mantendrá las inversiones en España
diarioabierto.es
Pie de foto: trabajadores de Chapistería (Navarra), con la carrocería del Polo siete millones
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha asegurado este viernes que el nuevo presidente y consejero delegado del Grupo Volkswagen, Matthias Müller, le garantizó ayer durante una reunión celebrada en Alemania que la compañía mantiene el programa de inversiones previsto para España.
En concreto, Soria, en declaraciones a la cadena Cope recogidas por Europa Press, ha precisado que se mantienen las inversiones de 3.200 millones de euros anunciadas por Volkswagen para la fábrica de Seat en Martorell y las de 1.000 millones de euros para la fábrica navarra de Landaben.
“Aunque todavía tienen que llevar estas decisiones a algunos comités internos, hay garantía de que mantienen ese programa”, ha señalado el ministro, que ha precisado que la compañía le recordó que dicho programa lleva aparejadas ayudas y herramientas del Gobierno para impulsar la innovación.
El grupo alemán comprometió hace unos meses una serie de inversiones en España que comportan que el nuevo modelo del Volkswagen Polo se haga en la factoría de Navarra y que los nuevos modelos del Seat Ibiza y León se hagan en la fábrica de Martorell.
Soria, que ha calificado de “buena noticia” el mantenimiento de las inversiones del Grupo en España, ha explicado que durante su encuentro con Müller en la tarde de ayer le informaron de que los motores diésel afectados por el software que altera las emisiones son 11 millones, de los que 9 millones circulan por Europa, 683.000 en España.
El ministro ha indicado que la compañía está diseñando un plan de acción para que los vehículos que lleven esos motores puedan ser llevados a los concesionarios a partir del 1 de enero de 2016 a fin de darles una solución.
En todo caso, Soria ha dejado claro que el problema que existe con estos motores no afecta en absoluto a la seguridad. “No tiene nada que ver con la seguridad del vehículo”, ha insistido.
Por otro lado y preguntado por si el Gobierno español exigirá a Volkswagen la devolución de las ayudas del plan PIVE, Soria ha recordado que ha solicitado un informe a la asesoría jurídica para que estudie si estas ayudas tienen o no que ver con el software manipulado.
“Todavía no tenemos ese informe, pero lo que sí es verdad es que el PIVE hace referencia a emisiones de CO2. Lo que ha declarado la empresa es que este software hace referencia a otro tipo de emisiones, que son unas emisiones que se conocen como NOx (óxido de nitrógeno)”, ha matizado.
Pie de foto: Volkswagen Group of America President and CEO, Michael Horn
El jefe de Volkswagen admite que conocía la manipulación de motores desde hace 18 mese
La filial estadounidense de Volkswagen ha retirado su solicitud ante la agencia medioambiental norteamericana, la EPA, para certificar en el ejercicio 2016 modelos diésel con motores 2.0 hasta que cumpla con los estándares de emisiones del país. Sin esta certificación de la EPA, los vehículos y camiones pesados no pueden ser vendidos, lo que podría dar origen a una espera para la comercialización de estos modelos mayor a la prevista, según indica el portal especializado Automotive News.
La decisión de la compañía aparece recogida en un testimonio escrito ofrecido por el consejero delegado de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, con motivo de su comparecencia ante el comité de Energía y Comercio del Congreso de Estados Unidos. En la declaración escrita, Horn expresa sus "disculpas sinceras" por lo sucedido y reconoce que conocía la manipulación de las emisiones de los vehículos en el país desde hace año y medio.
En concreto, asegura que en la primavera de 2014 se le informó de que la compañía podría estar sufriendo un problema de cumplimiento de las exigencias de emisiones, a la vista de las conclusiones de un estudio sobre la materia elaborado por la Universidad de West Virginia. El directivo afirma además que se le informó de que los incumplimientos podrían resolverse y que la compañía podría trabajar con los reguladores para hacerlo.
La Policía alemana registra la sede de Volkswagen por los motores trucados
La Fiscalía regional alemana ha registrado la sede principal de Volkswagen en Wolsburg y otras dependencias en busca de indicios relacionados con la manipulación de emisiones en los motores diésel detectada en Estados Unidos.
La oficina del Fiscal en Braunschweig, ubicada cerca de Wolfsburg, ha indicado que las pesquisas se centran en la obtención de documentos y dispositivos de almacenamiento de datos relacionados con el escándalo de las emisiones.
Las investigaciones están siendo realizadas por tres funcionarios de la Fiscalía, acompañados por miembros de la oficina de investigación criminal de Baja Sajonia.
Por otra parte, la filial estadounidense de Volkswagen ha retirado su solicitud ante la agencia medioambiental norteamericana, la EPA, para certificar en el ejercicio 2016 modelos diésel con motores 2.0 hasta que cumpla con los estándares de emisiones del país. Sin esta certificación de la EPA, los vehículos y camiones pesados no pueden ser vendidos, lo que podría dar origen a una espera para la comercialización de estos modelos mayor a la prevista, según indica el portal especializado Automotive News.
La decisión de la compañía aparece recogida en un testimonio escrito ofrecido por el consejero delegado de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, con motivo de su comparecencia ante el comité de Energía y Comercio del Congreso de Estados Unidos. En la declaración escrita, Horn expresa sus "disculpas sinceras" por lo sucedido y reconoce que conocía la manipulación de las emisiones de los vehículos en el país desde hace año y medio.
En concreto, asegura que en la primavera de 2014 se le informó de que la compañía podría estar sufriendo un problema de cumplimiento de las exigencias de emisiones, a la vista de las conclusiones de un estudio sobre la materia elaborado por la Universidad de West Virginia. El directivo afirma además que se le informó de que los incumplimientos podrían resolverse y que la compañía podría trabajar con los reguladores para hacerlo.