India, China y Estados Unidos inauguran un año repleto de vuelos a la Luna, misiones tripuladas y relevos de cohetes veteranos

El 2024 espacial comienza con 8 Días de Oro que se saldan con cinco éxitos y un fiasco

La misión Axiom 3 comandada por el coronel de la US Navy Michael López Alegría tendrá a bordo a los tenientes coroneles del Aire Walter Villadei (Italia), Alper Gezeravcı (Turquía) y Marcus Wandt (Suecia) - PHOTO/Axiom Space

El año que acaba de comenzar sigue la estela de 2023 y está repleto de viajes privados e institucionales a la Luna, vuelos inaugurales de lanzadores, el despegue de sondas científicas y muchas misiones tripuladas con astronautas de muy distintas nacionalidades.

  1. El principal destino sigue siendo la Luna
  2. Numerosos vuelos tripulados y paseos espaciales

En una especie de 8 Días de Oro entre el primero de año y el 8 de enero, India, Estados Unidos y China han sumado seis lanzamientos al cosmos. El año espacial lo ha inaugurado Nueva Delhi, con la puesta en órbita el mismo día de Año Nuevo del satélite XPoSat, que durante 5 años va a intentar observar los agujeros negros que devoran supernovas, púlsares y estrellas de neutrones.

El corto periodo que se presumía exitoso lo ha cerrado Washington el 8 de enero con el estreno del nuevo cohete Vulcan, que colocó en trayectoria correcta la sonda de superficie lunar Peregrine de la empresa Astrobotic Technology que dirige John Thornton, de 39 años. Primer módulo de descenso que Estados Unidos lanza en cinco décadas con destino la Luna, en menos de 24 horas se ha pasado del sentimiento de gran satisfacción al de pleno fiasco.

La Agencia Espacial de India (ISRO) lanzó el día de Año Nuevo en un cohete PSLV el satélite de observación XPoSat, que debe captar los agujeros negros que absorben supernovas, púlsares y estrellas de neutrones - PHOTO/ISRO

Pequeña astronave de bajo coste del programa de misiones comerciales a la Luna que subvenciona la NASA (CLPS), cuando Peregrine todavía acumulaba muy escasas horas en su camino, los técnicos de Astrobotic detectaron que no estaba orientada hacia el Sol y sus paneles solares no cargaban las baterías. Corregida la anomalía, también identificaron que sufría una fuga del combustible que provocaba “una pérdida crítica de propulsión” que le impedía recorrer los 384.400 kilómetros hasta la Luna.

Un comunicado de Astrobotic fechado a primeras horas del 9 de enero expresa que los motores tan sólo pueden proporcionar impulso “durante unas 40 horas”. Dadas la situación, el objetivo “es acercar Peregrine lo más posible a la Luna, antes de que pierda la capacidad de mantener su posición apuntando al Sol y pierda energía”. En otras palabras, la compañía descarta llevar a cabo el alunizaje, que estaba programado para el 23 de febrero.

Desde el centro de control de Astrobotic, sus técnicos han solventado la carga de las baterías de Peregrine, pero no la perdida de propulsión. La compañía, hasta el momento, ha descartado que pueda posarse sobre la Luna - PHOTO/Astrobotic

El principal destino sigue siendo la Luna

Entre el éxito de India y la malograda misión lunar norteamericana Peregrine han ocurrido otros cuatro despegues: uno desde China ‒con cuatro satélites meteorológicos‒, y tres desde Estados Unidos. Estos últimos a cargo de cohetes Falcón 9 de la compañía SpaceX de Elon Musk, que han posicionado un total de 45 satélites. En su inmensa mayoría (44) pertenecen a la constelación Starlink, que ya acumula nada menos que 5.289 satélites en órbita.

Y todo lo anterior sólo en los primeros ocho días de enero y todavía quedan 51 semanas plagadas de importantes hitos que cumplir. Por ejemplo, que Estados Unidos va a seguir librando una reñida batalla con China por mantenerse en cabeza del ecosistema espacial mundial. Su principal protagonista es la compañía SpaceX, con su fiable cohete Falcón 9, la constelación Starlink y el nuevo y enorme lanzador Starship, todo ello del magnate Elon Musk, que confía en poder concluir más de un centenar de despegues.

La NASA va a anunciar en breve el retraso hasta 2025 del segundo disparo de su cohete SLS, que por el momento sigue programado para despegar en noviembre con la misión Artemis II, en el que será el primer vuelo tripulado más allá del satélite natural de la Tierra, con tres astronautas varones y una mujer. 

Con un peso antes del despegue de 1.263 kilos, 1,9 metros de longitud y 2,5 de ancho, el módulo de descenso lunar Peregrine se muestra antes de ser encerrado en la cofia del lanzador Vulcan que lo ha llevado al espacio - PHOTO/NASA

La Luna continuará siendo en 2024 el centro de atención de las misiones robóticas. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) intentará posar el 19 de enero en la Luna su sonda SLIM, lanzada en septiembre. Y la compañía privada nipona Ispace, que perdió el contacto con su sonda Hakuto-R el pasado 25 de abril y se estrelló contra la superficie lunar, ha anunciado que lanzará una segunda misión en el invierno del presente año.

China hará despegar su astronave Chang’e-6 en torno al mes de mayo. Con instrumentos de Francia, Italia, Pakistán y Suecia, recogerá muestras del suelo y subsuelo de la cara oculta de la Luna durante más de un mes y las traerá de regreso a la Tierra. La NASA enviará hacia la Luna a partir de mediados de febrero los módulos de superficie que ha subvencionado a las compañías Intuitive Machines (Nova-C), Firefly (Blue Ghost) y Astrobotic (Griffin), que llevan equipos de la Agencia norteamericana y cargas de diferentes instituciones y empresas.

Desarrollado y fabricado por el consorcio ULA formado por Boeing y Lockheed Martin, el lanzador Vulcan está propulsado por una primera etapa de motores de metano y una segunda que utiliza hidrógeno líquido - PHOTO/ULA

Numerosos vuelos tripulados y paseos espaciales

En torno a una decena de vuelos espaciales tripulados están programados para el año en curso. Cinco de ellos con destino la Estación Espacial Internacional: dos en astronaves rusas Soyuz (MS-25, en marzo; MS-26, en septiembre), cada una con tres seres humanos a bordo. Otras tres misiones, quizás cuatro, en cápsulas norteamericanas Crew Dragón, con capacidad para cuatro astronautas.

La primera está planeada para el 17 de enero. Es el viaje privado Axiom 3 a bordo de una cápsula Crew Dragón, en la que todos los astronautas son aviadores militares: el coronel de la US Navy de origen español Michael López Alegría y los tenientes coroneles Walter Villadei, Alper Gezeravcı y Marcus Wandt, de las Fuerzas Aéreas de Italia, Turquía y Suecia, respectivamente.

Elon Musk tiene contratado desde 2021 al teniente general del Aire retirado Terrence J. O'Shaughnessy, que asume la dirección de los programas gubernamentales de SpaceX, su compañía de servicios de lanzamiento - PHOTO/USAF

Por fin, para mediados de abril debe despegar la primera cápsula ya tripulada CST-100 Starliner de Boeing, con los veteranos astronautas Sunita Williams y Barry E. Wilmore. Su primer vuelo sin tripulación data de diciembre de 2019 y los malos resultados de la prueba han exigido numerosas mejoras. Cuando la CST-100 reciba el visto bueno de la NASA, junto con la Crew Dragón de SpaceX, serán las dos cápsulas tripuladas que quiere la NASA para abandonar sus vuelos compartidos con las astronaves rusas Soyuz.  

A caballo entre la primavera y el verano tendrá lugar el despegue de la misión tripulada Polaris Dawn a bordo de una cápsula Crew Dragón. Su objeto es situar al multimillonario y antiguo astronauta Jared Isaacman y a los ingenieros Scott Poteet, Sarah Gillis y Anna Menon en la órbita más alta jamás alcanzada por seres humanos y llevar a cabo actividades extra vehiculares. Por parte de Pekín, Otras dos astronaves ‒Shenzhou-18, en mayo, y Shenzhou-19, en noviembre‒, volarán con tres astronautas al complejo orbital de China para relevar a las tripulaciones allí alojadas.

La misión Polaris Dawn tripulada por cuatro astronautas y bajo el mando del multimillonario y antiguo astronauta Jared Isaacman pretende alcanzar y realizar paseos fuera de la cápsula en la órbita más alta jamás alcanzada por seres humanos - PHOTO/SpaceX

En el marco de los lanzadores, 2024 es un año clave. Realizado el 8 de enero con éxito el vuelo inaugural del Vulcan, queda pendiente un segundo disparo para obtener la certificación que exige la Fuerza Espacial, para poder adjudicarle contratos del Pentágono. El H-3, el nuevo cohete de Japón,  intentará a mediados de febrero un segundo despegue, tras el fallido de marzo de 2023 que terminó con su destrucción. Para el verano se espera el estreno del norteamericano New Glenn, de la sociedad Blue Origin, y con máxima expectación en Europa, el vuelo del Ariane 6, que acumula demasiados años de retraso.