La industria aeroespacial de Marruecos consolida su cadena de valor
Marruecos está afianzando su posición en el sector aeroespacial internacional. Con más de 150 empresas aeronáuticas que tienen al menos una fábrica en Marruecos, y que aportan más de 2.500 millones de dólares anuales, el país norteafricano demuestra la voluntad de las compañías más importantes del mundo de colaborar en el crecimiento y desarrollo del sector, con el objetivo de fortalecer la base industrial marroquí y consolidar de forma sostenible sus cadenas de suministro.
Tras el éxito de la delegación marroquí en el Paris Air Show celebrado la pasada semana, la revista francesa Le Point, entrevistó al ministro de Industria y Comercio, Ryad Mezzour.
Durante la conversación, el ministro destacó el dinamismo del sector y explicó que la presencia de las más de 150 compañías ha permitido generar cerca de 26.000 empleos a tiempo completo. Estas actividades se concentran principalmente en Casablanca, Tánger, Rabat y Fez. “Solo en facturación anual hablamos de unos 2.500 millones de euros”, apuntó.
Más allá de los éxitos recientes, Marruecos ha consolidado en las últimas décadas una base sólida en el mantenimiento y desarrollo de los pilares fundamentales de la industria.
Para el ministro, la colaboración entre Royal Air Maroc (RAM) y el grupo francés Safran en torno al desarrollo de motores CFM, marcó un hito como una de las “alianzas estratégicas más recientes”, que se vio reforzada por la visita de Emmanuel Macron a finales de 2024.
Además del desarrollo tecnológico e industrial, Marruecos también está impulsando el desarrollo de mano de obra especializada. Según Mezzour, el país tiene las capacidades necesarias para asumir estos desafíos tecnológicos. “Formamos cada año a 23.000 ingenieros, y unos 400 de ellos se integran directamente en el sector aeronáutico”, afirmó.
Marruecos está preparado para la diversificación. En cuanto a las condiciones operativas, Marruecos ofrece una ventaja clave: costes laborales competitivos, de unos 25 euros la hora, frente a los 100 o 120 euros que se registran en Europa o Estados Unidos. Pero, además el país está preparado para reorientar su producción a los nichos de mercado donde el sector más lo necesite. Incluso, el ministro no descarta una ambición mayor: “Creemos que podríamos ofrecer una línea de ensamblaje final para aviones comerciales en un plazo de diez años”.
Finalmente, Mezzour confirmó que Royal Air Maroc está estudiando la posibilidad de ampliar su flota con nuevos modelos. Uno de los aviones que la aerolínea tiene en la mira es el Airbus A220, un aparato de media distancia que, según explicó, “se adapta perfectamente a la red europea de RAM”.