Portugal promueve una base espacial en las Azores mientras la Agencia Espacial Española sigue sin director
La Agencia Espacial Española cumple en breve 12 meses desde su creación y tres sin tener el director ejecutivo que debe poner a velocidad de crucero el enorme potencial que contemplan sus estatutos.
- El peso recae en la ANACOM y Portugal Space
- Azores, lugar de descenso del mini transbordador europeo Space Rider
Mientras tanto, Portugal celebra hoy, 18 de marzo, el quinto aniversario de la firma del documento que crea su organización espacial nacional. Aprovechando la ocasión, Lisboa da luz verde a un instrumento legal que pretende posicionar al país luso entre los Estados que ofrecen nuevos servicios de acceso al espacio, un sector de gran interés estratégico para la Unión Europea.
Antes de las elecciones generales portuguesas del pasado 10 de marzo, en una de las últimas decisiones del Gobierno en funciones del dimitido primer ministro Antonio Costa, el Consejo de Ministros que preside tomó un acuerdo de gran trascendencia: estimular las oportunidades para que instituciones y empresas nacionales y de terceros países puedan instalar centros de lanzamiento espacial en cualquier parte de la geografía lusa.
Convencido por su ministra de Ciencia y Tecnología, Elvira Fortunato, y la titular de la cartera de Defensa, Helena Carreiras, el Ejecutivo en funciones de Costa ha introducido un conjunto de modificaciones en su Ley del Espacio de enero de 2019, que ahora establece y regula las normas de concesión de licencias para levantar, operar y explotar centros de despegue espacial en territorio portugués.
Un Decreto-Ley que recoge el Diario de la República ‒equivalente al BOE español‒ del 2 de febrero aclara los procedimientos y despeja el camino administrativo para promover las actividades espaciales, instaurar bases de despegue de micro lanzadores y poner en órbita pequeños satélites. Va a poder ser desde cualquier lugar de Portugal, de manera prioritaria desde la isla de Santa María del archipiélago de las Azores, en mitad del océano Atlántico.
El peso recae en la ANACOM y Portugal Space
La organización que asume el papel central en la concesión de licencias es la Autoridad Nacional de Comunicaciones (ANACOM). Lo hace efectivo tras un proceso regulatorio en el que toma parte la Agencia Espacial Portuguesa ‒que se autodenomina Portugal Space‒, y que implica la aprobación previa del Gobierno de Lisboa, que garantiza la sostenibilidad, seguridad y la salvaguarda de los intereses estratégicos nacionales.
En opinión del presidente ejecutivo de Portugal Space desde octubre de 2021, Ricardo Conde, la actualización y mejora de la Ley aprobada hace cinco años “crea condiciones atractivas” para asentar en el país nuevos operadores de servicios de acceso al espacio y “hacer de Portugal una nación espacial”.
Ricardo Conde subraya que lo que pretende el nuevo sistema regulatorio es poner en marcha las condiciones para que, desde territorio portugués, se ejerzan actividades espaciales “netamente comerciales”, que puedan competir en el mercado internacional. La revisión de la Ley fija las condiciones de los trámites necesarios para poner en marcha capacidades de acceso al espacio y retorno a la Tierra.
El Decreto-Ley establece que la Agencia Espacial Portuguesa debe trabajar en estrecha cooperación con las entidades estatales y regionales en el proceso de concesión de licencias en cualquier localización geográfica, “incluidas las zonas marítimas adyacentes a los archipiélagos de Azores o Madeira”. En el caso de ambas zonas ultramarinas, exige audiencia previa y un dictamen vinculante del respectivo gobierno autónomo regional.
La ESA también contempla la propuesta de Portugal Space de utilizar la isla como lugar de aterrizaje o amerizaje del mini transbordador europeo no tripulado Space Rider, cuyo vuelo inaugural está programado para el tercer trimestre de 2025. La agencia decidirá a mediados de 2024 el lugar de descenso de los primeros vuelos de Space Rider, que ahora se encuentra en fase de pruebas y validación por parte de sus dos contratistas principales, la sociedad ítalo-francesa Thales Alenia Space y la italiana Avio.
Azores, lugar de descenso del mini transbordador europeo Space Rider
Una delegación de la Agencia encabezada por el director de Programas de Vuelo, el italiano Stefano Bianchi, visitó en febrero la isla para conocer las posibilidades que ofrece Santa María al descenso del primer vehículo espacial reutilizable europeo. La ESA cuenta con antenas de seguimiento de misiones espaciales en la citada isla.
Santa María requiere mejoras de infraestructura para permitir el descenso del Space Rider, pero el presidente de Portugal Space, Ricardo Conde, ha asegurado que tomará “todas las medidas necesarias” para garantizar que la isla esté preparada para recibir el primer vuelo del Space Rider.
De 8 metros de longitud, 5 toneladas de peso al despegue y 600 kilos de carga en experimentos, la razón de ser del Space Rider es proporcionar un sistema de transporte comercial de ida y vuelta al espacio. Una vez disparado desde la Guayana francesa mediante un lanzador italiano Vega, las previsiones son que se mantenga en órbita unos dos meses, para que los clientes puedan efectuar experimentos y pruebas tecnológicas.
Como Estado miembro efectivo de la Agencia Espacial Europea (ESA) desde noviembre de 2000, Portugal cuenta con su asistencia técnica para levantar las infraestructuras de una base espacial en la isla de Santa María, en las Azores. Con la Ley del Espacio de 2019, Portugal Space efectuó una llamada internacional a la que respondieron 14 consorcios de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. Pero razones administrativas obligaron a dejar en suspenso el proyecto.
Por fortuna, el nuevo Decreto-Ley del Espacio de Portugal es el marco legal que ya contempla regular las actividades, operaciones y explotación de los centros de lanzamiento espacial de nuestra vecina nación. Se adelanta a España, que no cuenta con Ley del Espacio, todavía tiene en rodaje su Agencia Espacial y carece desde finales de diciembre de director general, labor que desde entonces ejerce con carácter interino el general del Aire Juan Carlos Sánchez Delgado a la espera de que, no más tarde de un mes, sea por fin nombrado el nuevo responsable ejecutivo.