El acercamiento entre Rusia y Corea del Norte preocupa a los países de la OTAN

El líder norcoreano Kim Jong Un (der.) reunido con el consejero de Seguridad ruso Sergei Shoigu en Pyongyang el 4 de junio de 2025 - KCNA via REUTERS
La visita de un representante del Gobierno ruso a Kim Jong-un puede definir el futuro de tratado de defensa mutua
  1. Colaboración armamentística

Con el objetivo de fortalecer los vínculos bilaterales, el Gobierno de Rusia ha enviado a secretario de su Consejo de Seguridad, Sergei Shoigu, a Pyongyang, la capital norcoreana, para reunirse con el líder Kim Jong-un el 5 de junio.  

Según la agencia de noticias rusa TASS, el secretario viajó a Corea del Norte por orden del presidente ruso Vladimir Putin con el fin de conversar sobre diversos temas bilaterales. “Las conversaciones cubrirán la implementación de ciertas disposiciones de la asociación estratégica integral entre la Federación Rusa y la República Popular Democrática de Corea, así como los esfuerzos para honrar la memoria de los soldados norcoreanos que contribuyeron a la liberación de la región de Kursk” afirmó el Consejo de Seguridad de Rusia a la agencia oficial rusa.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, asisten a una recepción de estado en Pyongyang, Corea del Norte, el 19 de junio de 2024 - SPUTNIK/VLADIMIR SMIRNOV via  REUTERS

Conforme al Korean Central News Agency (KCNA), en la reunión el líder norcoreano Kim Jong-un confirmó a Sergei Shoigu que su país “apoyará incondicionalmente la postura de Rusia y sus políticas exteriores en todas las cuestiones políticas internacionales cruciales, incluida la cuestión ucraniana”.  

Ésta no es es la primera vez que Shoigu realiza una visita de este tipo: el pasado 21 de marzo mantuvo una reunión de dos horas con Kim Jong-un, en la que se discutieron temas muy amplios como la situación en Ucrania, las conversaciones con Estados Unidos, y la seguridad, tanto en la península de Corea como a nivel global, según expresó el secretario a los medios. En aquella ocasión, Sergei Shoigu reconoció la disposición de Corea del Norte a la hora de apoyar a su país: “Quiero darles las gracias a mis amigos coreanos por su solidaridad con Rusia en todos los problemas de la política mundial, y especialmente en el tema de Ucrania”, afirmó ante los medios. 

Colaboración armamentística

Por otro lado, a través de la plataforma Telegram, una página denominada Informador militar publicó imágenes de lo que describió como “un mortero norcoreano de 60 mm destinado al ejército ruso”, según especificó en la publicación, afirmando que las unidades del Ejército ruso ya estarían equipándose con este tipo de armamento. 

Respecto a Corea del Norte, el Comité de Monitorización de Sanciones Multilaterales de la ONU alertó de que Rusia habría entregado una unidad del sistema antiaéreo Pantsir, así como un vehículo de combate del mismo tipo.  

Ejercicio de las subunidades de mortero del Ejército Popular de Corea en un lugar no revelado - KCNA via REUTERS  

La peligrosa relación entre Rusia y Corea del Norte

Para el Dr. Edward Howell, el vínculo cada vez más profundo entre Corea del Norte y Rusia, que antes se limitaba a los intercambios tácticos, ha evolucionado hacia un alineamiento más estratégico e ideológico. Desencadenada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022, esta relación ha pasado rápidamente de las transacciones de armas por dinero a la cooperación militar que ahora incluye los despliegues de tropas norcoreanas en suelo ruso, que como se ha visto, representa un riesgo para el orden mundial.  

Históricamente, los lazos entre Moscú y Pyongyang han variado (dependiendo de las circunstancias), pero la presión de la guerra y las sanciones ha reavivado una asociación que parecía inactiva. Rusia, lidiando con el aislamiento y a una necesidad crítica de armas, ha encontrado en Corea del Norte un proveedor de artillería y misiles. A cambio, el régimen de Kim Jong-un ha asegurado una ayuda alimentaria vital, recursos financieros y posiblemente tecnologías militares avanzadas, elementos cruciales para la estrategia de supervivencia de Pyongyang. 

Lo que distingue a esta nueva alianza es su contexto ideológico: ambas naciones buscan desafiar el orden de seguridad post Guerra Fría dominado por Estados Unidos y sus aliados. Al aprovechar el poder de veto de Rusia en las Naciones Unidas, Corea del Norte se protege de la responsabilidad por incumplimientos de sanciones y continúa expandiendo sus capacidades nucleares y de misiles con poco temor a represalias globales, aseguró Howell.  

Este nuevo eje representa un importante reto para la paz global. La creciente cooperación militar entre las dos potencias no solo ha fortalecido las aspiraciones nucleares de Pyongyang, sino que también ha desestabilizado la dinámica regional. Asimismo, el fortalecimiento de esta relación sin duda debilita los esfuerzos internacionales de tener un control armamentístico y limita la eficacia de instituciones internacionales como el Consejo de Seguridad. 

El presidente francés, Emmanuel Macron - REUTERS/ TERESA SUÁREZ

Además, aunque China observa con cautela, su respuesta ha sido ambigua. De hecho, el propio Emmanuel Macron, presidente de Francia advirtió a China que una falta de acción frente al respaldo de Corea del Norte a Rusia podría llevar a una mayor presencia de la OTAN en Asia. “La situación de Corea del Norte en Ucrania es una gran incógnita para todos nosotros. Si China no quiere que la OTAN intervenga en el Sudeste Asiático, debería impedir que intervenga en suelo europeo”, subrayó.  

A medida que se consolida la alianza entre Corea del Norte y Rusia, el escenario internacional se vuelve cada más incierto y tenso. Lejos de tratarse de una cooperación, esta relación representa un alineamiento estratégico con objetivos en común: debilitar el orden mundial y fortalecer sus capacidades militares ante el aislamiento internacional. En este contexto, la comunidad internacional se enfrenta al desafío de plantear una respuesta firme y coordinada.