El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás sale adelante
Finalmente, los representantes de Israel, Hamás, Estados Unidos y Qatar han firmado oficialmente en Doha el acuerdo de alto el fuego después de que Jerusalén acusase al grupo terrorista de introducir cambios de última hora, obstaculizando la ratificación del documento.
A través de un comunicado, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha ordenado que el gabinete de seguridad se reúna hoy viernes. Asimismo, ha pedido al Coordinador para los Rehenes y Desaparecidos que coordine los preparativos para recibir a los rehenes a su regreso a Israel.
“El Primer Ministro Netanyahu expresó su agradecimiento al equipo negociador y a todos los que prestaron su ayuda”, indica la nota, donde también se recuerda que el Estado de Israel “está comprometido a lograr todos los objetivos de la guerra, incluido el retorno de todos los rehenes, los vivos y los fallecidos”.
A la espera de la aprobación del Gabinete de Seguridad y del Gobierno, y de que el acuerdo entre en vigor, la liberación de los rehenes se llevará a cabo según el marco planificado, en el que se espera que los rehenes sean liberados el domingo.
Está previsto que el Gobierno se reúna más tarde para aprobar el acuerdo. En este sentido, algunos miembros del Ejecutivo, como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, ha amenazado con dejar la coalición si el acuerdo sale adelante.
El también líder del partido de extrema derecha Otzmá Yehudit ha criticado el alto el fuego por incluir una retirada del Corredor de Filadelfia y detener las operaciones militares, advirtiendo que socavaría los logros de la guerra y no lograría asegurar la liberación de todos los rehenes restantes.
Sin embargo, el ultraderechista ha indicado que estaría dispuesto a volver a unirse a la coalición si Israel reanudara los combates en Gaza después del alto el fuego de 42 días de la primera fase del acuerdo.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también se ha mostrado contrario al acuerdo, asegurando que es “peligroso para la seguridad nacional de Israel”.
No obstante, incluso si Smotrich y Ben Gvir, así como otros ministros de extrema derecha, votan en contra del acuerdo, el primer ministro israelí obtendría la mayoría para aprobar la tregua.
Según el acuerdo, en la primera fase se liberarán 33 rehenes, entre ellos mujeres, niños, hombres mayores de 50 años y hombres menores de 50 años que están heridos o enfermos. Israel estima que la mayoría de esos 33 rehenes están vivos.
A cambio, serán liberados más de 700 prisioneros palestinos, entre ellos unos 275 que están acusados de asesinar a israelíes y que cumplen cadena perpetua. Los presos condenados por llevar a cabo operaciones en las que murieron israelíes serán deportados a Gaza, Qatar o Turquía.
Las autoridades israelíes también pondrán en libertad a palestinos que fueron detenidos durante la guerra pero que no participaron en el ataque del 7 de octubre.
Por otro lado, durante esta primera fase, las Fuerzas de Defensa de Israel se retirarán gradualmente a una zona de contención en Gaza, cerca de la frontera con Israel. En este sentido, las tropas israelíes abandonarán el corredor de Netzarim en el centro de la Franja de Gaza y la mayor parte del corredor de Filadelfia en la frontera entre Gaza y Egipto.
Mientras, se permitirá a los palestinos regresar al norte de Gaza. Quienes viajen a pie no pasarán por controles de seguridad, pero los vehículos serán inspeccionados por funcionarios qataríes y egipcios para garantizar que no se transfieran armas pesadas a Gaza, según informa Axios.
Desde el primer día del alto el fuego 600 camiones de ayuda, incluidos 50 camiones de combustible, entrarán diariamente en Gaza. Además, se entregarán 200.000 tiendas de campaña y 60.000 casas móviles para los palestinos desplazados en Gaza.
El día 16 del alto el fuego, Israel y Hamás iniciarán las negociaciones sobre la segunda fase del acuerdo, que se supone incluirá la liberación de los rehenes restantes, un alto el fuego permanente y la retirada completa de Israel de Gaza.