Acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y la República Democrática del Congo para estabilizar la economía del país

Sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) - REUTERS/YURI GRIPAS
En medio del conflicto en el este del país, la RDC concretó un acuerdo técnico con el FMI que tiene como objetivo estabilizar su economía y fortalecer su institucionalidad
  1. La crítica situación del RDC requiere ayuda financiera
  2. El papel del FMI: más allá de la financiación

La República Democrática del Congo ha dado un paso importante en su proyección económica internacional. Tras dos semanas de intensas negociaciones en Kinsasa, el Gobierno congoleño y el Fondo Monetario Internacional alcanzaron un acuerdo técnico como parte de la primera revisión del programa trienal respaldado por los servicios del Crédito Ampliado (SCA) y de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS).  

El acuerdo contempla una nueva financiación por un total de 2.800 millones de dólares, distribuidos entre el FEC (Federación de Empresas Congoleñas) y el Mecanismo de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS). 

Este avance se consiguió en un escenario de intensificación del conflicto armado en el este del país, lo que ha generado nuevos retos económicos, sociales y humanitarios. A pesar de esta situación, la economía ha mostrado resistencia, proyectando un aumento del PIB del 6,5 % para el año 2024, impulsado principalmente por el sector de la extracción. Además, se espera que el incremento permanezca por encima del 5 % para el año 2025.  

El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, llega al Aeropuerto Internacional de Pekín, antes de la Cumbre de 2024 del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en Pekín, China, el 1 de septiembre de 2024 - REUTERS/ REUTERS/TINGSHU WANG

La crítica situación del RDC requiere ayuda financiera

Actualmente, la República Democrática del Congo atraviesa una etapa crítica, marcada por una escalada de violencia en el este del país. Los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Congoleñas y el grupo armado M23, los ataques contra civiles en Djugu y el aumento de la actividad de las milicias en Kivu del Sur están provocando nuevas olas de desplazamiento y aumentando la crisis humanitaria. A esta situación se suman las lluvias torrenciales y las recientes inundaciones, que han causado daños materiales significativos y han afectado aún más a las comunidades ya vulnerables.  

En relación con esta problemática, el gasto militar ha aumentado y se han duplicado los salarios en el sector de seguridad, todo esto sin una fuente clara de financiación. Como resultado, el déficit fiscal ha crecido. Se estima que estos gastos podrían alcanzar hasta el 2,4 % del PIB cada año. Además, el Estado pierde cerca de 400 millones de dólares debido a la imposibilidad de recaudar impuestos en las zonas controladas por grupos armados. 

Oficiales de seguridad ruandeses escoltan a miembros de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), que se rindieron en Goma, en el este de la República Democrática del Congo, tras los combates entre los rebeldes del M23 y las FARDC, en Gisenyi, Ruanda, el 27 de enero de 2025 - REUTERS/ JEAN BIZIMANA

El papel del FMI: más allá de la financiación

El FMI tiene como objetivo principal promover la estabilidad financiera y la prosperidad sostenibles para sus países miembros, mediante tres misiones fundamentales: la cooperación monetaria, el impulso al comercio y al crecimiento económico, y la prevención de políticas que afecten la prosperidad.  

En el caso de la RDC, el Fondo ha recomendado reducir los gastos del Gobierno, revisar ciertas exenciones fiscales y mejorar el control sobre el sector minero para asegurar que los ingresos lleguen al Estado. Según su página oficial, el FMI destacó que ya se han logrado avances importantes, como la operatividad de la Tesorería; la descentralización del gasto; la creación de una cuenta única del Tesoro; y la transición a un marco fiscal basado en recursos, con el fin de proteger el gasto frente a la volatilidad de los ingresos extractivos.  

Asimismo, la organización insta al Gobierno congoleño a dedicar un mayor esfuerzo en la movilización de ingresos internos. Entre las medidas sugeridas se encuentran acelerar la facturación estandarizada del IVA; implementar un plan de ingresos; reducir exenciones fiscales ineficientes; combatir la evasión en exportaciones mineras; y reforzar el control aduanero. Finalmente, destaca su petición de reforzar la gobernanza y la transparencia (especialmente en el sector extractivo) para combatir la corrupción y mejorar el clima de negocios. 

Logotipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su sede en Washington, EE.UU. - REUTERS/YURI GRIPAS

A pesar de las recomendaciones, el nuevo acuerdo entre Kinshasa y el FMI, negociado entre el 30 de abril y el 13 de mayo, demuestra ser el producto de un esfuerzo institucional sin precedentes. Si bien no es una solución inmediata a los problemas del país, representa una estrategia a largo plazo para construir una economía más sólida. En una región marcada por la inestabilidad, donde la autoridad del Estado se ve afectada no solo por la violencia sino también por la falta de servicios básicos, mejorar la eficiencia fiscal se convierte en una vía para recuperar el control y la soberanía. 

Con este acuerdo, la RDC aspira tanto a estabilizar su economía como a cambiar la imagen que proyecta al mundo. A pesar de los conflictos internos, demuestra voluntad de transformación y compromiso con el cambio desde dentro. Prueba de ello es el liderazgo del presidente Félix Antoine Tshisekedi y la coordinación de la primera ministra Judith Suminwa Tuluka, bajo los cuales el equipo gubernamental ha trabajado de manera estrecha, a pesar de los desafíos actuales. Además, la participación de figuras clave, como los ministros de Finanzas y Presupuesto, así como la gobernadora del Banco Central, Malangu Kabedi, refleja un esfuerzo por unir lo político con lo técnico.

Por tanto, el resultado es una modificación del programa económico que busca abordar tanto los desafíos del conflicto bélico como las exigencias del crecimiento. 

“Las autoridades de la República Democrática del Congo y el equipo del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la primera revisión del programa económico y financiero trienal de la República Democrática del Congo, financiado por el FMI en el marco del SCA, sujeto a la aprobación de la dirección del FMI y del Directorio Ejecutivo. Su consideración por parte del Directorio Ejecutivo del FMI está prevista tentativamente para finales de junio de 2025” declaró Calixte Ahokpossi, Jefe de la Misión del FMI para la República Democrática del Congo.