Como era de esperar, Argel no ha tardado en reaccionar a los dos comunicados 64 y 65 del Ministerio de Asuntos Exteriores maliense

Argel reacciona torpemente a la andanada de críticas de Mali

Dirigentes de Mali

Dos comunicados con tintes decisivos, en los que Bamako denunciaba los acuerdos de Argel de 2015 y escupía una retahíla de agravios contra el régimen argelino, acusado de dañar la unidad nacional de Mali.

Aunque adoptaba un tono conciliador, el comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino (publicado el 26 de enero) pecaba del craso error de dirigirse directamente al pueblo maliense, como si quisiera advertirle contra su propio Gobierno. 

"Argelia tiene el deber de informar al pueblo de Mali. El pueblo maliense sabe que Argelia nunca ha dejado de trabajar por la aplicación del Acuerdo de Paz y Reconciliación en Mali, resultante del proceso de Argel, con sinceridad, buena fe e inquebrantable solidaridad con el hermano Mali. 

 
El pueblo maliense también debe saber y estar convencido de que la larga lista de razones aducidas en apoyo de la denuncia del Acuerdo no corresponde en absoluto ni de cerca ni de lejos a la verdad ni a la realidad", reza un comunicado que tiende a suscitar las iras de los dirigentes malienses. 

¿Qué deber de información tiene Argel para tomarse la libertad de dirigirse a la población de un país fronterizo para obligarla a convencerse de que su gobierno actúa de mala fe? Esto es lo que se desprende del párrafo citado anteriormente.

Imaginemos, por un momento, este texto firmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí y dirigido al pueblo argelino. ¿Cuál sería la reacción del régimen de Argel? Con razón gritaría escándalo. En ese caso, es legítimo preguntarse "¿lo que está permitido para Argel no lo está para los demás?

Con este comunicado, las autoridades argelinas pretenden ignorar al gobierno militar de transición de Malí erigiéndose en guardianes del pueblo maliense. Esto es lo que ha llevado a un periodista argelino exiliado a afirmar: "Después de imponerse por la fuerza al pueblo argelino, los generales argelinos intentan ahora imponer su voluntad al vecino Malí. Se trata simplemente de una hegemonía excesiva".

De hecho, en su comunicado del 26 de enero, el régimen argelino advertía al pueblo maliense contra su propio gobierno, al que acusaba de haber "preparado cuidadosamente el terreno para abandonar la opción política en favor de la opción militar como medio para resolver la crisis maliense". 

Mali argelia

 
Los dirigentes argelinos rechazaron sistemáticamente este tipo de actitud por parte de un país vecino o amigo durante más de una década de guerra civil, optando en su lugar por lo que denominaron la "erradicación" del terrorismo. Argelia también rechazó los buenos oficios de numerosos mediadores que trabajaban para resolver la crisis con Marruecos, del mismo modo que nunca aceptó la más mínima iniciativa de paz entre Marruecos y el Polisario.

Para desmentir la acusación de Argel de optar por la opción militar en lugar de la política, el presidente de la transición y jefe de Estado de Malí, el coronel Assimi GOITA, publicó el mismo día, 26 de enero, un decreto presidencial N° 2024-0053 "por el que se crea el comité de pilotaje del diálogo intermalí para la paz y la reconciliación nacional". 

Este comité de pilotaje se encargará de preparar y organizar el diálogo maliense (ver documento). Una forma de decir a Argel: "sabemos dialogar entre nosotros sin necesidad de intermediarios".