Argelia llama a consultas a su embajador en Rabat
La relación entre Argelia y Marruecos nunca ha resultado fácil, pero durante los últimos meses pasa por su momento más tenso. El conflicto del Sáhara Occidental ha vuelto a protagonizar la escena internacional desde que el pasado mes de noviembre volvieran las hostilidades entre el Frente Polisario, apoyado por Argelia, y el reino alauí. El movimiento nacional de liberación del Sáhara Occidental daba por finalizado el alto el fuego con el reino norteafricano, establecido desde 1991, después de que fuerzas marroquíes lanzaran un ataque en el paso fronterizo de Guerguerat, que une Mauritania con el Sáhara Occidental.
La decisión de la Administración Trump de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara, a cambio de normalizar relaciones con Israel, tampoco ha ayudado a limar asperezas entre Argelia y Marruecos. Desde que Donald Trump diera el paso de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara, el reino alauí ha intentado que el resto de países, sobre todo europeos, sigan los mismos pasos que el país norteamericano, lo que ha provocado una serie de crisis diplomáticas entre el reino y países como Alemania o España que abogan por una solución en el marco de Naciones Unidas (ONU).
El Sáhara Occidental ha vuelto a provocar una crisis diplomática, en esta ocasión, entre Marruecos y Argelia. El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino anunciaba que había llamado a su embajador en Rabat para “consultas con efecto inmediato” después de que la representación diplomática de Marruecos ante Naciones Unidas distribuyera días antes una nota a representantes de los estados del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en la que declaró supuestamente su apoyo al derecho de autodeterminación de la región de la Cabilia (noroeste de Argelia), poblada mayoritariamente por bereberes.
Esta acción por parte de Marruecos se produce escasos días después de que el nuevo ministro de Exteriores argelino, Ramtane Lamamra, se refiriese a la ocupación del territorio saharaui e instara a Marruecos a dejar de bloquear el nombramiento del enviado de la ONU para el Sáhara Occidental. A modo de respuesta, el embajador de Marruecos ante Naciones Unidas, Omar Hilale, distribuyó un comunicado oficial a los países que conforman el MNOAL declarando el apoyo de Rabat al “derecho a la autodeterminación del pueblo cabileño”.
Cabilia es un tema delicado para Argelia y es que el país rechaza cualquier iniciativa de autodeterminación para la región. Hace apenas dos meses el Gobierno de Argel declaró como “grupo terrorista” al Movimiento por la Autodeterminación de la Cabilia (MAK), así como al movimiento islamista Rachad a los que acusó de llevar a cabo "actos hostiles y subversivos" para desestabilizar el país y atentar contra su seguridad. Argelia ha calificado de “agresivas” las declaraciones del embajador marroquí, Omar Hilale, y según señala el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino en un comunicado de prensa “a falta de un eco positivo y adecuado de la parte marroquí, se decidió hoy la convocatoria con efecto inmediato para consultar con el embajador de Argelia en Rabat, sin perjuicio de otras posibles medidas en función de la evolución de este caso".
El Sáhara Occidental ha vuelto a tensar aún más la ya de por sí complicada relación que existe entre Marruecos y Argelia. Mientras el reino alauí sigue defendiendo su derecho de soberanía sobre este territorio, el Frente Polisario, apoyado por Argelia, aboga por un referéndum de autodeterminación. El férreo apoyo por parte de Argel al Polisario se vio claramente reflejado con la visita del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, hospitalizado en la capital argelina tras ser dado de alto en España donde fue tratado por COVID-19.