La CIA y la germana BND unieron sus fuerzas con la ayuda del principal proveedor mundial de equipo de encriptación

Así espiaron Estados Unidos y Alemania a más de 120 países durante décadas

La información nunca ha sido capaz de escapar a su instrumentalización. Desde siempre las grandes potencias han luchado por lograr la supremacía mundial y han utilizado los datos como arma para conseguirlo. Uno de los Estados con más experiencia en esta área es EEUU, ejemplo de ello fueron las filtraciones de Edward Snowden.  El último caso de espionaje -considerado como “el golpe de Inteligencia del siglo”– tiene como protagonista a la CIA y a los servicios de espionaje de la entonces Alemania Occidental (BND, en sus siglas en alemán) quienes durante más de cinco décadas controlaron en secreto a más de 120 países. La Guerra Fría marcó un antes y un después en la diplomacia internacional. Fue por aquel entonces cuando la Inteligencia estadounidense y alemana aunaron fuerzas para espiar a 120 países a través del principal proveedor mundial de equipo de encriptación: Crypto AG

La empresa suiza Crypto AG suministró dispositivos de encriptación a más de 120 gobiernos, lo que no sabían estos estados es que estos aparatos estaban supuestamente manipulados para poder descifrar los códigos y los mensajes, según ha advertido este martes una investigación conjunta elaborada por el diario estadounidense The Washington Post, la cadena de televisión alemana ZDF y el medio de comunicación suizo SRF. 

En la década de 1980, aproximadamente el 40% de los datos extranjeros por parte de los funcionarios de Inteligencia estadounidenses habían sido obtenidos a través de los dispositivos de Crypto. Sin embargo, la historia de Crypto AG comenzó mucho antes. Esta compañía suiza consiguió su primera victoria para construir máquinas de creación de códigos para las tropas estadunidenses durante la Segunda Guerra Mundial, lo que la llevó a convertirse en el principal fabricante de dispositivos de encriptación, unos aparatos que fueron comprados por más de 120 países, entre los que destacan Irán, India o Pakistán. 

El acuerdo entre la CIA y la BND fue uno de los secretos “mejor guardados” de la Guerra Fría, según ha explicado el The Washington Post; un secreto que ha salido a la luz a través de una historia clasificada y exhaustiva de la CIA sobre la operación.  Este documento identifica a los oficiales de la CIA que estuvieron al mando del programa y a todas aquellas personas que se encargaron de ejecutarlo. La operación, denominada como clave 'Tesauro' y más tarde 'Rubicón', destaca por ser una de las más audaces de la historia de la CIA. "Fue el golpe de inteligencia del siglo", concluye el informe de la CIA. "Los gobiernos extranjeros pagaban buen dinero a los EE.UU. y a Alemania Occidental por el privilegio de hacer que los secretos mejor guardaros de cada país fueran leídos por al menos dos (y posiblemente hasta cinco o seis) países extranjeros", según ha recogido este diario.   

Durante este período, Estados Unidos y Alemania tuvieron acceso a información confidencial sobre Irán y su crisis de los rehenes y es que en 1979, cientos de estudiantes iraníes entraron en la Embajada estadounidense y tomaron como rehenes a 52 personas.  Los dispositivos de Crypton también suministraron información de inteligencia sobre el Ejército de Argentina a Gran Bretaña durante la guerra de las Malvinas y estuvieron al tanto de todo lo que ocurría en países como Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España, Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán e Irak, entre otros. El documento al que ha tenido acceso The Washintong Post relata, además, la relación que estas máquinas pueden tener con episodios históricos como el asesinato del excanciller chileno Orlando Letelier en Washington en 1976 o la revolución sandinista en Nicaragua.

Sin embargo, este sistema de encriptación tenía sus límites y es que ni la desaparecida Unión Soviética ni Rusia confiaron en esta empresa, porque sospechaban de su relación con Occidente.  La historia de uno de los mayores golpes de espionaje de la historia comenzó a resquebrajarse cuando, a principios de los 90, el BND decidió abandonar la operación. La CIA decidió no rendirse y seguir utilizando estos datos a su favor, por lo que compró la participación de los alemanes y continuó sacando partido a estos dispositivos hasta 2018, momento en el que la agencia vendió todos los activos de la compañía.  

Aun así, los productos de Crypto se siguen utilizando en varios países, a pesar de que la empresa desapareció en 2018 tras ser comprada por CyOne Security y por Crypto International, compañía que se hizo cargo de la marca y el negocio internacional de la primera compañía. Ambas empresas han insistido en que no tienen ningún tipo de relación con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Mientras tanto, el Gobierno de Suiza ha anunciado que va a hacer una investigación para analizar los vínculos que existieron entre la compañía y la CIA y el BND. 

La historia de Crypto comenzó durante la Segunda Guerra Mundial cuando el Ejército estadounidense decidió contratar a esta compañía para que desarrollase un dispositivo de encriptación. La persona encargada de hacerlo fue Boris Hagelin, un empresario ruso que huyó a Suecia cuando los bolcheviques tomaron el poder y posteriormente se trasladó a Estados Unidos. Durante la guerra, se llegaron a construir más de 140.000 dispositivos. Sin embargo, este conflicto tan solo fue el final del comienzo. Hagelin regresó a Suecia y se convirtió en un referente tanto para Estados Unidos como para otros cientos de países que decidieron comprar sus dispositivos de encriptación. ‘El Post’ destaca que desde 1970 la CIA llegó a controlar casi todos los aspectos de Crypto AG, en colaboración con BND.

La Guerra Fría simbolizó el paso a una nueva etapa en la diplomacia internacional, un período en el que la Inteligencia y el espionaje cobraron un especial protagonismo. Durante más de cincuenta años, la CIA ha sido testigo de la caída de los grandes regímenes latinoamericanos, la guerra de las Malvinas o la crisis de Irán en 1979.  En este período han tenido acceso a información confidencial de más de 120 países, unos datos que, en ocasiones, han tenido el poder suficiente para cambiar el futuro de estas regiones. Cincuenta años más tarde el secreto mejor guardado de la CIA ha salido a la luz para mostrarnos, una vez más, el gran poder que tiene la información.