El Banco Central de Libia suspende su actividad en medio de una crisis de secuestros
La crisis en Libia se agudiza. El movimiento de tropas militares hacia el suroeste del país ha generado una escalada de tensión, y ahora se suma la destitución del gobernador del Banco Central (CBL), Al-Siddiq Al-Kabir, por el Consejo Presidencial de Libia. En un intento por restablecer la estabilidad económica, el Consejo Presidencial designó un nuevo liderazgo para el Banco Central de Libia.
Sin embargo, la medida ha suscitado controversia, ya que un decreto anterior de la Cámara de Representantes había suspendido el nombramiento de Al-Shukri y mantenido a Al-Kabir en su cargo. Aunque esta medida busca mitigar los efectos de la crisis financiera y económica que afecta al país, la situación sigue siendo delicada y la Comunidad Internacional sigue monitoreando de cerca el desarrollo de la crisis en Libia.
La Cámara de Representantes ha rechazado los intentos de controlar el Banco Central y ha pedido al fiscal general que tome medidas legales para proteger al banco, y a la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia que adopte una postura clara y seria contra estos movimientos criticables.
La situación en el Banco Central de Libia se ha vuelto cada vez más tensa, con varios empleados de alto nivel recibiendo amenazas de secuestro y el banco suspendiendo sus operaciones. Hasta el momento, solo se conoce el secuestro de Musab Msallem, jefe del Departamento de Tecnologías de la Información (TI).
¿Qué más dijo el Banco Central?
Tras el secuestro del jefe del departamento de TI del CBL, Musab Msallem, el Banco Central anunció que suspenderá toda la actividad.
Según un comunicado, Musab Msallem, jefe del Departamento de Tecnología de la Información del Banco Central, “fue secuestrado esta mañana en su casa por un grupo desconocido”. El banco dijo que “no reanudará sus operaciones” hasta que Msallem sea liberado, añadiendo que otros funcionarios han sido “amenazados con ser secuestrados”. Pidió “el fin de esta práctica” y culpó a “partes deshonestas que amenazan la seguridad de sus empleados y la continuidad de la industria bancaria”. El banco no proporcionó más información sobre el secuestro.
El gobernador del Banco Central de Libia ha sido objeto de acusaciones de alinearse con el movimiento político islámico y ha sido destituido varias veces en los últimos años. Sin embargo, el Parlamento lo reasignó al cargo tras su destitución.
Libia sigue dividida después del enfrentamiento entre el Gobierno con sede en Trípoli, reconocido por la ONU, dirigido en su momento por Abdulhamid Dbeibah, y una administración rival en el este, respaldada por el líder militar Khalifa Haftar. Aunque la situación ha sido relativamente tranquila en los últimos años, los enfrentamientos entre múltiples grupos armados en Libia continúan produciéndose periódicamente, lo que genera temores de una escalada más amplia.
En contra de un aumento total de la tensión, el Movimiento 17 de febrero con sede en Misrata, emitió un comunicado o advertencia en contra del aumento de la tensión en Trípoli, donde apuntan que, de repetirse escenarios anteriores, las consecuencias para el país de convertir Trípoli en un campo de batalla pueden ser devastadoras para la economía nacional.
Además, el Movimiento se unió a la postura de la Cámara de Representantes de petición al fiscal general que identifique y procese a los responsables del secuestro del funcionario del Banco Central, y enfatizó la necesidad de proteger a los empleados de las instituciones soberanas de Libia de amenazas y ataques.
A su vez, el diplomático y enviado especial estadounidense a Libia, Richard Norland, dijo que el intento de derrocar a Al-Kabir era “inaceptable” y advirtió que reemplazarlo “por la fuerza podría hacer que Libia pierda el acceso a mercados financieros internacionales”. Norland así lo anunció en una publicación en sus redes sociales.
El aumento de la tensión también coincide con la celebración del 84º aniversario de la fundación del Ejército libio, lo que hace que sea aún más importante que las partes involucradas en el conflicto trabajen juntas para encontrar una solución pacífica y estable. La creación de un “corredor estratégico” entre Libia y el Golfo de Guinea puede tener consecuencias graves para la región y el mundo, y es fundamental que se aborden los problemas de seguridad y estabilidad en el país de manera efectiva y pacífica.
La alianza entre Rusia y Libia puede fortalecer la posición de Haftar en el país y aumentar la influencia rusa en la región. Sin embargo, esto también puede llevar a una mayor tensión en la región y a un aumento en la violencia en Libia. La UNSMIL (Misión de las Naciones Unidas para la estabilización en Libia) y otras organizaciones internacionales deben seguir monitoreando la situación y presionar a las partes para que actúen con moderación y respeten los derechos humanos.
Tensión en la frontera de Libia y Argelia
Según el activista político libio, Chawki Benzehra, la situación en la frontera entre Libia y Argelia ha cambiado significativamente en favor del Ejército Libio, liderado por el Mariscal Khalifa Haftar. La ocupación efectiva de la zona por parte de las fuerzas libias, como se muestra en imágenes de la "128ª Brigada", ha sido confirmada por información procedente de la región. Esta capacidad operativa y organizativa demuestra la confianza en las alianzas con Rusia y los Emiratos Árabes Unidos.
Por otro lado, el activista afirmó que el sistema argelino ha sido descrito como “el cáncer del Norte de África” por muchos países de la región.
Sin embargo, en lugar de jugar un papel constructivo en la resolución de la crisis, Argelia ha sido un espectador pasivo sin capacidad para influir en los eventos. Los Generales argelinos han intentado fomentar divisiones internas en Libia, apoyando la formación de milicias en lugar de coordinar con el Ejército Libio para asegurar la frontera.