Blinken no descarta un posible acuerdo entre Israel y Arabia Saudí antes de que termine el mandato de Biden

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, durante una rueda de prensa al final de su visita de un día a Haití - PHOTO/ ROBERTO SCHMIDT via REUTERS
El secretario de Estado vincula la posible normalización entre ambos países con un alto el fuego en la Franja de Gaza
 

La normalización entre Israel y Arabia Saudí sigue siendo una prioridad dentro de la política exterior de la Administración de Joe Biden a menos de dos meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. 

Washington lleva tiempo trabajando para lograr un acuerdo de paz entre ambos países que transformaría profundamente Oriente Medio. Consciente de ello, hay quien apunta que uno de los objetivos de Hamás -respaldado por la República Islámica de Irán- lanzando el ataque del 7 de octubre fue precisamente frustrar una normalización.

A diferencia de lo que se podría pensar, el ataque terrorista y la consiguiente guerra en Gaza que el próximo mes cumplirá un año no interrumpieron los esfuerzos de Estados Unidos ni sus negociaciones con Riad con el fin de alcanzar un acuerdo con Israel, algo que impulsaría significativamente la integración regional del Estado judío en un momento clave de su historia. 

De hecho, tal y como ha asegurado el secretario de Estado, Antony Blinken, aún es posible llegar a un acuerdo de normalización antes de que el presidente Biden deje el cargo en enero. No obstante, Blinken vincula este posible acuerdo con la capacidad de los mediadores de alcanzar un alto el fuego en Gaza. 

"Creo que si logramos un alto el fuego en Gaza seguirá existiendo la oportunidad a lo largo de esta administración de avanzar hacia la normalización”, afirmó Blinken durante una rueda de prensa en Haití.

Respecto, a un posible alto el fuego, el jefe de la diplomacia estadounidense indicó que la tregua en Gaza entre Hamas e Israel está “casi lista”, según evaluaciones estadounidenses. "Basándome en lo que he visto, el 90% está acordado, pero quedan algunas cuestiones críticas”, explicó. 

Uno de los principales desacuerdos entre Israel y Hamás está relacionado con la presencia de tropas israelíes en la Franja de Gaza. Mientras el grupo terrorista exige la retirada total y completa, Israel insiste en mantener el control militar en varias zonas clave, como el corredor de Filadelfia, punto por el que entraban armas al territorio palestino desde Egipto a través de túneles. 

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante un mapa que muestra la Franja de Gaza, durante una rueda de prensa para los medios internacionales en la oficina de prensa del Gobierno en Jerusalén - REUTERS/ ABIR SULTAN

El Cairo rechaza completamente el control militar israelí sobre esta franja de 14 kilómetros que separa Egipto de Gaza. Además, esta semana, Turquía y cinco países árabes, incluida Arabia Saudí y la Autoridad Palestina se unieron a Egipto para rechazar la presencia militar de Israel en el corredor de Filadelfia.

Por otro lado, Blinken también resaltó que el proceso de normalización también requeriría que Israel aceptara una “vía creíble para un Estado palestino”.

Vista general muestra las casas palestinas en el pueblo de Wadi Fukin mientras que el asentamiento israelí de Beitar Illit se ve al fondo, Cisjordania -REUTERS/NIR ELIAS 

Esta es una de las principales condiciones que ha presentado Arabia Saudí, asegurando que no establecerá relaciones diplomáticas con Israel a menos que se reconozca un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este. Ahora, con la guerra en Gaza, Riad también ha exigido el fin de la “agresión” israelí en el enclave palestino.

Además, a cambio de la normalización con Israel, Arabia Saudí obtendría garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, así como cooperación bilateral con Washington en materia de energía nuclear civil.