Durante su visita, el secretario de Estado ha mostrado su preocupación por la violación de los derechos humanos en el país

Blinken pide en Ruanda acabar con el apoyo de los grupos rebeldes

TWITTER/ SECRETARY ANTHONY BLINKEN - El secretario de Estado, Anthony Blinken, en Ruanda

La gira del secretario de Estado, Anthony Blinken, por África llega a su fin. Después de que Blinken visitara la República Democrática del Congo, el funcionario estadounidense ha viajado hasta Ruanda, país que se convierte en su tercera y última parada en el marco de su viaje oficial, para continuar con el objetivo estadounidense de fortalecer sus lazos diplomáticos con diferentes países del África subsahariana en un momento en el que la influencia rusa y china en el continente es más que notoria. 

Tanto en Ruanda como durante su visita en la República Democrática del Congo, Blinken ha pedido a los presidentes de ambos países que cesen cualquier tipo de apoyo a los grupos armados, que se encontrarían en el este del país congoleño, después de que la ONU haya elaborado un informe sobre esta supuesta colaboración. En este contexto, las diferentes investigaciones señalan que las Fuerzas Armadas ruandesas habrían estado luchando junto al M23, grupo que reactivó sus combates en el noroeste del país el pasado mes de marzo y que lleva años atemorizando a su población. 

Fundado a principios del año 2012, el grupo M23 habría nacido como una escisión del extinto Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), otro grupo de rebeldes de origen ruandés que habría luchado contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) en el país congoleño. Pocos meses después del nacimiento del M23, el grupo consiguió ocupar la ciudad de Goma durante semanas y desde entonces el este de la RDC, donde se encuentran ubicados, se ha convertido en un escenario sangriento alimentado por los grupos rebeldes y por los ataques del Ejército congoleño.

Así lo ha declarado Blinken tras celebrar una rueda de prensa en Kigali, la capital de Ruanda, en la que ha afirmado que el mensaje dirigido “al presidente congoleño, Félix Tshisekedi y para el presidente ruandés, Paul Kagame, ha sido el mismo: cualquier apoyo (...) a grupos armados en el este de la RDC pone en peligro a las comunidades locales y la estabilidad regional”

Junto a esto declaró que había conversado con Kagame “sobre las creíbles informaciones de que Ruanda continúa apoyando el grupo rebelde M23 (Movimiento 23 de Marzo) y que tiene a sus propias fuerzas en la RDC”, una colaboración que el país ruandés ha tildado como “falsa”. Este Movimiento, que opera en diferentes áreas del país congoleño, sobre todo en la parte este, mantiene un importante conflicto con el Gobierno central, situación que ha provocado el desplazamiento de un gran número de refugiados.

Según ha indicado el jefe de la diplomacia estadounidense, tanto Ruanda como la RDC estarían “preparados para retomar las conversaciones en el marco del proceso de Nairobi”, haciendo alusión a los acercamientos que protagonizaron diferentes grupos rebeldes junto con el Gobierno congoleño, impulsados por la Comunidad del Este de África (EAC), y que tuvo lugar en la capital keniana. 

Sin embargo, lo único que ha conocido esta zona durante décadas ha sido la violencia. Más en concreto, el este del Congo, conocido por su riqueza de minerales, ha sido escenario de numerosos conflictos desde la década de los 90 cuando la guerra civil y el genocidio de la población Tutsi en Ruanda consiguieron traspasar la frontera a otros seis países africanos. Junto a esto, la violencia local ha incluido conflictos por el control tanto de las tierras como de los recursos, así como de los propios movimientos locales y rebeldes pertenecientes a otros países vecinos.

A pesar de que en el año 2003 se consiguió alcanzar un acuerdo de paz, en la actualidad sigue habiendo, al menos, 120 grupos armados activos en la región. Por otro lado, y de acuerdo con datos de la ONU, esta zona alberga una población de 20 millones de personas que corren el riesgo de sufrir una crisis mayor, agravada por la aparición de nuevos grupos terroristas

Coordinador de América: José Antonio Sierra