China abre su mercado al aceite de oliva marroquí

 

El aceite de oliva marroquí tiene su principal mercado en Europa, pero algunas empresas productoras  como Lesieur Cristal están mirando a China, que es el segundo gigante económico mundial y tiene un fuerte potencial de crecimiento. Los desafíos son enormes, pero China es el gran mercado del siglo XXI. España lo ha entendido y exporta grandes cantidades de aceite de oliva a China. Marruecos quiere hacer lo mismo en el marco de la diversificación geográfica de sus exportaciones. “El boom actual del aceite de oliva en China representa una gota en un océano de más de 1.400 millones de chinos. Pero algunos países han penetrado este mercado antes y nosotros tenemos enormes posibilidades”, dice Hanane Zehruni, responsable del área de exportación de Lesieur Cristal, a la web ‘Malaysia Chronicle’. El consumo de aceite de oliva en China es todavía muy pequeño, representa el 1% del consumo total de aceites comestibles en este inmenso país. Pero para el director del Consejo Oleícola Internacional, Jean-Louis Barjol, “la demanda china de aceite de oliva va a seguir creciendo”. Esto será así, señala Barjol, porque los chinos cuidan mucho la salud y las campañas sobre los efectos beneficiosos del aceite de oliva para el organismo han tenido efectos positivos en la opinión pública del gigante asiático. Esta nueva realidad es “una oportunidad” para Marruecos, piensa Zehruni. “Hace unos años no estábamos bien equipados para ir a China, que es un mercado muy grande. Pero ahora tenemos una mayor capacidad de producción”, asegura la responsable del área de exportación de Lesieur Cristal. La compañía donde trabaja Hanane Zehruni tiene una vocación exportadora bien definida, y en los cinco próximos años quiere exportar entre 15.000 y 20.000 toneladas de aceite de oliva a zonas de Asia y del Pacífico. En China, ciudades como Pekín y Shangai son los dos principales objetivos de Lesieur Cristal.

 

Marruecos no lo va a tener fácil en China, porque el sector del aceite de oliva está controlado por España. 60% de las exportaciones de aceite de oliva a la gran potencia asiática son españolas. Después vienen otros países como Grecia e Italia,  y Turquía intenta abrirse camino en ese mercado tan competitivo. Para Hanane Zehruni, Marruecos tiene que “conquistar” a los consumidores chinos, promocionar sus productos y “familiarizar a los importadores chinos con el aceite de oliva marroquí”. “Tenemos que hacer mucho marketing para convencer a los compradores”, recalca Zehruni.  Los directivos de Lesieur Cristal se muestran optimistas, porque el desarrollo económico en China ha generado una potente clase media urbana que quiere vivir y consumir como en los países desarrollados de Occidente. Por ello, la emprsea marroquí cree que puede conseguir su propio mercado en China si ofrece un producto de calidad y que sea competitivo.